Los seis residentes de la 10 edición de Ikusmira Berriak

¿Cuáles son los 6 proyectos de la 10 edición de Ikusmira Berriak?

marzo 18, 2024
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Albertina Carri, Laura Citarella, Isaki Lacuesta, Elena López Riera, Jean Gabriel Periot, y Catarina Vasconcelos son los tutores de los proyectos de la décima edición de Ikusmira Berriak, programa de residencias y desarrollo de proyectos audiovisuales que organizan el Festival de San Sebastián, Tabakalera y Elías Querejeta Zine Eskola (EQZE). Los residentes de la nueva edición trabajan desde el día 4 de marzo en el Espacio de Artistas de Tabakalera (San Sebastián). Conoce en este artículo los proyectos en los que trabajan.

Los seis residentes de la 10 edición de Ikusmira Berriak

Los residentes de la décima edición de Ikusmira Berriak son Maria Elorza, Marieke Elzerman, Felipe Gálvez, Lucy Kerr, Mikele Landa y Cande Lázaro. Ya han empezado a participar en sesiones presenciales con los integrantes del comité de expertos de Ikusmira Berriak, la productora y consultora Flor Clérico, la consultora Olimpia Pont Cháfer y el consultor y miembro del comité de selección del Festival de San Sebastián Javier Martín.

El programa escoge exprofeso a profesionales que tutorizarán los proyectos seleccionados, teniendo en cuenta sus necesidades y las peticiones de los cineastas.

Así, Isaki Lacuesta acompañará al director chileno Felipe Gálvez en su segunda película ImpunidaD, tras su debut con Los colonos, que recibió el Premio Fipresci en Cannes.

La realizadora y programadora argentina Albertina Carri tutorizará a Cande Lázaro, artista visual, cineasta y residente del Espacio de Artistas de Tabakalera en 2021, durante el desarrollo de su película no binaria La Pastora.

Elena López Riera, cuya película de debut, El agua también pasó por Ikusmira Berriak y fue seleccionada en la Quincena de Cineastas de Cannes, acompañará el proceso del primer largometraje de la cineasta neerlandesa Marieke Elzerman, Wash Over. La cineasta y productora portuguesa Catarina Vasconcelos, directora de A Metamorfose dos Pássaros, ganadora del Premio Fipresci en Berlín y del Premio Zabaltegi-Tabakalera, hará lo propio con la estadounidense Lucy Kerr y The Bow (La proa), quien trabaja su segunda película tras ser premiada en Locarno por Family Portrait.

El cineasta francés Jean-Gabriel Périot, que ganó el Premio Zabaltegi-Tabakalera en 2018 por Song for the Jungle, será el tutor de la directora vasca Maria Elorza quien, tras el éxito de A los libros y a las mujeres canto, desarrolla su segundo largometraje, Caro Bastiano. Y la productora argentina  Laura Citarella, aplaudida directora de  Trenque Lauquen (Venecia, Zabaltegi-Tabakalera, Mar del Plata), asesorará a la directora vasca Mikele Landa que trabaja en Senda, su debut en el largo.

Además, el programa incluye la presentación del caso de estudio de Mikel Gurrea, residente de Ikusmira Berriak en 2016 con el proyecto Suro. Asimismo, entre el 2 y el 5 de abril las y los residentes asistirán al taller ‘Pensar el proyecto en términos de montaje’ con las montadoras Ariadna Ribas (CreaturaTourment sur les îles / Pacifiction, Suro) y Ana Pfaff (Estiu 1993 / Verano 1993Alcarràs).

En junio, cada residente recibirá una ayuda al desarrollo de 10.000 euros para seguir trabajando en su proyecto entre las dos estancias. En julio se desarrollarán de forma online las tutorías individuales y en septiembre, coincidiendo con la celebración del Festival, regresarán a San Sebastián para completar las dos últimas semanas de residencia. Durante esta fase podrán presentar su proyecto a profesionales de la industria cinematográfica y contarán con una agenda personalizada de citas con personas interesadas en participar en sus proyectos.

Los proyectos de la 10 Ikusmira Berriak

The Bow de Lucy Kerr. The Bow tiene sus raíces en la organización de los cuerpos dentro del marco, impulsada por el deseo de control sobre el cuerpo y el estatus social. Este tema se manifiesta en rituales sociales, como las actuaciones de las hermandades, los ensayos de las debutantes y los acontecimientos deportivos, creando una oscilación entre el control y la vulnerabilidad que, en última instancia, desemboca en una fragilidad abrumadora. Mientras que las nociones convencionales de posesión demoníaca sugieren una batalla entre el bien y el mal, las ideas folclóricas proponen un origen más intrincado: las profundidades de nuestra propia psique.

Impunidad de Felipe Gálvez. Impunidad explora cómo se intentó escribir la historia del siglo XX protegiendo a quienes defendieron un modelo económico basado en sus propios intereses. Dialogando con el thriller político, la comedia negra y el cine de espías, la película busca reflexionar sobre la imposibilidad de hacer justicia, no como la decisión de un país sino como la voluntad inquebrantable de un sistema que intenta por todos los medios mantener el statu quo.

Caro Bastiano de María Elorza. La directora pretende explorar un elemento de la historia familiar por una vía doble: por un lado, a través de las herramientas del cine de ficción, entendiendo la memoria como fabulación; por el otro, adentrándose por los caminos de la no-ficción, tratando el cine como un camino de investigación y experimentación. El eje de esta narración, que se plantea como un díptico, es un documento escrito, una carta de amor  en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, en la que lo personal, lo político, lo histórico y lo afectivo confluyen. 

Wash Over de Marieke Elzerman. Es una exploración del contraste de la dependencia, navegando por la delgada línea entre la explotación y la fuerza empoderadora del apoyo y la conexión. La narración sigue a una mujer independiente que cede gradualmente ante su anhelo inconsciente de ser vista y escuchada. Esta experiencia es impulsada por tiernas interacciones, tanto ficticias como reales, con los habitantes de la isla. Mi objetivo ha sido abordar el rodaje poniendo énfasis en la atención, dedicando tiempo a conectar con la isla y sus gentes, para entretejer sus historias en el viaje del personaje.

Senda de Mikele Landa. La semilla de Senda parte de vivencias encontradas, recuerdos y notas acumuladas en cuadernos. En 2019 viajé por primera vez a África por trabajo. Malí me mostró consecuencias materiales de sucesos que yo doy por imposibles. Desde entonces reflexiono y me aferro a una afirmación: la verdad propia puede toparse de frente con la verdad opuesta de otra persona. Aunque se contradigan, ninguna puede afirmar que la contraria no existe. Por eso busco, me cobijo en las luces y en la oscuridad a través del cine; donde los límites entre lo humano, lo mágico y lo natural se difuminan. Tomo esta película entre mis manos y la moldeo para que Oihana, Agustina y Bakaryadquieran la valentía y la vulnerabilidad suficiente para transformarse el uno al otro, sin dejar de ser.  

La Pastora de Cande Lázaro. Conocer a Florenci fue para mí el equivalente a imaginarme que podía llegar a viejo. La Pastora trata, precisamente, de crear estos nuevos imaginarios. A través de las experiencias personales de ambos, La Pastora pretende provocar un terremoto en los sistema dicotómicos del sexo-género, del género cinematográfico, del tiempo y del espacio, desconfiando de los discursos y lenguajes tradicionales. Esta película, aún tratando temas tan complejos, no apunta a intelectualizar las vivencias de sus personajes. En el fondo, La Pastora es un canto a encontrar el espacio seguro dónde poder, simplemente, ser. Sin más.