José Luis Garci, célebre director, productor, guionista y divulgador del cine español, será homenajeado el 14 de diciembre con la Medalla de Oro de la 30ª edición de los Premios Forqué. EGEDA reivindica la labor de una figura fundamental para la industria del audiovisual en España.
Enrique Cerezo, presidente de EGEDA, le dedica unas palabras a José Luis Garci: “Este reconocimiento no es más que el reflejo de su impagable labor durante más de medio siglo al servicio de nuestro audiovisual. A su conocida faceta como director se suma su gran labor como productor de algunos de los mejores títulos de nuestro cine, así como su gran talento como guionista que, desde la su más temprana juventud, ha dado lugar a obras de gran calidad».
Su filmografía, añade, «en la que se dan la mano las bases del cine clásico con los nuevos temas y estilos propios de la renovación artística y social de nuestro país, es testimonio de nuestra historia reciente y una parte valiosísima del patrimonio fílmico español, al que ha legado historias, personajes y momentos inolvidables”.
Además, destaca su labor en la televisión y la radio: “Debemos agradecer a Garci la puesta en valor del séptimo arte a través de su papel como divulgador, una faceta que no solo lo convierte en uno de los profesionales del audiovisual más comprometidos con su oficio, sino que además lo consagra como uno de los más devotos amantes del cine de hoy y de siempre”.
La medalla se entregará durante la gala del 30 aniversario de los premios en el Palacio Municipal IFEMA-Madrid.
Garci logró el primer Óscar a una película en castellano con Volver a empezar (1982), el primer Emmy concedido a la televisión española por La cabina (1972), que guionizó junto a Antonio Mercero; el Goya a Mejor Dirección por Asignatura aprobada (1987), el Premio Nacional de Cinematografía y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
José Luis Garci, una carrera larga y transversal
Nacido en Madrid en 1944, su pasión por el cine le llevó a escribir textos en revistas cinematográficas. Su incursión definitiva en la industria se produce con la escritura del guion de El cronicón (Antonio Giménez Rico, 1969) seguido por La casa de las chivas (León Klimovsky, 1972) para llegar Antonio Mercero con el argumento de La cabina (Antonio Mercero, 1972), único premio Emmy concedido a una producción española en ese momento.
Tras este primer galardón, escribe para el productor José Luis Dibildos, con el que funda el movimiento conocido como “La Tercera Vía”, incluyendo títulos como No es bueno que el hombre esté solo (Pedro Olea, 1973) o Una gota de sangre para seguir amando (Eloy de la Iglesia, 1973).
José María González-Sinde le produce Asignatura pendiente (1977), su primer largometraje a la dirección, al que suceden Solos en la madrugada (1978) y Las verdes praderas (1979), películas sociales en clave de la transición que se vivía.
Garci le correspondió a González-Sinde produciendo Viva la clase media (González-Sinde) en 1980, un año clave para la carrera del cineasta al fundar Nickel Odeon, productora bajo la que lanza El crack (1981), película de culto y uno de los máximos exponentes del nuevo cine negro español con Alfredo Landa en la piel de Germán Areta, un detective privado curtido en los bajos fondos de Madrid.
Su filmografía se vuelve imparable cuando Volver a empezar (1982) se alza con el Óscar a Mejor Película de Habla No Inglesa convirtiéndose en la primera película en castellano y primera producción española en alzarse con el galardón. Al éxito en Hollywood lo suceden el regreso de Germán Areta en El crack II (1983), Sesión continua (1984), un homenaje al cine clásico que volvió a cosechar una nueva candidatura al Óscar, y Asignatura aprobada (1987), que consigue alzarse con una nueva candidatura al Óscar y con el Goya a Mejor Dirección.
La primera incursión televisiva de José Luis Garci se da con la serie Historias del otro lado (1988-1996), cuyo episodio “Mnemos” (1988) fue elegido para representar a TVE en los Emmy. Tras ello, estrena las adaptaciones literarias Canción de cuna (1994), La herida luminosa (1997) y El abuelo (1998), candidata esta última al Óscar.
En los últimos 25 años, destacan You’re the one (una historia de entonces) (2000), Tiovivo c. 1950 (2004), Sangre de mayo (2008) y El crack cero (2019), que cierra la trilogía de Germán Areta con una precuela en la que el protagonista es interpretado por Carlos Santos.
Como comentamos, la faceta como divulgador también es esencial. De entre sus programas, sobresalen “¡Qué grande es el cine!” (TVE, 1995-1996/1997-2005), “Cine en blanco y negro” (Telemadrid. 2009-2012), “Classics” (13TV, 2021-2024) y “Cowboys de medianoche” (COPE, 2001-2009; esRadio, 2009-actualidad).
Asimismo, el galardonado con la Medalla de Oro cuenta en su haber con numerosos títulos literarios, la mayoría de ellos relacionados con la divulgación audiovisual, de los que destacan “Ray Bradbury, humanista del futuro”, “Adam Blake”, “Morir de cine”, “Beber de cine”, “Noir”, “Las siete maravillas del cine”, “Campo del Gas”, “Insert Coin”, “Películas malas e infravalorados”, “El toque Lubitsch y otros roces” o “Telegramas cinéfilos”.