Antonio y Anna Saura en el estreno de la restauración de 'Deprisa, deprisa' en Berlinale 2024.

Antonio Saura: «Creo en el cine en salas, pero no por imposición, sino porque cumple una función de vida social y entretenimiento fundamental»

marzo 6, 2024
por

La Berlinale acogió el pasado lunes 19 de febrero el estreno mundial de la versión restaurada en 4K de Deprisa, deprisa, el clásico de 1981 dirigido por Carlos Saura que ganó el Oso de Oro. Charlamos sobre aquel hito y otros temas de actualidad con su hijo Antonio, director general de Latido Films. Por Miguel Varela

Antonio Saura junto a su hermana Anna en la proyección de Deprisa, deprisa en la Berlinale 2024

Rubik: En este Berlinale se proyecta en Classics una versión restaurada de Deprisa, deprisa, dirigida por Carlos Saura. La película ganó el Oso de Oro. ¿Cómo lo vivió tu padre?

Antonio Saura:
Mi padre le debe mucho al Festival de Berlín. Su película La caza ganó el premio a Mejor Director. La siguiente, Peppermint Frappé, había sido seleccionada en Cannes pero cuando se cerró por mayo del 68, vino aquí a Berlín, que entonces se celebraba en el verano, y ganó también Mejor Director.

Ganar con Deprisa, deprisa significó un gran espaldarazo, sobre todo porque era un cambio de registro muy grande. Mi padre atravesaba un momento de cambio sentimental y personal. Se había separado de Geraldine Chaplin y estaba buscando temáticas nuevas y abrirse. Volvió casi a sus orígenes, a Los golfos.
El espaldarazo fue muy importante. Ese mismo año hace Bodas de sangre y ya empieza una nueva mirada hacia otras formas de hacer cine, que cambió casi radicalmente.

Rubik: El EFM de Berlín es uno de los grandes mercados de cine. Con la irrupción de las plataformas, ¿es complicado vender películas a cines? En los Goya se hicieron reivindicaciones del cine en el cine…

A.S.:
Hay un antes y un después del COVID. Ya había una tendencia de que las salas, de alguna manera, se iban a quedar más como un elemento de lanzamiento y marketing y que la explotación venía más adelante al llevar el cine a las casas. El COVID lo acelera.

Pero yo creo que las salas van a volver. No hay manera mejor de ver el cine que en una sala, es otro entorno distinto. Creo que las salas van a continuar, a lo mejor en cantidades un poco más reducidas, pero veo con enorme satisfacción que la gente sigue yendo. Es una experiencia distinta. Cuando tú puedes parar una película para hacerte un huevo frito, ya no tienes la misma experiencia que estar en una sala, en una butaca cómoda, viendo algo que tiene un tempo pensado.

Rubik: Además, es una aportación social que hace el cine muy necesaria porque estamos ante la generación con mayor problema de concentración de la historia, de capacidad de disfrutar de las cosas. En el cine, por lo general, uno desconecta y se sienta en una sala a ver una película.

A.S.:
Sabia reflexión, la suscribo. Hace poco ha salido un estudio de que los alumnos universitarios están empezando a no poder leer textos complicados. Evidentemente, tú puedes satisfacer esa demanda hacia lo fácil. Pero también está bien educar al público a que se concentre durante dos horas en una sala de cine en donde se relaja y donde además puede formar parte de un acto social.

Los centros comerciales están en crisis desde la irrupción de Amazon y más cuando los drones vayan a casa a traerte el paquetito. La sala de cine servía para arrastrar a la gente a hacer vida social en el centro comercial y la vida social en el centro comercial, en según qué zonas, sigue siendo importantísima. Yo sí creo en el cine en sala, pero no por imposición. Cumple una función fundamental de entretenimiento y no demasiado caro.

Rubik: A nivel de ventas internacionales, quiero preguntarte por la relación entre España y Latinoamérica. ¿Por qué hay un cierto rechazo allí al cine español? ¿Por qué no viaja demasiado bien allí?

A.S.:
Has apuntado a una cosa que a mí me tiene preocupadísimo. Creo que no solamente se necesitan políticas nuestras de los agentes de ventas, sino políticas institucionales.

Además, cada vez se produce más cine latinoamericano. Se produce mucho y muy bueno en cada país, así que tienen menos necesidad del extranjero. Luego, hay una serie de peculiaridades del cine español en cuanto a temática e idioma. Somos un poco más bruscos, utilizamos muchos tacos…

Somos más irreverentes y ellos son países más católicos. Hay una serie de cosas que el público latinoamericano puede tener un cierto rechazo, pero paralelamente a eso que me preocupa, también me preocupa que cada vez el público español quiere ver menos cine latinoamericano. Se está produciendo una separación cultural.

El cine es el gran puente cultural y debería analizarse esto. Las series se venden pero con las películas está siendo más difícil. Nosotros estamos orgullosísimos de la venta que hicimos de As bestas en Latinoamérica, que además está funcionando. Pero nos costó seis o siete meses luchar con el comprador y convencerle de que la compraran.

Rubik: Otro tema de máxima actualidad es que se ha mantenido el geo-blocking, que era una gran preocupación en el sector.

A.S.:
El gran reto ahora, y que ya se está negociando, es el tema de la propiedad intelectual y los royalties. Es un tema muy grande. ¿Por qué los productores y creadores de El hoyo no son millonarios con 90 millones de visionados en Netflix? Eso no pasaría si hubiera sido una televisión o si hubiera sido una comercialización.

Es un tema muy importante que tiene que ser abordado, como la IA y otra serie de temas. Es fundamental que haya esos royalties, aunque el acuerdo sea más o menos privado. En Estados Unidos lo han conseguido, porque tienen otros sistemas legales, pero no lo están haciendo en Europa.

Respecto al geo-blocking, es que en Europa tenemos un montón de nacionalidades, tropecientos idiomas y no sé cuántas culturas. No puedes hacer un espacio unido europeo sin que se cargue las culturas (…) Hay muchos temas que, una y otra vez, la Comunidad Europea pone sobre la mesa. Sería maravilloso poder decir que los europeos tenemos un mercado de 400 millones de habitantes para nuestras películas y circulan dentro. Pero la riqueza de la Unión Europea es la diversidad, eso es lo que nos hace más fuertes.

Rubik: ¿Cómo pinta el año para Latido Films y con las películas que lleváis?

A.S.:
Pinta muy bien. Toco madera. Tenemos la próxima película de Jim Sheridan (Re-creation), que es muy importante. Tenemos la nueva película de Isaki Lacuesta (Segundo premio), la siguiente de Julio Medem (8); tenemos Raqa, que es un peliculón que ha hecho Gerardo Herrero en Marruecos; tenemos Los pequeños amores de Celia Rico.

Es decir, tenemos un line-up que atrae a distintos tipos de compradores. En Berlín ya hemos cerrado algunas cosas y hay otras que no queremos cerrar hasta Cannes o Málaga. Porque también estamos guardando muchas para Málaga, que esperamos que siga siendo el gran mercado del cine español con sus Spanish Screenings.