Miguel Anaya: “Para que el crecimiento de rodajes siga siendo sostenible, es vital que el localizador participe de principio a fin”

abril 26, 2024
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El pasado mes de septiembre se presentaba en la 71ª edición del Festival de San Sebastián ALOMAD, la Asociación de Localizadores de Madrid. Asociación que nació con el objetivo de garantizar las buenas prácticas en la profesión, garantizar pautas para un servicio de calidad y actuar como representante ante las administraciones de la región. Analizamos junto a su presidente cómo han sido sus primeros meses de actividad. Por Miguel Varela.

Miguel Anaya, presidente de ALOMAD

Rubik: En la pasada edición del Festival de San Sebastián se presentó ALOMAD, ¿Cuáles fueron las causas que impulsan su creación?

Miguel Anaya: Por una parte, porque desde las instituciones públicas, tanto Ayuntamiento como Comunidad de Madrid, nos venían pidiendo un interlocutor válido para tratar los temas relativos a los localizadores. Veníamos comentando la necesidad de su creación desde la pandemia, cuando salen las resoluciones extraordinarias referentes a los rodajes en Madrid, no se podía grabar en zonas confinadas… en aquel momento todo se solucionaba a través de un grupo de WhatsApp que teníamos los localizadores. Íbamos comunicando los problemas que nos surgían a las instituciones, yo acudí como invitado a título personal a mesas de trabajo que se organizaron y trasladaba los problemas y las soluciones a cada parte. Pero todo eso era muy raro, hacía falta un interlocutor oficial y válido y nos pusimos en marcha para crear la asociación.

Y no sólo para comunicarnos con las instituciones públicas, también de cara a las asociaciones de vecinos, por ejemplo. Cuando tiene lugar un rodaje importante, ocupamos espacios grandes, las calles se llenan de camiones, hay muchísima intervención a nivel de decorados, iluminación, cortes de tráfico… para gestionar esto de un modo más sostenible para todos hay que trabajar unidos.

Rubik: ¿Cómo han sido estos primeros meses de trabajo?

M. A.: Todavía estamos arrancando, es la primera vez que se hace algo así en Madrid. Principalmente estamos enfocados en sentar unas bases comunes. Hasta el momento, los departamentos de localizaciones habían trabajado con pautas muy distintas dependiendo del tipo de proyecto, sin un orden. Y no sólo dentro de Madrid, sino con respecto a los rodajes que se hagan en Barcelona, Valencia o Málaga. Cada uno trabaja a su manera, muchas veces en función de lo que diga cada jefe de producción.
No se trata de hacer un traje con una única medida para todos, porque eso jugaría en nuestra contra, pero sí de establecer unas reglas del juego que podamos seguir todos y a partir de ahí desarrollar nuestro Plan A, el B… y luego hacer un seguimiento del desarrollo del rodaje, que es un punto en el cual se falla mucho.

Muchas veces desde producción se tiene en cuenta al localizador sólo para entonces la localización y conseguir los permisos, pero no para hacer un seguimiento del rodaje, lo cual es un foco potencial de problemas para el desarrollo de los proyectos. Para garantizar la preservación de la localización durante el rodaje y los intereses de todas las partes, productores, ciudadanía e instituciones públicas, se debe contar con el localizador hasta el final.

Porque en un rodaje es muy fácil que surjan necesidades sin previo aviso, de un día para otro. Por ejemplo, el director se inventa un encuadre nuevo, estaba planificado un plano medio y ahora vamos a rodar un general -lo cual es algo muy habitual-, pues más allá de lo que tengas preparado, eso puede tener unas implicaciones bastante salvajes que hay que afrontar. O tú has pactado grabar la fachada de un edificio, pero de repente los eléctricos necesitan poner un cable extra o arte colocar un barrote, pues eso afecta a la comunidad de vecinos, que al fin y al cabo son personas y hay que velar también por sus intereses, cumplir con la legalidad y con lo que se tenía pactado previamente.

Todos entendemos que un rodaje va evolucionando orgánicamente, pero si eso es así, la planificación y el background que se han preparado también tienen que hacerlo.

Rubik: ¿Se está trabajando en la elaboración de una normativa que permita unificar esos procesos?

M. A.: Sí, pero va a ser un proceso lento. Porque probablemente somos el departamento más intangible de todos y también del que hay mayor desconocimiento. Creo que somos los únicos a los que nos dan unas referencias, un guion… y esperan tener a las 21:00 de esa misma noche una carpeta de Dropbox las localizaciones perfectas. Estamos en ello, porque como te decía hasta ahora hemos ido cada uno trabajando a nuestra manera. Pero la idea es acabar teniendo una normativa única y una asociación que englobe a todos los localizadores de España para trabajar todos de la misma forma, igual que lo hacen en Reino Unido o en Estados Unidos.

Rubik: En un escenario ideal, ¿cómo evoluciona la figura de un localizador a lo largo de una producción? ¿En qué punto se suele incorporar al proyecto y en qué momento sería adecuado que terminara?

M. A.: Estamos desde el inicio del proyecto, literalmente. Hay muchas veces que yo me incorporo antes que el director de producción. Nos llaman muy al principio porque de las localizaciones va a depender todo lo demás. Y una vez que hemos encontrado las que se ajustan a los criterios estéticos, afinamos otra vez la búsqueda dependiendo del plan de rodaje.

Una vez que los espacios están definidos, gestionamos toda la parte burocrática de gestión de permisos, búsqueda de espacios auxiliares, contactamos con los proveedores de nuestro departamento para coordinar la señalización, la colocación de vallas, los blockers y peonadas. También coordinamos la obtención de permisos y la elaboración de contratos con las comunidades de vecinos e instituciones -que suelen tener varias aristas por ambas partes y han de ser revisadas por el departamento jurídico-, súmale la gestión de facturas, de los certificados de estar al corriente con Hacienda y Seguridad Social… y multiplica todo esto por más de cien localizaciones. Es un auténtico trabajazo invertido, aún en los pocos casos en los que todo va rodado.

Rubik: Y más en un proceso, como son los rodajes, sujeto a actualizaciones continuas.

M. A.: Imagínate que yo cierro una localización, hay acuerdo en lo artístico y pongo en marcha todas las gestiones. Pero hay un cambio y ya no se rueda en la fecha prevista, hay que cambiarla. Pues todo ese trabajo que yo he hecho es posible que ya no valga. Tal vez lo que me han autorizado para la fecha inicial, para la segunda ya no es posible por el motivo que sea.

Y si todo se cierra y llegamos al rodaje, el localizador está siempre pendiente de recepcionar a todas las unidades que dependen de él, situarlas adecuadamente, atender a los vecinos e incluso tratar con la policía si procede. Chequeamos que la señalización esté bien puesta, que las localizaciones abran a su hora… y a veces lo hacemos en varios rodajes a la vez.

Para que el crecimiento de los rodajes sea sostenible, es vital que el localizador participe en ellos de principio a fin. Si no, con el volumen de rodajes que tenemos actualmente en Madrid, cualquier mínimo problema genera un embudo, un efecto dominó que termina perjudicando a todas las partes.

Rubik: Durante la presentación de ALOMAD, explicasteis que uno de los principales objetivos de la asociación era implementar un código de buenas conductas… ¿a qué os referíais exactamente con esto?

M. A.: Implicaría varias cosas. Por ejemplo, en lo referente a las administraciones públicas, que establezcamos cuántos y cuáles son los permisos exactos que se van a necesitar para rodar. Porque una cosa es cubrirse, pero hay producciones que te colapsan, te encuentras pidiendo 40 o 50 permisos y al final únicamente son necesarios dos. También con respecto a la ciudadanía, establecer cuáles son nuestras obligaciones hacia ellos, de modo que podamos rodar ocasionándoles el mínimo de inconvenientes. Y por último, hacia las productoras, establecer una serie de condiciones básicas, relativas a nuestras condiciones laborales. Por ejemplo, en relación a la cantidad de horas que podemos dedicar a un rodaje sin que se incremente el volumen de personal, o el número de kilómetros que podemos conducir en un día sin que suponga un peligro.

En este sentido, nos ha llamado la atención que en la redacción del nuevo Convenio colectivo de técnicos del audiovisual se han reflejado todos los departamentos pero los localizadores no, cuando para nosotros era algo imprescindible para avanzar con este proceso de regulación. Desde la Junta Directiva de la ATPF (Asociación de Técnicos de Publicidad y Ficción) hemos participado en varias mesas de trabajo al respecto junto a otras muchas asociaciones y profesionales, pero a día de hoy no sé explicar por qué no hemos sido incluidos en este documento. Estamos trabajando para subsanarlo.

Rubik: En una Comunidad en la que el volumen de trabajo para vosotros se ha multiplicado en los últimos años como es Madrid. ¿Cómo es vuestra relación con las instituciones?, ¿Cuáles dirías que son los puntos fuertes de rodar en la capital?

M. A.: La verdad es que tenemos una gran relación tanto con Madrid Film Office, la oficina del Ayuntamiento, como con Film Madrid, la de la Comunidad. Ambas tienen un papel de coordinación importante en un porcentaje muy alto de todo lo que se hace en Madrid. No sólo en cuanto a los permisos, los cuales han agilizado mucho, también en lo relacionado con medio ambiente, carreteras o el metro. También tengo que citar aquí a Castilla la Mancha Film Commission, porque si se da el caso de que nos vamos un poco al norte y toca pisar Segovia, también están ahí para ayudarnos. Nos sentimos muy apoyados por las Film Commissions.

En cuanto a los puntos fuertes, te podría decir que en Madrid podemos recrear cualquier tipo de localización que se te ocurra. Tanto si quieres grabar una escena que tiene lugar en plena naturaleza salvaje, en Benidorm, en un entorno industrial o un distrito financiero, la variedad de localizaciones es brutal y todo muy bien conectado por carretera o transporte. Y, por supuesto, nuestro tejido en cuanto a técnicos cualificados es de primer nivel mundial. Si ruedas en Madrid tendrás todas las opciones que puedas imaginar para cubrir todos los puestos del rodaje con empresas y profesionales sobradamente preparados.