Balatro se disfraza con la estética del póker para dar luz a uno de los mejores ‘roguelikes’ de los últimos años. Por Manuel Sánchez Gómez.
La apariencia de Balatro engañó incluso al PEGI, la empresa encargada de calificar los juegos por edades, en función de valores como violencia, sexo y lenguaje.
Balatro es un juego de póker que no es de póker, es decir, utiliza la baraja francesa, la que se compone de tréboles, picas, diamantes y corazones, para crear un juego de creación de mazos, lucha contra jefes y aumento de niveles. Es lo que se conoce desde hace años como ‘roguelike’, un género de videojuegos que se basa en la repetición de partidas, todas ellas diferentes, para intentar llegar cada vez más lejos y/o desbloquear el máximo número de objetivos/logros posibles.
PEGI, al ver que era un juego de este estilo, le asignó una clasificación de +3, es decir, recomendable para personas superiores a esa edad. Sin embargo, al ver la presencia e importancia del juego del póker, decidió, de la noche a la mañana, cambiar la clasificación a +18, solo apto para mayores de edad. Esto provocó que desapareciera de forma automática de tiendas virtuales como la eShop de Nintendo, que reacciona de esa manera a cambios inesperados en juegos, para evitar posibles engaños y protegerse.
Entre bufones, jókers y diamantes
Playstack Games, la distribuidora del juego, disputó la decisión de PEGI y abrió el debate, ¿Es Balatro un juego de póker?
Es indudable que Balatro es ya un éxito mundial. En apenas dos semanas tras su lanzamiento, este juego, creado por una sola persona que se esconde bajo el nombre de LocalThunk en redes sociales, ha vendido más de medio millón de copias. Se ha lanzado en PC (Steam), PlayStation 4 y 5, Nintendo Switch y Xbox One y Series S/X y es el nuevo fenómeno de un género que ha explotado en los últimos años al amparo, entre muchos otros, de The Binding of Isaac, Enter the Gungeon, Nuclear Throne, Spelunky y Slay The Spire, el más parecido a Balatro por usar las cartas como mecánica principal.
Balatro, palabra que en la antigua Roma significaba bufón, implica utilizar la estructura de las manos del póker (desde la carta alta hasta el la escalera de color, pasando por la pareja y demás) para tratar de conseguir puntos con los que vencer a la ciega pequeña, la ciega grande y el «jefe» final, que incluirá una característica para tratar de dificultar la partida. Esta estructura se repite a través de ocho pisos, con la adición de tiendas en las que mejorar el mazo y añadir «jokers» o bufones con los que aumentar la puntuación y crear sinergias que faciliten la ascensión.
Este primer vistazo puede ser más detallado, mencionando la mejora de las manos de póker -sí, se puede tener una pareja de nivel 6 que sea mejor que un póker de nivel 1-, los diferentes paquetes de cartas que añaden nuevos efectos y la posibilidad de saltarse ciegas para conseguir recompensas diferentes.
Póker sí, ludopatía, no
¿Qué concepto de juego de azar implica, por lo tanto, Balatro? Más allá de apoyarse en la estética y el conocimiento popular del póker, ninguno. Balatro hubiera sido posible también con la baraja española y con la puntuación del mus. Hubiera sido posible con cartas, palos y combinaciones inventadas, pero hubiera perdido la conexión instantánea con el público.
Saber jugar al póker es completamente prescindible para iniciarse en Balatro, más allá de que una persona con cierto conocimiento del juego sepa que un ‘full house’ vale más que una doble pareja. Esa ventaja se desvanece a los cinco minutos y está amortiguada por la opción que otorga el juego de comprobar los rangos de manos en cualquier momento desde la pantalla de juego.
Su premisa, como en todos los ‘roguelikes’, es la de la repetición, Jugar ‘run’ tras ‘run’ hasta mejorar y convertir lo que al principio son derrotas en las etapas iniciales del juego en victorias en las ascensiones más altas. Completar una victoria es solo el principio de un viaje que contiene más de una decena de barajas, 150 bufones diferentes y desafíos que van desde ganar usando un solo tipo de mano hasta puntuar con jugadas superiores a los miles de millones.
