La posible fusión entre Warner Bros. Discovery y Paramount es uno de los temas candentes de la industria audiovisual en este final de año.
Todo apunta a que las conversaciones entre las dos corporaciones para fusionarse y dar lugar al nacimiento de un nuevo gigante del entretenimiento ya han comenzado. Por lo que ha indicado recientemente la CNN, David Zaslav y Bob Bakish -directores ejecutivos de Warner Bros. Discovery y Paramount- ya se han reunido en Nueva York para perfilar los detalles del acuerdo.
De confirmarse, la asociación daría lugar a un nuevo gigante que podría mirar de tú a tú a los principales ‘gigantes’ del mercado en cuanto a competitividad. No solo en el ámbito de la producción cinematográfica -incluiría los estudios de dos de las ‘majors’ de la época dorada de Hollywood’, sino también de la información y la televisión privada, incluyendo el acuerdo medios como la CNN o la CBS.
El principal motivo para poner en marcha estas conversaciones han sido los batacazos experimentados en taquilla por ambas compañías a lo largo del año. A pesar del fenómeno Barbie, en el caso de Warner, y el esperado estreno de Misión Imposible: Sentencia Moral, en el de Paramount. La realidad es que entre ambas entidades acumulan casi 60.000 millones de dólares de deuda.
La circunstancia que es más grave en el caso de Warner (43.500 millones) que en el de Paramount (15.600 millones), pero la compañía que encabeza Zaslav se ha movido mejor para tapar el agujero en lo que va de año. Desde enero, Warner ha reducido su deuda en casi 4.000 millones, circunstancia que ha aumentado la confianza de los inversores, generando un aumento de un 23% en el valor de las acciones.
Más allá del apartado financiero, la fusión tendría un gran impacto en el ámbito estratégico. Por un lado, la unión de Max y Paramount+ daría lugar a una plataforma de streaming que podría competir de tú a tú con los transatlánticos del sector como Netflix, Prime Video y Disney+.
En el ámbito de los contenidos, Zaslav satisfaría su ambición de incorporar nuevas franquicias de éxito (la compañía tiene los derechos de Harry Potter, El Señor de los Anillos y las películas de DC). Incorporaría, así, otras sagas de éxito con recorrido por delante en las salas como Scream, y pasaría a gestionar los derechos de títulos de renombre como Terminator, Transformers o Paranormal Activity.
Sin embargo, no todo sería positivo de confirmarse la fusión, especialmente para los trabajadores de ambas compañías. Debido a la delicada situación económica que atraviesan y la duplicación de puestos de trabajo, sin duda la confirmación de las negociaciones implicaría un importante recorte de personal en la nueva entidad.
