'El Especialista' (Universal Pictures)

Crítica ‘El especialista’: Entre dos aguas

mayo 23, 2024
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La fría acogida que se le ha dispensado a El especialista a su paso por los cines saca a la luz los problemas que sufre una película que, por más que intente tocar varias teclas del agrado del público, no logra despegar debido a su indefinición formal. Por Tonio L. Alarcón

‘El Especialista’ (Universal Pictures)

Como forma de sacar provecho a la dependencia casi enfermiza de la industria de Hollywood respecto a las IP, El especialista (2024) es una jugada de notable inteligencia. Utilizando como excusa una serie no especialmente recordada de Glen A. Larson, The Fall Guy (1981-1986), los responsables de su supuesta adaptación, David Leitch, Drew Pearce y Ryan Gosling, han optado por construir una especie de cruce entre Profesión: El especialista (1980) y Kiss Kiss Bang Bang (2005).

No de forma casual, dos películas que coinciden en hablar del (intra)funcionamiento de la industria cinematográfica hollywoodiense desde lo metanarrativo, intentando desdibujar los límites entre la realidad y la ficción. Que ambas fueran sendos fracasos quizás anticipaba lo que estaba por venir.

El guión de Pearce bebe mucho, de hecho, del jugueteo continuo con la narrativa de Richard Rush en Profesión: El especialista. Pero mientras este llevaba su adaptación de la novela de Paul Brodeur al límite de lo incomprensible, en cambio Leitch siempre echa el freno antes de que la película se desboque demasiado. Para ello, intenta no ir más allá de algunas soluciones formales (el uso de la pantalla partida, que se diría un guiño a Indiscreta (1958), de Stanley Donen) y las continuas referencias de los diálogos a la propia estructura del relato, con especial énfasis en la construcción del tercer acto del mismo.

‘El Especialista’ (Universal Pictures)

El matiz está en la influencia sobre dicha estructura argumental del concepto del hardboiled del cine de Shane Black. Quizá sea porque la colaboración de Pearce en el guión de Iron Man 3 (2013) aproximó sus respectivos universos, pero da la sensación de que su escritura en El especialista quiere parecerse más que nunca a la de Black, y más concretamente a la de su ya mencionada Kiss Kiss Bang Bang. No sólo en su alambicada estructura argumental (con la desaparición de un cadáver que acaba desvelando una conspiración mucho mayor de lo que aparentaba), sino sobre todo en el aroma screwball de la relación entre Robert Downey Jr. y Michelle Monaghan, llevando aquí al terreno de la remarriage comedy la tensión amorosa entre Colt Seavers (Ryan Gosling) y Jody Moreno (Emily Blunt).

Precisamente lo que peor funciona de El especialista son sus apartes cómicos. Hay una contradicción inherente entre el uso de Leitch de largos planos secuencia y una construcción satisfactoria del timing interno de los gags. Una idea que funciona para las set pieces de acción, como ya demostró Rush en Profesión: El especialista, pero que le quita muchísimo ritmo a los intercambios verbales entre los personajes (desde luego, si no se trabaja en los ensayos previos) y, lo que es peor, hace imposible afinar a través del montaje esa tensión que está ausente del plano.

Ni siquiera dos actores tan dotados para la comedia como Gosling y Blunt pueden hacer demasiado para salvar el estatismo dramático de algunas secuencias, más allá de distraer el público mediante la exhibición de su propio carisma personal.

Y es que, a diferencia de Fast & Furious: Hobbs & Shaw, en la que estaban mucho mejor equilibrados los elementos de comedia respecto a las secuencias de acción, da la sensación de que Leich sufre muchísimo más cuando ha de poner el acento sobre los gags (especialmente, los metanarrativos) del guión de Pearce. Le falta sofisticación expresiva para sacarle rendimiento a dichas ideas y, sobre todo, le sobra exceso y grandilocuencia blockbuster en un conjunto que habría funcionado mucho mejor sin tanto money shot (al hardboiled le encaja mucho más cierto ascetismo formal), centrándose, a cambio, en desarrollar mejor las relaciones entre sus personajes principales.

‘El Especialista’ (Universal Pictures)

Por supuesto, también puede entenderse como un homenaje al trabajo de los stunts afín, con todas las lógicas distancias debido a la diferencia generacional, a películas de Hal Needham como Hooper, el increíble (1978). Pero lo que allí estaba concebido como un canto nostálgico a una profesión que, al menos por entonces, se creía en proceso de desaparición, aquí parece concebido como una especie de publirreportaje de 87North.

Al fin y al cabo, la empresa del propio Leitch (y su mujer, la productora Kelly McCormick) exhibe de forma un tanto impúdica su despliegue de medios, incluidos logos, como si estuviera cosechando futuras contrataciones. Desde luego, la película les proporcionará material de sobra para incluir en un reel de lo que pueden llegar a hacer, pero precisamente haber intentado tocar tantos palos distintos provoca que, a la hora de la verdad, El especialista se quede en una especie de baldía tierra de nadie.