'Fallen Leaves' (imagen cortesía de Sputnik © Malla Hukkanen)

Crítica ‘Fallen Leaves’: Un otoño de ilusiones

enero 19, 2024
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Después de seis años huérfanos de la mirada melancólica de Kaurismäki, el director finlandés vuelve a sumergirnos en su particular cinematografía con Fallen Leaves, indiscutible ganadora del Premio Internacional del Jurado en Cannes y el gran premio FIPRESCI a mejor película del 2023. Por Belit Lago

‘Fallen Leaves’ (imagen cortesía de Sputnik © Malla Hukkanen)

La película, que encabeza muchas de las listas de lo mejor del año pasado, se abre con la presentación de la pareja protagonista: Ansa (Alma Pöysti), una mujer soltera que vive sola en un diminuto apartamento, trabaja en un supermercado donde cada uno de sus movimientos es analizado con lupa; Holappa (Jussi Vatanen), sumido en el círculo vicioso del alcohólico deprimido, comparte litera con sus compañeros de obra, y no encuentra mayor aliciente en su mundana existencia que gastar el poco dinero que gana perdiendo el conocimiento en bares de mala muerte.

A ambos los une la desidia, el gesto cansado y la monotonía de una vida aparentemente desperdiciada, en la que llegar a fin de mes se convierte en una lucha diaria que un sistema corrupto de explotación laboral se empeña en obstaculizar.

‘Fallen Leaves’ (imagen cortesía de Sputnik © Malla Hukkanen)

Kaurismäki persiste en la representación de la clase obrera finlandesa, convirtiendo su última película en un posible apéndice de su trilogía sobre el proletariado: Sombras en el paraíso (1986), Ariel (1988) y La chica de la fábrica de cerillas (1990), donde el director mostraba las desdichas de la clase trabajadora frente al voraz monstruo del capitalismo.

Asimismo ocurre en Fallen Leaves, donde los protagonistas saltan irremediablemente de trabajo en trabajo y en la que hay una evidente oposición entre asalariados y capos. Los primeros, conformes con contratos fraudulentos o la ausencia de estos, sufren la humillación constante por parte de los segundos. En una de las escenas iniciales, el encargado del supermercado despide a Ansa, que cuenta con el apoyo de sus compañeras, por tratar de llevarse comida en mal estado. En otra, el jefe de Holappa achaca la culpa de un accidente laboral al temerario comportamiento de su asalariado, aun sabiendo que la maquinaria empleada necesitaba una revisión urgente.

Aunque existen espacios comunes donde los helsinguinos comparten sus horas de ocio, como los bares, el cine o el karaoke, estos tienden a relacionarse muy poco entre ellos. En el bar donde puntualmente trabaja Ansa o al que acuden Holappa y su compañero a esperar que pase el tiempo, los planos frontales y habitualmente fijos muestran individuos hieráticos, cuya inexpresividad choca con la cultura de bar más mediterránea, donde a menudo hace falta hablar a gritos para mantener una conversación con tu compañero de mesa. La sociedad escandinava representada por Kaurismäki es fría y estoica, carente de cualquier tipo de dinamismo, pero satisfecha con ocupar un lugar cerca de la barra mientras escucha a una banda de pop electrónico a ritmo de unos casi imperceptibles movimientos de mentón.

Maustetytöt es el nombre del grupo finlandés que aparece a la hora de metraje, conformado por las hermanas Anna y Kaisa Karjalainen, cuya canción ‘Born in Sorrow and Clothed in Disappointment’, algo así como ‘Nací envuelta en penas y me visto con desilusiones’, parece ser el golpe mágico que necesita Holappa para tomar la decisión que lleva tiempo postergando: dejar el alcohol. La letra, con frases como “Noto como si el cemento me llegase a las rodillas”, describe perfectamente el trágico ambiente por el que se mueven los allí presentes.

‘Fallen Leaves’ (imagen cortesía de Sputnik © Malla Hukkanen)

Asimismo ocurre en el karaoke, lugar de encuentro de solteros y borrachos, donde los protagonistas cruzan miradas por primera vez. La decadencia envuelta en luces cálidas recuerda a la atmósfera de Cuba Libre (2014), musical donde Albert Serra homenajeaba al director alemán Fassbinder y a su actor Günter Kaufmann. En el corto, el foco de atención se encontraba sobre el escenario: la tristeza que desprendía el cantante resultaba hipnotizadora. En este caso, lo interesante se encuentra al otro lado: en esa masa homogénea con la mirada perdida, el derrotismo sobre los hombros y una cruda perspectiva de futuro teñida por acontecimientos tan desoladores como la guerra de Ucrania, que acompaña a ambos protagonistas a través de la radio, minimizando, de alguna manera, su propia desgracia.

Pese a la cadena de pequeñas fatalidades a las que se enfrenta el maravilloso tándem de Fallen Leaves, Kaurismäki dibuja un esperanzador final que sirve como irrupción de un futuro tocado por el atardecer otoñal. Un nuevo comienzo que, si bien queda impregnado por la nostalgia a la que nos tiene acostumbrados el cineasta, deja cierto espacio al optimismo. El determinismo es un invento de los conformistas y, en ocasiones, para seguir viviendo, es necesario tener un poquito de fe.

Ficha Fallen Leaves (2023)

Título original: Kuolleet lehdet

Dirección: Aki Kaurismäki

Guion: Aki Kaurismäki

Fotografía: Timo Salminen

Música: Pietu Korhonen

Montaje: Samu Heikkilä

Dirección artística: Ville Grönroos

Reparto principal: Alma Pöysti, Jussi Vatanen, Janne Hyytiäinen, Nuppu Koivu, Matti Onnismaa, Simon Al-Bazoon, Martti Suosalo

Productoras: Sputnik (Finlandia), Bufo (Finlandia) y Pandora Film (Alemania)

Distribuidora en España: Avalon Distribución

Fecha de estreno en España: 27 de diciembre de 2023