'Vulcanizadora'

FICX: Crónica sobre las películas de la 62 edición

noviembre 27, 2024
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Finalizamos nuestra cobertura del Festival de Gijón 2024 con un repaso a las distintas películas visionadas durante el certamen. Por Juan Galarza

‘L’histoire de Souleymane’

Durante cinco días, RUBIK estuvo presente en el Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX). Además de asistir a las jornadas de FICXPRO dedicadas a la industria (puedes leer nuestro repaso a los proyectos del laboratorio SEMILLERU aquí y nuestro artículos sobre las actividades profesionales en este enlace), pudimos ver un total de 14 películas, cuya puesta en común puede servir para plantear un análisis sobre el estado del certamen en un año significativo de su dilatada historia.

El FICX se enfrentaba este año a un importante reto: estar a la altura de sus propias expectativas. El certamen asturiano planteaba en su 62ª edición un ambicioso cambio en su estructura al despedirse del disperso sistema de tres secciones oficiales para dar paso a uno más sólido compuesto por dos. Con esta reestructuración, Albar, hasta ahora a la sombra, debía convertirse en la sección estrella del festival, encargada de dar los premios principales y de acoger a los nombres internacionales más importantes, mientras que Retueyos se centraría en primeras y segundas películas.

Estas modificaciones, además de para concentrar la dotación económica de los premios, debían servir para construir una sección principal de renombre y fortalecer así la imagen del FICX de cara al exterior. En esa tarea, además, el certamen también debía construir alrededor de esta sección oficial un programa atractivo y que hiciese justicia al festival.

‘Scénarios ‘

En ese sentido, fue ejemplar el doble programa dedicado a uno de los mayores cineastas (o si le permiten la licencia a este cronista, uno de los mayores artistas en general) de la historia: Jean-Luc Godard. Dentro del fin de semana de apertura, el festival programó en la noche del domingo una proyección especial de Scénarios y Exposé du film annonce du film ‘Scénario’, las dos últimas obras (ahora parece que sí) del cineasta francosuizo, a las que acompañó de una exposición en el Centro de Cultura Antiguo Instituto con los cuadernos de Scénario.

La aflicción que puede despertar el visionado de los últimos coletazos de un genio coexiste con la admiración por un autor interesado hasta el final de sus días por ir un paso más allá en sus indagaciones y reflexiones sobre el cine. Todavía hoy, más de dos años después de su muerte, le seguimos echando mucho en falta.

Entre los asistentes a la proyección de las películas de Godard estaba Radu Jude. El director rumano, viejo conocido del FICX, presentó dentro la sección Albar la película Eight Postcards From Utopia, construida curiosamente a partir de una actividad muy propia de Godard: el acercamiento a un material audiovisual preexistente. Codirigida junto al filósofo Christian Ferencz-Flatz, la obra está elaborada a partir de spots televisivos de la Rumanía post-Ceaușescu dispuestos uno detrás del otro y organizados en distintos capítulos. Tan singular como divertida, la película sirve al mismo tiempo como documento etnográfico, sociológico e histórico, además de cómica celebración del arte del montaje cinematográfico. Una pequeña maravilla.

En la misma sección Albar, otro trabajo elaborado a través de la recuperación de archivo era Retaguardia de Ramón Lluís Bande, también un clásico del certamen. Interesado como siempre por la memoria histórica, el director asturiano fabula con la existencia de un cine propagandístico republicano en la Asturias de 1937, que lleva a la vida a partir de fotografías de Constantino Suárez, textos del diario Avance leídos por Federico Volpini y algún que otro recurso adicional.

Aunque las intenciones son muy nobles, la película es víctima de su propio concepto y apenas permite respiros o búsquedas propias para el espectador frente a una estructura unívoca, hermética y de un evidente didactismo.

‘Eight Postcards From Utopia’

La sección Albar del FICX sirvió también como lugar de estreno para algunos trabajos reconocidos en los principales certámenes internacionales. Fue el caso, por ejemplo, de L’histoire de Souleymane, drama social de Boris Lojkine premiado en Cannes con el premio del jurado de Un Certain Regard y el de mejor actor para su protagonista Abou Sangaré, a la postre reconocido también con el mismo galardón en el FICX. Actor natural, su presencia llena la grandísima parte de los planos de una película de ritmo tan trepidante como machacón, un ejercicio de cine de denuncia que, paradójicamente, ya es normativo en la cinematografía de autor europea.

Marcadamente opuesta es la apuesta narrativa y formal de Los malditos de Roberto Minervini, reconocida también en Un Certain Regard con el premio de mejor dirección. La Guerra de Secesión le sirve al cineasta italiano como escenario en el que plantear un mensaje antibelicista, tanto en su discurso como en su dimensión formal, a la que desprovee de toda épica y a la que llena de esperas y silencios. Hay algo sobrecogedor y embriagador en ese tiempo eterno de Minervini, pero también un manierismo malickiano algo cansino.

Frente a estos ejercicios de estilo algo subrayados, fue bastante refrescante en Albar la inclusión de una película como la estadounidense Vulcanizadora. Aunque los temas abordados por Joel Potrykus son de un existencialismo muy oscuro, el envoltorio de la película sorprende por su sencillez y por un humanismo melancólico que inesperadamente deviene entrañable.

‘Vulcanizadora’

Tú me abrasas de Matías Piñeiro, al igual que Vulcanizadora, está grabada en 16 mm pero se distancia de la calidez vintage para acercarse al lenguaje del video-ensayo más experimental. Tras sus incursiones en la obra de Shakespeare, ahora el director argentino se interesa por Pavese y los poemas de Safo, a los que acompaña de imágenes a modo de rimas dentro de sus habituales juegos metafílmicos. El resultado es sugerente, por momentos, especialmente cuando juega con el lenguaje, pero como suele ocurrir con su autor, la balanza se decanta más por lo cerebral que por lo emocional.

Otro nombre destacado en Albar era el del danés Gustav Möller, que estrenaba en España Condenados, su nueva película seis años después del éxito de The Guilty. El foco está puesto como en aquella en una figura vinculada al ejercicio de la ley y del orden, una funcionaria de prisiones en este caso, cuya rectitud y buen hacer se ven comprometidos cuando los fantasmas del pasado le acechan. Desprovista de la unidad espacial de The Guilty pero manteniendo la mayor parte de la acción un espacio cerrado, la película se sostiene por el duelo actoral de sus protagonistas, pero se desinfla con el paso de los minutos.

‘Condenados’

Otra importante decepción fue When The Light Breaks, la nueva obra de otro nombre potente, Rúnar Rúnarsson. La película, que parte de una premisa descorazonadora, pierde todo su intimismo en su enviciamiento de imágenes aesthetic, pretendidamente poéticas, y en un desarrollo narrativo desconcertante. El resultado termina siendo incluso algo frívolo.

El mal trago de esa mañana en las proyecciones para la prensa de la Escuela de Comercio fue compensado por By The Stream, la nueva creación del incansable Hong Sang-soo que fue, además, reconocida con el premio a la mejor película. Frente a películas de gestos subrayados, la austera y singular praxis del realizador coreano encandila aún más si cabe. Manteniendo las señas identificativas de su obra pero alejándose ligeramente de las formas relajadas de sus trabajos más recientes (es su obra más larga en años), construye un relato complejo, irónico y en última instancia bastante conmovedor sobre las vicisitudes de los vínculos humanos y artísticos.

Hubo doblete del director en el FICX con la proyección de Necesidades de una viajera en Esbilla, pero al igual que con otras películas de Albar (Dumont, Mouret, Simon o el premiado Glasner), nos quedamos con las ganas de disfrutarla.

‘L’ edat inminent’

Sí pudimos ver en Retueyos el documental de Marie Losier, Peaches Goes Bananas, sobre la cantante Peaches. Aunque llamativo en primera instancia, su esquematismo y la manifiesta cercanía afectiva entre la directora y la protagonista, hace que derive en una hagiografía algo plana.

En la misma sección se presentó Fogo do Vento, interesante y simbolista ópera prima de Marta Mateus con una marcada vinculación con el cine de Pedro Costa (además de las ya evidentes) en sus manifestaciones históricas en formas de fantasmagorías.

Finalmente, otro debut que pudimos ver, esta vez en FICX Premiere, fue L’ edat inminent, primer largometraje del colectivo Vigília, compuesto por seis graduados de Comunicación Audiovisual de la Pompeu Fabra. En su sencillez y honestidad despierta la curiosidad por ver qué caminos pueden transitar en el futuro próximo sus miembros, juntos o separados, pero quizás ya más liberados de la rigidez academicista.