Dónde se rodó ‘La Sociedad de la Nieve’

enero 24, 2024
por

Detallamos las localizaciones principales donde se rodó La Sociedad de la Nieve, la película de JA Bayona que ha sido nominada al Oscar a Mejor Película Internacional y se encuentra en el top mundial de visualizaciones en Netflix.

Rodaje en la montaña de Sierra Nevada © Quim Vives / Cortesía de Netflix

La quinta película de J.A. Bayona está basada en un caso real conocido como El Milagro de los Andes. En 1972, un avión que transportaba a un equipo de rugby uruguayo que iba a disputar un partido en Chile, se estrelló en plena cordillera de los Andes. De los 45 pasajeros, 29 sobrevivieron al accidente, teniendo que enfrentarse a uno de los entornos más hostiles del planeta para sobrevivir.

A pesar de que el primer objetivo de Bayona y las productoras del film, Belén Atienza y Sandra Hermida, era rodar en localizaciones reales, pronto quedó claro que hacerlo en el valle real donde se estrelló el avión (conocido como El Valle de Lágrimas) era inviable debido a la inaccesibilidad de la localización, dado que este se encuentra a 5.000 metros a nivel del mar entre las escarpadas montañas.

Sí se emplearon localizaciones reales de Uruguay para rodar las escenas previas al accidente, a través de las que conocemos a los integrantes del equipo en los días previos al accidente. También otras de Los Maitenes, el rancho al que fueron trasladados Nando Parrado y Roberto Canessa, dos de los supervivientes, cuando fueron rescatados tras su expedición a través de las montañas.

Sierra Nevada fue la localización elegida para recrear Los Andes

Una vez quedó claro que no se podría rodar en El Valle de Lágrimas, la directora de producción Margarita Huguet comenzó a buscar localizaciones que compartieran orografía y orientación solar con la ubicación del accidente, buscando el máximo grado de realismo. La localización elegida fue la Laguna de las Yegüas, ubicada en Sierra Nevada a 2.800 metros sobre el nivel del mar.

Esta localización fue seleccionada, según palabras de su productora Sandra Hermida, por «su gran parecido en versión reducida al lugar del accidente, su excelente situación geográfica y el soporte logístico que nos ofrecía la estación de esquí». Sin embargo, la adecuación del entorno para el rodaje no supuso que este fuera un camino de rosas: el propio Bayona y parte del equipo sufrieron mal de altura durante las primeras jornadas.

A pesar de que la localización seleccionada guardaba un alto grado de parecido con El Valle de Lágrimas, el equipo quiso dar un paso más en esa búsqueda de realismo y JA, Pedro Luque (director de fotografía) y Laura Pedro (VFX) se desplazaron a Los Andes con un equipo reducido para conocer de primera mano el lugar donde transcurrieron los hechos. Un viaje que sirvió para rodar los fondos reales que se integrarían posteriormente en los planos generales de la película y, en palabras de su director, «pedir permiso a los que no regresaron de la montaña para rodar la película».

Máximo realismo en la réplica del Fairchild FH-227D

Para replicar el fuselaje del avión de la fuerza aérea uruguaya se construyó una réplica exacta del avión real, diseñada al milímetro con el mismo tamaño del transporte original. Incluso se llevó a cabo en hierro y se dispuso con la misma angulación, ladeado e incómodo como quedó situado el real en la nieve.

Réplica del interior del fuselaje donde se cobijaron los supervivientes © Quim Vives / Cortesía de Netflix

Además del decorado que se ubicó en la montaña, el equipo contaba con varias réplicas ubicadas en los diferentes sets de rodaje, preparadas para rodar cuando las condiciones no lo permitían en el set de la montaña. Estas estaban situadas en una nave de construcción temporal al pie de la montaña, en la que también se preparó un plató con set virtual y un backlot en las proximidades de Granada.