En el madrileño barrio de Malasaña se encuentra LaPalma52 Sound. Un estudio de postproducción de sonido de carácter internacional que ha puesto su sello en obras que van desde el cine independiente a grandes producciones de streaming, siendo la más reconocible La Casa de Papel, para Netflix. Un trabajo que marcó, en sus palabras, «un antes y un después para nosotros y nos hizo crecer en todos los sentidos».
Nos adentramos en las particularidades de su trabajo de la mano de su responsable, José Ignacio Arrufat. Por Miguel Varela.
Rubik: ¿Cómo se enfoca un trabajo desde la postproducción de sonido para aportar ese toque diferencial de personalidad?
José Ignacio Arrufat: Nos gusta pensar que cada proyecto es una nueva aventura, un nuevo reto. Nuestra identidad se basa en darle vida al sonido de manera que realmente refleje la esencia de la historia. Lo más importante es tomarte el tiempo necesario para entender qué es lo que la dirección y producción ejecutiva quieren transmitir y luego nos ponemos manos a la obra para crear una experiencia sonora que le dé ese toque especial. Nuestro objetivo es que el sonido no solo acompañe a las imágenes sino que también las enriquezca, haciéndolas más potentes y emotivas.
Rubik: ¿Hasta qué punto una buena edición y postproducción de sonido puede aportar a nivel creativo a una obra y no sólo técnico?
J.I.A.: El sonido es una herramienta increíblemente poderosa para ayudar a contar historias. Maneja la emoción. Un buen diseño de sonido, no solo mejora la calidad técnica de la obra, sino que también puede aportar muchísimo a nivel creativo. Por ejemplo, podemos usar el sonido para crear tensión, sorpresa o incluso para contar una historia dentro de la historia. En nuestro estudio, vemos el sonido como una parte fundamental de la narrativa, no solo como un complemento técnico, y eso es lo que ofrecemos a los directores, creadores y productores ejecutivos. Nos encanta experimentar y ver hasta dónde podemos llevar la creatividad para que cada proyecto tenga una identidad sonora propia.
Rubik: ¿Cuáles son los principales retos a los que os enfrentáis habitualmente cuando recibís un proyecto después del montaje?
J.I.A.: Cuando nos llega un proyecto después del montaje, el primer reto es asegurarnos de que todo encaje a la perfección. A veces, el sonido original puede no estar en las mejores condiciones, y ahí es donde entramos nosotros para arreglarlo y darle vida. Otro reto es trabajar contra reloj, ya que muchas veces los tiempos son ajustados. Pero nos encanta este desafío porque nos empuja a ser más creativos y eficientes. Al final, lo importante es que el producto final cumpla con las expectativas y, si podemos, las supere.
Me encanta solucionar problemas con las herramientas sonoras que tenemos en la sala de mezclas y ver cómo ayuda al director con la narrativa. Es muy satisfactorio y emocionante.
Rubik: Habéis trabajado mucho con plataformas, ¿Cuáles son las particularidades de realizar la postproducción de sonido para una gran serie de un gigante del streaming?
J.I.A.: Trabajar con las grandes plataformas de streaming como Netflix es una experiencia muy exigente y, sin embargo, acaba siendo algo muy gratificante. Tienen estándares muy altos en cuanto a calidad de sonido, así que cada detalle cuenta. Además, con La Casa de Papel sabíamos que iba a ser visto en todo el mundo, por lo que tuvimos que asegurarnos, y conseguimos, estar a la altura de las grandes producciones mundiales. Todo esto nos permite mantenernos al día con las últimas tecnologías y adaptarnos a las exigencias de una audiencia internacional.
Con toda esta experiencia con las grandes plataformas internacionales estamos capacitados para abordar producciones nacionales e internacionales de cualquier envergadura. De hecho vamos a colaborar próximamente en una producción muy grande a nivel mundial.
Rubik: ¿Cómo ha evolucionado el proceso de postproducción de sonido desde tus comienzos en la profesión hasta ahora?
J.I.A.: El proceso de postproducción de sonido ha cambiado muchísimo desde que empezamos. Antes, todo era mucho más manual y analógico, lo que tenía su encanto, pero también sus limitaciones. Hoy en día, con las herramientas digitales y los avances en tecnología, podemos hacer cosas que antes eran impensables: trabajar en entornos inmersivos, utilizar inteligencia artificial para mejorar la calidad del sonido, las posibilidades son casi infinitas. Sin embargo, aunque la tecnología ha evolucionado, la esencia sigue siendo la misma: contar historias a través del sonido de la manera más impactante y emocional posible.
Intentamos marcar la diferencia ofreciendo ese toque especial en las mezclas y en el diseño de sonido en general, y eso las máquinas por sí solas, no lo pueden ofrecer.
Rubik: ¿Hacia dónde puede seguir evolucionando el sonido a nivel técnico para generar nuevas experiencias y sensaciones en el espectador?
J.I.A.: El futuro del sonido pinta muy bien. Con avances como el audio inmersivo Dolby Atmos, se están ya ofreciendo experiencias que hacen que el espectador se sienta realmente dentro de la historia. Además, la inteligencia artificial facilita procesos que antes eran muy laboriosos, permitiéndonos dedicar más tiempo a la parte creativa. En LaPalma52Sound, siempre estamos atentos a estas innovaciones para poder ofrecer lo último en tecnología de sonido a nuestros clientes y crear experiencias auditivas que dejen huella.
