El papel de los drones en la revolución cinematográfica

noviembre 25, 2024
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En la última década, la industria cinematográfica ha experimentado una transformación tecnológica sin precedentes, donde los drones han jugado un papel fundamental. Estos dispositivos se han convertido en herramientas esenciales en el set de rodaje, ofreciendo perspectivas que antes eran impensables sin el uso de costosos helicópteros o grúas. Por Martín Esquivel, Airmedia360.

En la última década, la industria cinematográfica ha experimentado una transformación tecnológica sin precedentes, donde los drones han jugado un papel fundamental. Estos dispositivos se han convertido en herramientas esenciales en el set de rodaje, ofreciendo perspectivas que antes eran impensables sin el uso de costosos helicópteros o grúas. 

Pueden capturar tomas aéreas estabilizadas, seguir a alta velocidad a objetos o personas en movimiento, acceder a lugares peligrosos o inaccesibles para un equipo humano, incorporar equipamiento para iluminación de set e incluso capturar representaciones 3D para VFX en postproducción.

Los drones son aeronaves y tienen su régimen jurídico

De la misma manera que la potencialidad del servicio lo consolida como algo de alto valor añadido, también se deben tener en cuenta matices que son consideradas externalidades, como la normativa vigente. Los drones no dejan de ser aeronaves y están sometidas a las regulación de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA). Europa cuenta con una de las normativas más estrictas en materia de operaciones profesionales con drones.

Sin duda, la regulación del uso de drones es un aspecto crucial que los productores deben tener en cuenta. El Gobierno de España implementó un nuevo marco regulatorio que entró en vigor en enero de 2024 a través del Real Decreto UAS 517/2024, para adaptarse a los estándares regulatorios europeos promoviendo la estabilidad y seguridad jurídica. Sin embargo, las normativas están en constante evolución, y es fundamental que los productores se mantengan actualizados sobre cualquier cambio que pueda afectar sus operaciones.

En general, algunos puntos claves de la normativa incluyen:

  • Registro obligatorio: los operadores de drones deben registrarse ante la autoridad nacional correspondiente si utilizan drones equipados con cámaras o sensores capaces de capturar datos personales.
  • Categorías de operación: la categoría abierta permite operaciones de bajo riesgo sin autorización previa, siempre que se cumplan ciertos requisitos.
  • Espacio aéreo controlado: operar en espacios aéreos controlados requiere autorizaciones específicas.
    Dos zonas importantes son:
    • CTR (Control Traffic Region): es un área de espacio aéreo controlado que rodea un aeropuerto importante. Las operaciones de drones dentro de un CTR requieren coordinación y aprobación de las autoridades aeronáuticas para garantizar la seguridad del tráfico aéreo comercial.
    • ATZ (Aerodrome Traffic Zone): es una zona establecida alrededor de un aeródromo para proteger el tráfico en las fases de despegue y aterrizaje. Volar drones en un ATZ también requiere permisos especiales y coordinación con el control de tráfico aéreo local.
  • Formación y certificación: los pilotos de drones deben completar una formación y obtener una certificación que acredite su competencia para operar de manera segura.

Es imprescindible que los productores consulten con operadoras de drones nacionales que ofrezcan garantías suficientes o con empresas especializadas en consultoría aeronáutica, ya que las sanciones no son ninguna broma, las multas pueden llegar a los 4.500.000 de euros.

Lo que hay que tener en cuenta para escoger el dron ideal

Es fundamental que los productores conozcan en profundidad la tecnología de drones y los parámetros importantes para seleccionar el equipo adecuado para una producción. Estas nociones implican considerar factores como la capacidad de carga, la autonomía de vuelo, la compatibilidad con diferentes cámaras y sensores, las condiciones meteorológicas esperadas durante el rodaje—como vientos fuertes, lluvia o temperaturas extremas que pueden afectar significativamente el desempeño del dron y la calidad de la imagen—y la zona de vuelo planificada, ya que el entorno operativo determina qué tipo de dron es más apropiado.

Además, la integración de tecnologías avanzadas ha dado lugar a drones especializados, como:

Drones de iluminación: equipados con potentes focos de luces LED, estos drones permiten iluminar escenas desde ángulos inusuales o difíciles de alcanzar. Son especialmente útiles en tomas nocturnas o en lugares remotos donde el montaje de equipos de iluminación tradicionales sería complejo. Los drones de iluminación pueden crear efectos lumínicos dinámicos, como simular el movimiento de la luz solar, explosiones o generar patrones de sombras creativas.

Drones para VFX con cámaras LIDAR: la tecnología LIDAR (Light Detection and Ranging) permite capturar datos tridimensionales precisos del entorno. Los drones equipados con cámaras LIDAR son una herramienta valiosa para los efectos visuales (VFX), ya que facilitan la creación de mapas 3D del set que pueden ser utilizados en postproducción para integrar elementos digitales con mayor realismo. Especialmente útil en la creación de entornos virtuales y en la combinación de imágenes reales con esos elementos generados digitalmente.

Las ventajas también son económicas

La capacidad de los drones para realizar tomas complejas en continuo movimiento permite a los cineastas expandir su visión artística y narrativa, convirtiéndose en un servicio esencial en cualquier rodaje de nivel, no solo desde la perspectiva narrativa sino también desde la eficiencia de costes. 

Se trata de un servicio que es sustitutivo -y como poco complementario- de los helicópteros, grúas, focos fijos, cabezas calientes, camera car así como de todo tipo de steady. Suponen además una reducción en los costes de producción ya que reducen las necesidades de material y ofrecen agilidad a la hora de cambiar de localizaciones.

Las unidades de dron en proyectos audiovisuales están compuestas por equipos especializados y cualificados de dos a cuatro personas: piloto, operador de cámara y auxiliar/observador, según las necesidades de cada rodaje y el tipo de aeronave que se vuele (unidad pesada o ligera), dotando de una versatilidad inédita en los equipos de especialistas.

Por otro lado, algunas consideraciones incluyen:

La necesidad de tramitar permisos y autorizaciones: obtener las autorizaciones necesarias para volar en determinadas áreas puede implicar costos adicionales y tiempo de gestión. Esto es particularmente relevante cuando se planea volar en espacios aéreos controlados como CTR y ATZ.

Seguros: es fundamental contar con seguros que cubran posibles daños a terceros y al equipo, especialmente cuando se operan drones de alto valor o en entornos complejos. 

Planificación de vuelos: la coordinación con las autoridades aeronáuticas para evitar interferencias con el tráfico aéreo y respetar las restricciones en zonas controladas es esencial. Esto puede requerir la contratación de especialistas en gestión del espacio aéreo.

Las operadoras de dron profesionales incluyen en sus servicios un seguro de responsabilidad civil con coberturas suficientes y con la posibilidad de ser ampliadas a cantidades millonarias; por otro lado, también suelen ofrecer, a través de servicios integrados en su propuesta, la coordinación con las autoridades aeronáuticas. En casos más amateurs, se suelen externalizar en otras empresas especializadas.

‘Aterrizando’ el uso de drones en el mundo real

Tanto películas como Den of Thieves 2: Pantera, Stallone RAMBO: Last Blood o Line Walker 2: Invisible Spy y series como 1992 (Netflix), Tom Clancy’s: Jack Ryan (Prime Video) o The Witcher (Netflix) han utilizado drones para capturar secuencias aéreas de acción que en otra época hubieran requerido helicópteros. En The Room Next Door, los drones fueron usados para enriquecer narrativamente la nueva obra de Pedro Almodóvar facilitando los planos aéreos de Tilda Swinton y Julianne Moore en una zona boscosa, proporcionando una dinámica visual impresionante a un costo significativamente menor que los métodos considerados tradicionales.

En producciones más recientes, los drones de iluminación han sido empleados para crear efectos luminosos innovadores. Por ejemplo, en Apocalipsis Z (Prime Video), estrenada a finales de octubre, se utilizaron drones equipados con luces para simular fuentes de luz ambiental en una narrativa apocalíptica, añadiendo atmósfera a las escenas.

Asimismo, los drones con cámaras LIDAR son fundamentales en películas donde la captura detallada de entornos permite la creación de escenarios digitales que replican con precisión el mundo real, mejorando la integración entre elementos reales y generados digitalmente.

Sin duda, los drones representan una herramienta poderosa que, cuando se utiliza con conocimiento y responsabilidad, eleva la calidad y eficiencia de las producciones audiovisuales tanto en ficción como en publicidad. 

Gracias a la gran cantidad de ejemplos de producciones exitosas que han incorporado drones en sus proyectos, se demuestra el valor añadido que aportan estos dispositivos, no solo en términos estéticos sino también en posibilidades narrativas, ofreciendo experiencias visuales más inmersivas y dinámicas.

Se puede afirmar que los drones han pasado de ser «el juguete nuevo» en los sets de rodaje a convertirse en unidades esenciales de especialistas. 

Con el continuo avance tecnológico y la creciente demanda de tomas innovadoras, es probable que pronto veamos la figura del «Director de Fotografía Aérea» como un rol novedoso en las producciones audiovisuales a nivel mundial.