Antonio y Anna Saura en el estreno de la restauración de 'Deprisa, deprisa' en Berlinale 2024.

Antonio Saura sobre Carlos Saura

julio 3, 2024
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Antonio Saura es el director general de Latido Films, una de las principales agencias de venta en España. A su padre, Carlos Saura, le estamos haciendo un homenaje en Rubik (ver nuestra introducción e impresiones de Carlos Reviriego, nuestra selección de 12 películas de su filmografía o los testimonios de tres cineastas actuales que admiran su cine), y quisimos conversar con él, al hilo de la restauración de Deprisa, deprisa, sobre el legado de Carlos Saura. Por Carlos Aguilar Sambricio y Miguel Varela

Antonio y Anna Saura en el estreno de la restauración de ‘Deprisa, deprisa’ en Berlinale 2024.

Hace unos días Filmoteca Español presentó en el famoso Il Cinema Ritrovato de Bolonia la restauración de Los golfos, primer largometraje de Carlos Saura. Una restauración que se suma a la presentada hace unos meses de Deprisa, Deprisa en Berlinale, donde hace algo más de 40 años el cineasta aragonés ganó el Oso de Oro.

Con Antonio Saura empezamos hablando sobre este film y su ‘lavado de cara’ por parte de Video Mercury. “Me parece que es una maravilla la restauración que han hecho y yo les apoyé en Berlín para que se conociera y se divulgara la película”, nos contaba, añadiendo que lo facilitaba el hecho de su buena relación con Carlo Chatrian, entonces aún director del certamen.

Y es que el cine de Carlos Saura sigue interesando a nivel de venta de derechos. “Criterium, la gran colección de clásicos que está implantada en Inglaterra y Estados Unidos, tiene la filmografía entera. En Francia acaban de sacar un paquete con obras que se ha vendido de fábula. Hay recuperaciones en todo el mundo”, comenta su hijo.

‘Deprisa, deprisa’

“Tienen salida en lo que llamamos librería o catálogo pero catálogo de alto nivel, es decir, son películas que continuamente se están volviendo a vender”, añade Antonio Saura.

Como recalca su hijo, Carlos Saura le debe mucho al Festival de Berlín. “La caza ganó el premio al Mejor Director y año siguiente Peppermint Frappé volvió a Berlín, que se celebraba en el verano, y ganó de nuevo mejor director. Ganar con Deprisa, deprisa significó un gran espaldarazo, sobre todo porque era un cambio de registro muy grande”, explica Antonio Saura.

Como nos indica, su padre atravesaba un momento de cambio a nivel sentimental y personal, ya que se había separado de Geraldine Chaplin: “Mamá cumple 100 años era la última que había hecho con ella y mi padre estaba buscando temáticas nuevas y abrirse. Volvió casi a sus orígenes, a Los golfos, así que recibir el espaldarazo del Oso de Oro fue muy importante”.

De hecho, el viraje fue todavía más notorio a partir de ahí. “Ese mismo año hace Bodas de sangre y ya empieza una nueva mirada hacia otras formas de hacer cine, que cambió casi radicalmente”, añade Antonio Saura.

Pero es que Carlos Saura, además de en Berlín, también triunfó en Cannes. Su mirada se convirtió en algo universal que encandiló a los mejores festivales internacionales. ¿Cómo lo consiguió? “Es que sus películas eran muy buenas. La caza es una maravilla; Peppermint Frappé la volví a ver cuando la pusieron en Cannes y es espectacular, modernísima. Una cosa que tiene el cine de mi padre es que lo único que envejece son los decorados. La vi y pensé ‘si esta película la presenta un iraní, está en sección oficial en cualquier festival. Carmen también es modernísima, por ejemplo”, manifiesta su hijo, subrayando esa modernidad y también le hecho de que, en sus películas, “cada plano está medido”.

‘La prima Angélica’

En el artículo sobre las 12 películas que recomendamos de Carlos Saura, se puede comprobar que abía un momento en que no paraba de ganar premios, como recuerda su hijo: “Tuvo una época particularmente inspirada, desde La caza hasta Carmen. Eran películas que ganaban en todos los festivales. Como pasó luego con Kieslowski, la gente decía ‘si hay una película suya, ya sé que hay un premio dado”.

Curiosamente, en España, aunque se ha apreciado su cine, quizá no se le ha valorado tanto como a figuras como Berlanga o Almodóvar. “Berlanga es sobre todo conocido por un cine más popular. Aunque hizo películas también serias, sobre todo es conocido por el cine más popular y caló en el sentimiento colectivo con películas como Bienvenido, Mr Marshall o La escopeta nacional. Son películas que están muy cerca de la idiosincrasia nacional. Almodóvar es uno de los grandes universales, es impresionante. El cine de mi padre, en cambio, en España era considerado un poco elitista”, expone Antonio Saura.

“Películas como Cría cuervos o La prima Angélica no son cine popular. La más popular de mi padre hasta Ay, Carmela fue precisamente Deprisa, deprisa. Fue la primera película de mi padre que realmente se ve en el extrarradio y se populariza. Fue a todas las salas de cine que normalmente jamás te ponían una película española de estas características, ya que te ponían películas de Mariano Ozores”, añade.

‘Carmen’

Más allá de eso, Antonio Saura estima que, luego, durante un tiempo todos iban en contra de su padre: “Por ejemplo, si había una película de Saura y otra de Manuel Gutiérrez Aragón, la crítica de este decía ‘el director de cine más interesante del cine español’. Que a ver, a Manuel, aparte de que es amigo, le admiro muchísimo y se merece todo pero yo nunca entendía por qué para ponerle bien a él, había que poner mal a mi padre. Con Erice también. Había artículos de El País diciendo ‘Erice mejor que Saura’. Bueno, sus películas me parecen obras maestras, aunque no la última, que no me gusta, pero no entendía por qué hay que poner uno contra otro, porque las cinematografías son de una gran riqueza”.

Otro aspecto que dañaba su reputación, apunta Antonio Saura, era la constante idea que se trasladaba que su película anterior era mejor. Pero siempre. “Mi padre contaba la anécdota de un crítico que decía que La caza era una mierda. El mismo crítico, cuando se estrenó Peppermint Frappé, decía ‘joder, la buena era La caza’. Y así sucesivamente. Había críticos que le tenían una particular tirria. No voy a citar a nadie, sólo hay que ir a las hemerotecas. Una vez salió una crítica que incluso llegó a decir que por qué le dejaban hacer cine”, recuerda.

No obstante, esa cierta animadversión, en sus último años, desembocó en admiración, sobre todo por parte de las nuevas generaciones “que le reconocen una deuda enorme”. Hubo un homenaje en el Festival de Málaga donde Carla Simón le entregó el premio y llamó a directores de su generación a pedirles su opinión sobre Saura. “Ahí vi emocionarse a mi padre”, admite.

Homenaje a Carlos Saura en Málaga en 2022

En opinión de Antonio Saura, lo que los jóvenes valoran es “la calidad de su cine, su buen hacer, que las historias que contaba estaban muy bien y su capacidad narrativa para contarlas de una manera diferente”.

Las historias en el cine de Saura eran impecables y Antonio Saura considera que el periodo de colaboración con Rafael Azcona es “el mejor”, con unos guiones que son “fascinantes”.

Pero no sólo sabía elegir un gran guionista, como nos cuenta su hijo: “Se rodeaba de equipos maravillosos,como Luis Cuadrado o Teo Escamilla en la fotografía o Elías Querejeta en la producción. Eran unos equipos muy buenos que trabajaban juntos muy a menudo”.