Sandra Hermida: «‘La Sociedad de la Nieve’ es el resultado del rigor de todos los departamentos para dotar de máximo realismo a cada plano»

enero 24, 2024
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Teniendo en cuenta la repercusión del proyecto y el resultado final que se refleja en pantalla, no parece osado decir que La Sociedad de la Nieve (cuya nominación al Oscar a Mejor Película extranjera se confirmó ayer) entra directamente en el top de los proyectos más importantes en la historia del cine español. Rubik entrevista a Sandra Hermida, productora de la película junto a Belén Atienza, para conocer los entresijos de un proyecto tan ambicioso como arduo de desarrollar.

Por Miguel Varela

Sandra Hermida, productora de La Sociedad de la Nieve

Los casi diez años de trabajo transcurridos entre que comienzan las conversaciones sobre el proyecto y el estreno de la película ya están obteniendo los frutos del reconocimiento profesional. En esa línea destacan las 13 nominaciones a los Goya y la nominación al Oscar a Mejor Película Extranjera y en la categoría de Mejor Maquillaje y Peluquería. También ha estado, prácticamente desde su estreno, en el top mundial de visualizaciones en Netflix, productora de la película en colaboración con Apaches Entertainment, Telecinco Cinema, Benegas Brothers Productions, Cimarrón Cine y El Arriero Films.

Rubik: ¿Cuál fue tu primer contacto con el proyecto? Imagino que, desde el primer momento, se veía que el reto era mayúsculo…

Sandra Hermida:
Durante la fase de desarrollo y escritura de guión de Lo Imposible, JA encontró el libro de Pablo Vierci (La Sociedad de la Nieve), buscando historias de supervivencia reales. Aunque habíamos crecido con esta historia y creíamos conocerla, descubrimos leyendo el libro de Pablo que no solo no la conocíamos, si no que aún había mucho que contar desde la mirada de un cineasta tan excepcional como JA.

Rubik: Se tardó prácticamente una década en lograr la financiación para la película. ¿Cómo fue este proceso de ir incorporando apoyos y cuándo llegó el momento decisivo en el que considerasteis que podíais dar luz verde al proyecto a nivel económico?

S. H.:
A final del largo e intenso rodaje de Lo Imposible, opcionamos La Sociedad de la Nieve. Durante estos mas de diez años la industria cinematográfica mundial ha cambiado significativamente, desde el cambio en las asistencia a salas hasta la aparición de las plataformas de streaming. Financiar un proyecto con este nivel de ambición, con actores prácticamente desconocidos y en español era complicado. Belén Atienza, productora de todos lo proyectos de JA, buscó el mejor socio posible. Afortunadamente Netflix se apasionó con el proyecto y la visión de JA.

Rubik: El milagro de los Andes se ha contado muchas veces y con muchos enfoques. ¿Cuáles son las señas de identidad que el equipo marca inicialmente para el proyecto, para abordar a una historia tan mítica?

S. H.: Llevar a la pantalla el relato coral del libro de Pablo era esencial para nosotros. Contar la historia de las 45 personas que iban en aquel vuelo en Octubre de 1972, lo que vivieron, sintieron, compartieron y sufrieron. Compartir con el espectador la creación de La Sociedad de la Nieve que les permitió sobrevivir como grupo.

Buscábamos que todos, supervivientes y no supervivientes, tuvieran voz y presencia en el relato y poder transmitir del modo más riguroso y realista posible los 72 días que pasaron en la montaña.

El reparto, preparado para rodar en el decorado que recrea el Fairchild 571que se estrelló en los Andes
© Quim Vives / Cortesía de Netflix

Rubik: A diferencia del ¡Viven! de Frank Marshall, La Sociedad de la Nieve ofrece una mirada mucho más íntima, próxima al documental, con actores prácticamente desconocidos. ¿Qué otras herramientas se utilizan para realizar ese tipo de aproximación tan naturalista, desde la perspectiva de la producción?

S. H.:
En primer lugar, el exhaustivo trabajo de documentación hecho por todos los departamentos (arte, vestuario, maquillaje, peluquería, maquillaje especial, …) y especialmente por JA. Cada detalle en la pantalla está decidido específicamente obedeciendo tanto al rigor histórico como a la memoria de los supervivientes.

El realismo fue la variable esencial a la hora de diseñar la producción. Belén, JA y yo teníamos como objetivo rodar en la medida de lo posible en los sitios reales, cosa que conseguimos en un buen numero de las localizaciones en Uruguay y en los Maitenes. En el caso del valle real de los Andes (El Valle de las Lágrimas) era inviable rodar allí dada su inaccesibilidad (5.000 metros sobre el nivel del mar) excepto en helicóptero especializado en alta montaña. Margarita Huguet (Line Producer) buscó en ambos hemisferios un valle que compartiera orografía y orientación solar en del valle real. Nos decantamos por la Laguna de las Yegüas (2.800 metros) en Sierra Nevada dado su gran parecido en versión reducida al Valle de las Lágrimas, su excelente situación geográfica y el soporte logístico que nos ofrecía la estación de esqui.

En aras del realismo que nos guiaba, una vez escogido el valle en el que rodaríamos, JA, Pedro Luque (DOP) y Laura Pedro (VFX) se desplazaron al Valle de las Lágrimas con un equipo de montañeros expertos en escalada en alta montaña (Benegas Brothers) para conocer el lugar donde ocurrieron los hechos, rodar los fondos reales que usaríamos para componer los fondos de Sierra Nevada y crear la ilusión de estar en los Andes y, como dice JA, pedir permiso a los que no volvieron para contar su historia.

Respecto al decorado principal, el fuselaje era una replica exacta del avión real con el mismo tamaño, hechos en hierro e incluso angulado sobre la nieve del modo ladeado e notablemente incomodo que estaba el real, aunque teníamos varias replicas en diferentes set de rodaje, se priorizaba siempre que el tiempo nos lo permitía el rodaje en el set de montaña, aunque nos imponía restricciónes logísticas en número de equipo y con condiciones de rodaje mucho mas duras que en los otros dos sets: un nave de construcción temporal a pie de remontes en Pradollano que preparamos como un plató con un set virtual y un backlot exterior más cerca de Granada que utilizamos puntualmente con otras unidades de rodaje.

Otro elemento esencial fue rodar en la montaña de modo cronológico, imprescindible dada la gran perdida de peso progresiva que como le ocurrió a los personajes reales, y con ayuda de un equipo de Nutricionistas, tenían que llevar a cabo los actores.

La Sociedad de la Nieve es el resultado del rigor y el cuidado de cada uno de los departamentos del equipo en dotar del máximo de realismo a cada plano de la película, el esfuerzo de los actores tanto físico como psicológico abordando sus personajes entregándose literalmente en cuerpo y alma, asesorados en todo momento por Pablo Vierci y bajo la exigente dirección de JA.

JA Bayona junto a Matías Recalt y Agustín Pardella en la montaña © Quim Vives / Cortesía de Netflix

Rubik: La producción virtual está de moda y La Sociedad de la Nieve ha apostado por ella. ¿Qué partes de la película se han rodado aprovechando esta tecnología?

S. H.:
Utilizamos el set virtual para evitar los cromas, prácticamente solo los utilizamos en el accidente, cuando rodábamos en el interior del fuselaje en el plató efímero a pie de remontes. Básicamente se trataba de secuencias en el interior del fuselaje, muchas de noche, dada la imposibilidad de rodar en la montaña por la noche. Los fondos proyectados en las pantallas leds eran los fondos de los Andes.

Rubik: Habéis rodado el que para muchos es el accidente de avión más estremecedor de la historia del cine. ¿Cómo se consigue este grado de realismo? ¿Con qué socios contasteis para llevar a cabo esta escena?

S. H.:
El accidente fue la última fase del plan de rodaje y lo preparamos como un rodaje independiente con un equipo a medida para las necesidades que teníamos.El diseño parte de un animatic dirigido por JA en el que plasma la secuencia completa del accidente. Con el animatic como herramienta los departamentos correspondientes desglosaron las necesidades de cada uno para llevar a cabo cada plano, coordinados por dirección y producción.

Arte y construcción crearon un fuselaje que se adaptara a cada plano, en el que cada acción fuera posible. El fuselaje instalado sobre un gran mecanismo hidraúlico (gimbal), diseñado y construido por el equipo de SFX (Pau Costa) para recrear los dramáticos y violentos movimientos del avión, así como de todos los elementos de acción, incluido el impresionante “acordeón” de asientos y cuerpos. Cuerpos retorcidos creados por el equipo de maquillaje especial (DDT), combinados con el espectacular trabajo de los especialistas (The Stunt Club). Todo supervisado por el equipo de VFX (El Ranchito), responsables del resultado final de imagen con todo integrado. Acompañados por un equipo de fotografía, cámaras, eléctricos y maquinistas trabajando con una precisión milimétrica. Y acabando con el espectacular diseño de sonido y montaje. Un auténtico trabajo en equipo.

JA Bayona dirige al equipo en la montaña © Quim Vives / Cortesía de Netflix

Rubik: Una parte del rodaje se lleva a cabo en las montañas, en Sierra Nevada. En unas condiciones que dificultan un rodaje largo y duro de por sí. ¿Qué tipo de medidas hay que tomar cuando uno se enfrenta a un rodaje de estas características, que además incluye escenas de cierto riesgo?

S. H.:
Diseñamos un equipo especial para trabajar en la montaña. Nuestro equipo de localizaciones coordinaba a nuestros equipos de especialistas y producción con un equipo de montañeros, especializados en seguridad de montaña, y al equipo de la Estación, que se ocupaba de trasladarnos a la Laguna de las Yegüas en vehículos quitanieves que adaptamos para llevar pasajeros. La subida se hacía antes de abrir las pistas y la bajada una vez se cerraban.

Además de rodar en el valle, teníamos una unidad de alta montaña que se ocupaba de planos mas arriesgados en zonas y prácticamente inaccesibles. Unidad dirigida por un director noruego, ex-integrante del equipo olímpico de esqui noruego (Eivind Holmboe) .

Otra imagen del rodaje de La Sociedad de la Nieve, en Sierra Nevada © Quim Vives / Cortesía de Netflix

Rubik: Cuando un equipo rueda un proyecto tan potente, entiendo lo hace con la intención de que el resultado brille todo lo posible en pantalla grande. A pesar de haber tenido un estreno limitado en salas, durante la mayor parte de su trayectoria la cinta será visionada a través de streaming en los hogares. ¿Cómo valoras esta dicotomía?

S. H.:
Hacemos películas y como tales siempre las concebimos para verse en una pantalla de cine en una sala. En este caso tenemos la suerte de que puedan convivir las salas con que esté disponible en Netflix. La experiencia en la sala de la película es impresionante y el acceso a un público inmenso a través de Netflix abrumador.