Ethan y Joel Coen, cineastas fundamentales en los últimos 40 años, se separaron hace cinco años para seguir proyectos individuales. Ahora, se volverán a reunir para dirigir una película de terror que promete ser intensamente sangrienta.
Los hermanos Coen están listos para reunirse una vez más. El que será su nuevo proyecto supone su regreso a la dirección conjunta con una película de terror que promete ser intensamente sangrienta. Los autores de películas míticas como Fargo, Muerte entre las flores, El gran Lebowski o No es país para viejos nunca antes han hecho una película de miedo.
La última colaboración de los directores hermanos fue en la película de 2018, The Ballad of Buster Scruggs, una película del oeste. Desde entonces, Joel Coen ha trabajado en una adaptación de Macbeth de Shakespeare, protagonizada por Denzel Washington. Por su parte, Ethan Coen está a punto de lanzar la comedia de carretera Drive-Away Dolls. Este proyecto lo ha coescrito con su esposa Tricia Cooke y está protagonizado por Margaret Qualley, Geraldine Viswanathan y Beanie Feldstein.
El regreso de los Coen
Durante un evento de preguntas y respuestas sobre Drive-Away Dolls en Tromsø (Noruega) el pasado viernes, Ethan Coen reveló que él y Joel han escrito juntos un nuevo guion y que tienen la intención de reunirse para colaborar en la dirección de la película.
«Es una película de horror puro, y se pone muy sangrienta», dijo Coen. También insinuó que la película recuerda de alguna manera al primer proyecto de los hermanos. Algunos no lo recordarán, pero habla del violento neo-noir de 1984, Sangre fácil (Blood Simple).
Coen y Cooke
Recientemente se confirmó que Coen y Cooke seguirán Drive-Away Dolls con otra comedia oscura titulada Honey Don’t!. Este proyecto los reunirá nuevamente con la actriz Margaret Qualley, junto con Aubrey Plaza y Chris Evans. La película, ambientada en Bakersfield contará con Evans en el papel de un líder de culto.
Coen y Cooke colaboraron previamente en el documental musical de 2022 Jerry Lee Lewis: Trouble in Mind. En ese momento, Coen explicó la decisión de los hermanos de centrarse en proyectos separados, diciendo: «Comienzas siendo un niño y quieres hacer una película. Todo es entusiasmo y vamos a hacer una película. Y la primera película es pura diversión. Y luego la segunda película es tan divertida, casi tanto como la primera. Y después de 30 años, no es que no sea divertido, pero es más un trabajo que antes. Joel sentía lo mismo, pero no tanto como yo.
Es un subproducto inevitable del envejecimiento. Y las dos últimas películas que hicimos, Joel y yo juntos, fueron realmente difíciles en términos de producción. Quiero decir, realmente difíciles. Así que si no tienes que hacerlo, llegas a un punto en el que te preguntas: ¿Por qué estoy haciendo esto?».
