'Materialistas' (Sony Pictures)

Crítica ‘Materialistas’: Una romcom de altura

agosto 13, 2025
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Tras su première española en Atlàntida Mallorca Film Fest, Materialistas, la segunda película de Celine Song, cuya ópera prima consiguió dos nominaciones a los Premios Oscar, llega a nuestras salas con altas dosis de belleza, ostentación y altura, mucha altura. Por Belit Lago

‘Materialistas’ (Sony Pictures)

Si en Vidas pasadas (2023) —fuertemente aclamada por la crítica estadounidense—, la cineasta surcoreana presentaba una historia de crecimiento personal con tintes autobiográficos, donde las relaciones sexoafectivas envolvían una trama en tres tiempos, en Materialistas, el amor, concebido como una fórmula matemática, ocupa el centro del asunto.

Lucy —personaje que parece irle como anillo al dedo a Dakota Johnson— es una casamentera del siglo XXI: trabaja como asesora del amor, ayudando a quienes contratan sus servicios a encontrar a su media naranja. En busca de potenciales clientes, la joven conoce a Harry (Pedro Pascal), un guapo y riquísimo empresario que, en la jerga de las matchmakers, sería un unicornio, es decir, el hombre perfecto.

Aún ligada emocionalmente a su ex John (Chris Evans), intento de actor que se gana la vida trabajando en caterings, Lucy funciona como centro de este triángulo emocional, en un paralelismo cinematográfico con el que formaban Nora, su marido Arthur y su amor de la infancia Hae Sung en Vidas pasadas.

‘Materialistas’ (Sony Pictures)

La decisión de humanizar el algoritmo de Tinder, convirtiéndolo en un sucedáneo de mejor amiga que te presenta a alguien y al día siguiente te pide el parte, choca con la frivolidad con que se buscan las compatibilidades entre posibles parejas.

Las mariposas en el estómago ya no las mueve la ilusión o ese accidental encuentro de miradas, sino los centímetros —siendo 180 el mínimo deseable— y la cantidad de ceros en la cuenta corriente.

Como milenial, Song construye una película llena de caras guapas y lugares comunes, sin riesgos ni pretensiones artísticas, que podrá convencer sin esfuerzo a aquellos nacidos entre los ochenta y los noventa, pero que seguramente descoloque a las nuevas generaciones.

Ese engaño de relacionar el hecho de tener pareja con cierta estabilidad vital ya no es una preocupación del presente: los jóvenes de ahora se vinculan a través de otras estrategias y, por suerte, ya hace un tiempo que tales presiones no los abruman.

‘Materialistas’ (Sony Pictures)

Materialistas parece sacada de los dos mil: en discurso y en estética. No propone nada que no hayamos visto ya en las comedias románticas de principios de siglo con finales felices, ni tampoco ahonda demasiado en sus personajes —en especial en los masculinos—, sino que simplemente se antoja como una feel good movie que va proponiendo subtemas más o menos acertados: la sororidad, el acoso, la frustración laboral o la precariedad, que aun siendo mucho más interesantes que la trama principal, no acaban siendo explotados en ningún momento, simplemente se pasa por ellos de forma superficial.

Hay un plano en el que Lucy mira a John ante la puerta de su casa, frente a frente, que repite la composición de ese final de Vidas pasadas que a todos se nos quedó grabado en la retina. Una escena que nos rompió el corazón en su momento, y que lo hará de nuevo cada vez que volvamos a ella.

Esto no ocurre, sin embargo, con Materialistas, una romcom de manual que encuentra su mejor baza en la transparencia con la que es presentada. No ofrece nada más ni nada menos que lo que promete: pasar un par de horas rodeada de buen gusto, sonrisas profidén y muchos, muchos billetes.