El cortometraje 7 formas de decir adiós, dirigido por Jorge Naranjo, está dejando huella en el circuito con una narrativa que equilibra humor, drama y ternura. Su reciente galardón como Mejor Cortometraje de Ficción Internacional en el 27º Festival ÍCARO de Guatemala marca un hito para este proyecto, que además compite por una nominación en los Premios Carmen de la Academia de Cine de Andalucía.
La obra, inspirada en vivencias personales del director, relata la historia de María y Álex, madre e hijo atrapados en una «cárcel emocional». Juntos emprenden un viaje para decidir qué hacer con las cenizas del fallecido padre de la familia, enfrentándose a recuerdos, conflictos y el deseo de encontrar independencia emocional. “Es una historia sobre el amor entre una madre y un hijo, sobre cómo lidiar con la pérdida y la libertad que ésta puede traer”, señala Jorge Naranjo. El tono tragicómico del corto recuerda al cine de Wes Anderson o Javier Fesser, combinando un realismo emocional con elementos visuales que rozan el esperpento elegante.
El reparto incluye a nombres destacados como José Troncoso (Taxi a Gibraltar, En los márgenes o Las invisibles) o María Alfonsa Rosso (En fin, Sevillanas de Brooklyn), acompañados por talentos como David Arnáiz, Ken Appledorn, Anabel Jurado, Rocío Segovia y un brillante Jordi Minguella como el sacerdote. Juntos dan vida a una serie de personajes complejos y entrañables que, como los propios protagonistas, lidian con el dolor y el humor de la vida cotidiana.
7 formas de decir adiós ha acumulado premios como el Premio Lorca al Mejor Cortometraje de Comedia, el Premio RTVA en el Festival de Cine Bajo la Luna de Islantilla, y el Premio del Público en certámenes como el Centro Botín y el Butoni Film Fest. También ha sido seleccionado en festivales de renombre como el Festival Iberoamericano de Huelva, el Festival de Sevilla y FILMETS Badalona Film Festival, además de recibir una nominación a los prestigiosos Premios Fugaz.
El cortometraje aprovecha cada escena para sumergir al espectador en una experiencia emotiva y visualmente cuidada. La propuesta visual incluye planos simétricos y un uso del color que evoluciona desde la oscuridad inicial hasta la luminosidad del desenlace, reflejando el viaje emocional de los personajes. “El corto es un homenaje a las pequeñas historias, a las relaciones familiares y a la capacidad de decir adiós con humor y amor”, añade Naranjo, quien apuesta por un montaje que mezcla naturalismo y surrealismo para conectar con el público.
Tras conquistar festivales nacionales e internacionales, 7 formas de decir adiós se perfila como una obra que combina sensibilidad y talento. “Si logramos que alguien ría, llore y reflexione sobre su propia vida mientras ve el corto, habremos cumplido nuestro objetivo”, concluye el director. Este cortometraje, producido por NANA Films, Salon Indien Films y Rakia Films, demuestra que las historias personales, narradas con honestidad y creatividad, tienen el poder de viajar a cualquier rincón del mundo.