Cristina Zumárraga

Cristina Zumárraga: “La gran dificultad de ‘Cerrar los ojos’ fue levantar 4,5 millones, para una película de autor, en tiempo récord”

febrero 2, 2024
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Cristina Zumárraga tiene dos Goyas a Mejor Dirección de Producción (También la lluvia, Alatriste) y en 2017 fundó Tandem Films, productora desde la que ha impulsado el esperadísimo regreso de Víctor Erice, Cerrar los ojos. En Rubik la hemos entrevistado para conocer los detalles de este film con 11 nominaciones en los Goya 2024. Por Carlos Aguilar Sambricio

Cristina Zumárraga

Más de 30 años después de su último largometraje (El sol del membrillo), el legendario cineasta español Víctor Erice nos regala un nuevo trabajo: Cerrar los ojos. Desde su première en Cannes hasta ahora, el film ha cosechado buenas críticas y ha tenido un buen recorrido en salas y festivales. Su principal productora, Cristina Zumárraga nos habla de este proyecto que el propio Erice define como “confesional”.

Rubik: Cerrar los ojos es el gran acontecimiento del 2023 para el cine español. La vuelta al largometraje de una leyenda. ¿Cómo llegaste al proyecto? ¿Fuiste la primera en apostar por él?

Cristina Zumárraga: En realidad, fue Víctor quien se puso en contacto conmigo. Me escribió un email explicando que tenía un proyecto, que contaba ya con un guion en una versión bastante sólida y que quería que yo lo produjese. Ante eso, yo me entusiasmé con la idea y le pedí que me enviara el guion para valorarlo.

Después, yo le hice una propuesta de cuál podría ser el esquema financiero de la película. A partir de ahí, decidimos trabajar juntos y poner en marcha el proyecto. 

Rubik: ¿Cómo fue la incorporación de Pecado Films y Pampa Films? Me imagino que se buscaron productoras en Andalucía y Argentina al ambientarse parte de la historia allí…

C.S.: Efectivamente, una vez que cerramos el acuerdo entre Tandem Films y Nautilus, la productora de Víctor, comenzamos con todo el proceso de financiación, a valorar la estrategia para levantar el proyecto etc.

Estudiamos las oportunidades de traer financiación de fuera. Una era con Argentina, ya que desde el principio Víctor tenía en mente la idea de que un personaje lo interpretara Soledad Villamil. A partir de ahí, yo vi la posibilidad de hacer una coproducción, ya que la productora argentina Pampa Films es socia habitual nuestra. Les encantó la idea y también se subieron al carro de inmediato.

Por otra parte, Víctor tenía claro que quería rodar algunas partes de la película en Andalucía. Tenía ciertas localizaciones en mente, lugares que él conocía muy bien del sur de Granada donde va habitualmente a pasar temporadas. A medida que avanzamos con el diseño de la producción, surgieron algunas más también en Almería, por lo que se amplió bastante la parte de rodaje en Andalucía. Lo lógico era incorporar una productora andaluza que pudiera contribuir a la financiación facilitando el acceso tanto de Canal Sur como de la Junta de Andalucía y pensamos en Pecado Films, puesto que ya teníamos otro proyecto con ellos.

Víctor Erice dando instrucciones a Ana Torrent (Foto: Manolo Pavón)

Rubik: Pero no se rodó en Argentina, ¿no? Tengo entendido que se grabó en Granada, Almería, Alcalá de Henares y Madrid, Segovia y Asturias…

C.S.: No se rodó nada en Argentina pero cumplimos con todos los requisitos para armar la coproducción incorporando los elementos argentinos necesarios.

Respecto a las localizaciones, sí, grabamos en Madrid y Alcalá de Henares, en Granada, Almería, Segovia y Asturias. También se construyeron varios decorados, alguno muy grande, por lo que el equipo de decoración y ambientación tuvo que trabajar duro, la logística fue compleja para ellos. Por no hablar del equipo de producción, que tampoco lo tuvo nada fácil y que trabajó con gran entrega y dedicación.

Rubik: ¿Ha sido muy difícil financiar la película? Porque uno podría pensar que debe serlo después de tanto tiempo sin un largo de Erice…

C.S.: Pues te diría que sí y que no al mismo tiempo. Estábamos tan entusiasmados con la idea de poder hacer una película de Víctor Erice que yo creo que logramos contagiarlo de inmediato a las televisiones, a las instituciones y a los coproductores. En ese sentido, no fue excesivamente complicado conseguir que todos apoyaran el proyecto.

Lo más complicado fue financiarlo en un tiempo récord. Desde el principio, Víctor tenía previsto un calendario muy exigente, que requería financiar la película prácticamente en cuatro meses para empezar a rodar rápidamente y tenerla terminada pensando en la posibilidad de llegar a Cannes 2023. Esto sí que complicó mucho las cosas porque los procesos burocráticos, los plazos de solicitud de subvenciones, las convocatorias de las televisiones, etcétera, tienen unos ritmos y unas fechas que no te puedes saltar y que tienes que cumplir de manera obligatoria. Trabajar con esta presión hizo que todo fuera más complicado y estresante de lo deseado.

Por ejemplo, hubiéramos querido que Francia también entrara a coproducir y así lo intentamos con Haut et Court, a quienes les gustaba mucho la película, pero con un plazo tan corto les resultó imposible levantar su parte de la financiación. Finalmente, eso sí, se hicieron cargo de la distribución en el país vecino.

Manolo Solo justo antes de una toma (Foto: Manolo Pavón)

El otro aspecto de la dificultad para financiar esta película viene del desequilibrio que hay en nuestro país sobre lo que se considera que debe costar el cine de autor. En España estamos habituados a que una película de autor tenga un presupuesto modesto, entre 1.500.000 y digamos y 2.500.000 máximo.

Cerrar los ojos es una película de autor, pero es una película compleja, ambiciosa, con muchísimas localizaciones, un guion extenso, con muchos personajes y un reparto muy relevante. En definitiva, es una película que ha llegado a superar los 4.500.000 de presupuesto. Para mí, ahí es donde radica la gran dificultad y el gran reto de este proyecto: levantar ese presupuesto en un tiempo récord, para una película de autor, que en principio no se corresponde con los estándares de la industria española.

Por otra parte, recuperar esa inversión con una película de estas características es muy complejo tal y como están las cosas hoy en día. Con la taquilla hundida desde la pandemia, especialmente para el cine español de autor. El riesgo asumido ha sido alto, con todo lo que ello conlleva de estrés y preocupación adicionales.

Esa era la otra gran dificultad: la contradicción entre el elevado presupuesto que necesitábamos para hacer bien la película y las expectativas del retorno. Esto es una pena porque nos limita mucho y hace que el cine español compita en desigualdad de condiciones en los festivales internacionales respecto a otros países de su entorno.

Rubik: ¿Cómo fueron sumándose los apoyos? Hay participación de televisiones autonómicas y RTVE, también apoyo de TV de pago, además de ayudas de ICAA, el INCAA argentino y la Junta de Andalucía…

C.S.: Movistar Plus+ fueron los primeros en sumarse al proyecto, nos apoyaron desde el primer momento de manera entusiasta e incondicional. Con ellos a bordo ya pudimos presentarnos al ICAA. Para ese momento contábamos también con los coproductores argentinos y andaluces. Y RTVE, que por un tema de fechas de convocatoria llegó después, también nos apoyó con una inversión importante. A continuación, se fueron sumando el resto de televisiones: Canal Sur, Vodafone, EITB y finalmente Telemadrid.

Víctor Erice, concentrado en el rodaje de ‘Cerrar los ojos’ (Foto: Manolo Pavón)

En cuanto a las instituciones, efectivamente todas a las que hemos solicitado ayuda, respondieron de manera positiva, entrando en la película. Desde el ICAA a la Junta de Andalucía, la Comunidad de Madrid y la Diputación de Granada. Más tarde, el Ayuntamiento de Madrid nos dio también una ayuda a la promoción.

Rubik: La presencia de actores como Coronado o Manolo Solo supongo que ayudó a levantarlo para hacerlo viable comercialmente.

C.S.: Desde luego, nombres como el de Manolo Solo o Jose Coronado ayudan a hacer más atractivo el proyecto y animan a las televisiones a participar, sin duda, pero también el de otros como Ana Torrent, Petra Martínez, María León, José María Pou o Mario Pardo y la propia Soledad Villamil que ya he mencionado antes. En fin, era un reparto muy, muy completo y muy atractivo. Sin embargo, el gran protagonista de esta historia es el propio Víctor Erice en todos los sentidos.

Rubik: Erice tiene fama de no ser una persona fácil con la que trabajar desde el punto de vista del productor, por experiencias con Querejeta o Andrés Vicente Gómez. ¿Cómo lo viviste tú?

C.S.: Desde el principio yo era consciente de esa fama y, como todos en la industria, había oído diferentes historias sobre las experiencias de otros productores con él, pero, sin duda, pesaba más en mí un gran sentido de la responsabilidad. Me parecía que no podía dejar pasar la posibilidad de contribuir a hacer otra película de Víctor Erice. Es una de esas oportunidades que suceden una vez en la vida y lo acepté como un gran reto.

También me preocupaba mucho si yo misma y nuestra empresa íbamos a saber estar a la altura. Trabajar con un director de esta magnitud, te hace cuestionarte muchas cosas. Si lograríamos cumplir con su nivel de exigencia y de excelencia.

Pero cuando Víctor me llamó, después de leer el guion, y después de cerrar el acuerdo, tuve clarísimo que tenía que trabajar con él desde una total humildad y desde el máximo respeto hacia su figura de director icónico y hacia el proyecto que me planteaba hacer y que era su proyecto personal, una película confesional, me decía. Un proyecto en el que yo iba a ser un mero instrumento para contribuir a materializarlo, nada más, y con este espíritu afronté toda la película.

Rubik: ¿Cómo fue el rodaje? ¿Qué escenas fueron más complicadas y cómo se resolvieron?

C.S.: En general, el rodaje fue bastante bien, aunque resultó duro como todos los rodajes que tienen numerosas localizaciones, cambios de provincia, viajes… algo que complica bastante toda la logística y exige más esfuerzo de todo el equipo, incluido el propio director.

Lamentablemente, dos de las escenas más complejas finalmente no quedaron en la película. Una de ellas se rodaba en la playa, con Jose Coronado, Ana Torrent y Manolo Solo en la que Ana se daba cuenta de que su padre no la iba a acabar reconociendo nunca. Había una emotividad especial en esa escena que a mí siempre me conmovió profundamente; me parecía una escena magnífica muy bien escrita. Pero por diversas circunstancias, el rodaje tuvo que moverse en varias ocasiones y no se pudo rodar como a Víctor le hubiera gustado, por lo que al final tuvimos que prescindir de ella.

Erice habla con José Coronado y Manolo Solo (Foto: Manolo Pavón)

La otra, una de las más complejas de la película en mi opinión, era una escena que se rodaba en el Museo del Prado en el interior de la sala del cuadro de ‘La familia de Carlos IV’ de Goya. Fue un permiso complicadísimo de obtener, con muchos requisitos y limitaciones por parte del museo, que cerró la sala para nosotros una noche. Era la secuencia de presentación del personaje de Ana Torrent, con un parlamento muy largo en inglés y con multitud de extras, que había que rodar en pocas horas y que finalmente tampoco se incluyó en el metraje final.

Rubik: Él ha dicho en alguna entrevista que tuvo que adaptarse a un plan de rodaje ajustado para poder conseguir llevar a cabo el proyecto. Así que me imagino que él puso de su parte, aunque le hubiera gustado disponer de más tiempo…

C.S.: Efectivamente, desde un inicio Víctor me había planteado que estimaba que era un rodaje de 10 semanas, pero por desgracia, con la financiación que logramos obtener, sólo pudimos permitirnos rodar 9 semanas, que es lo que acordamos finalmente.

Esto hizo que Víctor tuviera que acelerar el proceso, y especialmente el director de fotografía, Valentín Álvarez, que tuvo que trabajar durísimo, pues hubo días en los que se rodaban hasta 30 planos para poder cumplir con el plan.

 Rubik: ¿Había mucho material rodado? Lo digo por el montaje, ¿hubo bastante trabajo de edición?

C.S.: Por supuesto, sabíamos que había mucho material rodado, pues la montadora, Ascen Marchena, trabajó desde el inicio de rodaje para hacer un primer encaje antes de que el director se incorporara a la fase de montaje. Éramos conscientes de que el guion era largo y que en montaje se tomarían ciertas decisiones para alcanzar una duración razonable.

Casi siempre hay que descartar escenas y secuencias, pero creo que poder disponer de esa variedad para elegir es siempre positivo y no hace sino enriquecer el resultado.

Rubik: Me llamó mucho la atención la música, está muy bien el trabajo de Federico Jusid, aunque no ha sido nominado. ¿Cómo fue esta colaboración?

C.S.: Yo le propuse a Víctor trabajar con Federico Jusid porque conocía su gran talento y su background personal, su carácter luminoso y generoso, y tenía la intuición de que eran dos grandes artistas que iban a congeniar.

Federico hizo un trabajo espléndido. Aunque había ido trabajando con maquetas durante la fase de la composición, finalmente también él tuvo que trabajar contrarreloj para encajar las medidas de las músicas con el corte final, que le llegó con muy poca antelación. Aún así, hizo un trabajo extraordinario para lograr una BSO muy delicada y especial que encaja perfectamente con el espíritu de la película y la hace respirar y elevarse.

Rubik: En cuanto al estreno, habéis trabajado con Avalon. ¿Cómo valoras el estreno en salas?

C.S.: Sí, es la primera vez que trabajamos con Avalon, pero pensábamos que eran los distribuidores ideales para la película de Víctor Erice por ser especialistas en cine de autor, tanto español como extranjero. Han traído a España grandes títulos, todos de autores de talla internacional y tienen una visión muy clara de cómo manejar este tipo de cine.

Hemos tenido una colaboración estrecha, han sido unos grandísimos compañeros de viaje. La verdad es que estamos muy satisfechos de cómo ha sido todo el flujo de trabajo con ellos: el diseño de campaña, cómo dimensionar el proyecto de manera adecuada, cómo afrontar la promoción… Hemos ido muy de la mano. Ha sido un proceso muy agradable y satisfactorio con resultados muy positivos.

Rubik: Vivimos un momento complicado para la exhibición, sobre todo para volver a llevar al público adulto. ¿Esto es algo que os preocupa?

C.S.: Obviamente, nos preocupa el momento por el que pasa la exhibición. Al público le cuesta mucho ir a las salas, especialmente para ver cine de autor, pero Avalon ha hecho un cuidadoso trabajo de booking, buscando las salas más adecuadas para la película, lo que sin duda ha contribuido a los buenos resultados.

Foto: Manolo Pavón

Siempre hemos vivido con gran preocupación cómo sería la reacción del público. Sabíamos que había un público fiel, digamos de nicho, que iba a responder muy bien y que no se iba a perder una película de Víctor Erice. Pero realmente esperábamos también llegar a un público algo más amplio, quizá menos cinéfilo, aunque ni mucho menos multitudinario. Supongo que esto último ha sido lo más complicado, pues en el momento actual, como sabemos, acceder al gran público queda reservado exclusivamente para títulos-evento con una gran inversión en campaña detrás, algo a lo que nosotros, por otra parte, no pretendíamos aspirar.

Rubik: Las ventas internacionales las lleva Film Factory. ¿Cómo están yendo? ¿Sigue habiendo interés por su cine a nivel internacional?

C.S.: Efectivamente, Film Factory es la otra gran pata del proyecto que desde el principio nos apoyó. Las ventas están yendo bastante bien. Se ha vendido a grandes territorios como Francia, Japón o Reino Unido, lo que es todo un hito para una película española, y tenemos importantes ofertas pendientes de cerrar como Estados Unidos o Italia, que se están valorando en estos momentos.

Además, es importante destacar el extraordinario recorrido por festivales que está haciendo la película y, en parte, es también gracias al gran trabajo de Film Factory. Desde Toronto al festival de Nueva York, Busan, Mar del Plata, el BFI de Londres, Roma o el de Tesalónica en Grecia, entre muchos otros, además de Cannes, claro.

Rubik: Me imagino que estáis muy contentos con las 11 nominaciones a los Goya. ¿Cómo lo ha habéis vivido y qué expectativas tenéis?

C.S.: Sí, estamos muy contentos, por supuesto. Realmente ha sido una sorpresa tener una acogida tan grande por parte de los académicos y estamos muy agradecidos. Pero preferimos ser cautos con las expectativas. Creo que está en nuestra naturaleza modesta y humilde, tanto de Víctor como como mía.

Yo sería especialmente feliz con que Víctor ganara el Goya al Mejor Director. Creo que lo merece mucho y que es una oportunidad única de la Academia para reconocer a este director legendario. Debemos recordar que en sus anteriores películas no existía aún la Academia y ahora es su momento. Tengo la gran esperanza de que esto pueda ocurrir.

Y en cuanto a los demás, pues no quiero hacer quinielas. Ojalá también tuvieran reconocimiento los actores, Manolo Solo, Jose Coronado y Ana Torrent, sería un sueño. En fin, todos lo merecen, pero soy plenamente consciente de que competimos con otras grandes películas nada desdeñables.

Rubik: El sector ansía volver a ver otro trabajo de Erice. ¿Pretendéis trabajar en un nuevo proyecto?

C.S.: Aún queda mucho recorrido por caminar con Cerrar los ojos. Vamos poco a poco.