La supervisión de postproducción, una figura a poner en valor

agosto 1, 2024
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Rubik ha charlado con Beatriz Gómez Montero, supervisora de postproducción en Zeta Studios, para conocer más sobre esta profesión que hasta hace pocos años era muy poco habitual y que ahora se ha convertido en esencial para el sector audiovisual. Por Miguel Varela

Beatriz Gómez Montero

Beatriz Gómez Montero ha trabajado en Zeta Studios como supervisora de post-producción en series co-mo Élite, Reyes de la noche, Días mejores y Red Flags. Lidera un departamento de postproducción en la compañía que consta de tres personas. “Un logro en España”, nos dice.

Previamente, Gómez Montero ha ejercido de coordinadora de postproducción en empresas como El Ranchito (estuvo en la época de Juego de Tronos), Free Your Mind, Landia o Morena Films. Durante la conversación con ella, destaca su interés por reivindicar el cargo de supervisión de postproducción.

Según asegura, “la figura del supervisor de postproducción es bastante controvertida, sobre todo en España. A los directores de producción y a los productores ejecutivos todavía les cuesta asimilar esta faceta. Les cuesta mucho dividir un proyecto en producción y postproducción”.

En su opinión, “un director de producción se debería encargar de toda la parte de producción, evidentemente, mientras que un supervisor de postproducción se debería encargar de toda la parte de postproducción, pero al mismo nivel que un director de producción”.

No se trata más que de “poner en valor este trabajo” y adjudicar “las responsabilidades que debemos tener, porque muchas veces la gente siente que le estamos quitando funciones”. Ella niega que sea así, sino que simplemente es un nuevo puesto, además de que le gustaría que “se valorase más la postproducción en general”.

En ese sentido, Gómez Montero hace mención al clásico ‘esto se soluciona en postproducción’: “Sí, solventamos problemas, pero el planteamiento no es ese. En Estados Unidos y Reino Unido, más allá de que tengan mucho más presupuesto, se hacen preproducciones mucho más largas y con ese diseño se puede hacer una mejor planificación tanto en rodaje como en postproducción”.

© SGO Mistika

LAS FUNCIONES DE LA SUPERVISIÓN DE POSTPRODUCCIÓN

Pero primeramente, habría que definir cuáles son las funciones principales de un supervisor de postproducción. Una de sus funciones principales es “manejar todo el presupuesto de la postproducción”. Según recalca, “es lo que se les debería permitir, pero no siempre sucede así”.

Otra función importante es manejar todo el calendario de postproducción y hacer todo el planteamiento de la postproducción de la película. ¿Qué significa esto? “Que deberíamos estar incorporados, que esto no siempre sucede, desde la preproducción porque evidentemente en esa fase se marca el diseño del proyecto de manera global, desde el principio hasta el final”, asegura.

Según indica Gómez Montero, “no puedes preparar el rodaje sin prevenir toda la parte que viene después, que es igual de importante. Muchas veces sucede que se nos incorpora tarde y muchas cosas no están previstas. Hay cosas que pueden tener solución pero hay otras que no, porque son de rodaje o previas a rodar”.

El supervisor de postproducción gestiona equipos humanos y los departamentos que se encargan de la postproducción (montaje, VFX, sonido, música, subtítulos, grafismos, etcétera) con el objetivo de que “las cosas se hagan en tiempos y dentro del presupuesto que tenemos”. Dado que la postproducción es un trabajo muy en cadena en el que se depende mucho los unos de los otros, es fundamental prever toda la parte técnica: el ratio de aspecto, el formato, el códec, si la cámara es apta para lo que se quiere…

“Con VFX hablamos para ver si lo que queremos hacer en el set se ajusta a lo posible y también nos encargamos de diseñar junto a otros departamentos, sobre todo con el DIT, el workflow de la película: las copias de seguridad, cómo va a llegar a montaje y al laboratorio, cómo el laboratorio se lo va a enviar a VFX… Participamos de este diseño del workflow y nos aseguramos de que se cumpla”, explica Gómez Montero.

En ese sentido, la supervisora de postproducción de Zeta Studios remarca lo fundamental que es que participen de las reuniones en preproducción, “por la repercusión que eso va a tener luego en postproducción”.

Gómez Montero revela con qué software suelen trabajar. Para revisión de planos o aprobaciones, normalmente utiliza el programa Shot Grid: “Es un software que también lo tienen las casas de efectos para organizar el trabajo y te lo pueden lanzar a ti para la aprobación online de planos. Hay otro programa similar que se utiliza mucho pero que es mucho más completo, que es ftrack. Para presupuestos puedes utilizar el Movie Magic o simplemente el Excel”.

En cuanto a los departamentos que supervisan, obviamente hay docenas de programas pero nos menciona algunos: “En montaje trabajamos sobre todo con Avid, aunque también a veces con Adobe Premiere. En color con DaVinci Resolve, aunque en Luciérnaga Color Grading lo hacen con Baselight. En VFX hay multitud de programas como por ejemplo Nuke o Maya”.

¿Un supervisor de postproducción puede hacer aportaciones creativas? Gómez Montero nos cuenta que “sí, puede, pero es algo personal y depende del supervisor y de con quién estés trabajando”. Según añade, los supervisores de postproducción tienen “una posición privilegiada” porque ven todos los procesos y cree que pueden aportar sobre todo para la opinión técnica, “que muchas veces tampoco nos la preguntan”. A ella, que ha trabajado en varias casas de efectos, le gusta opinar en ese ámbito para “ayudar a que un efecto esté técnicamente mejor”.

© DaVinci Resolve (Blackmagic Design)

ERRORES HABITUALES

Gómez Montero señala que el error más gordo se produce cuando, si no han incluido a la supervisión de postproducción en las reuniones de preproducción o el workflow no está diseñado o está mal diseñado, “cada uno va como puede, sobreviviendo”. También ocurre a veces que el flujo de trabajo “esté diseñado solamente por el director de fotografía y el DIT, sin contar con el laboratorio ni con nadie”.

Gómez Montero explica también que cuando haces un contenido para plataformas, tienes que cumplir unos contratos de entregas y unas pautas. Es necesaria la presencia de un supervisor de postproducción porque “un director de fotografía o un DIT no tienen por qué saber esas condiciones que hay que cumplir”. En este sentido, pone como ejemplo que te pueden pedir aspectos concretos de resolución o de espacio de color, y de hecho apunta que “el espacio de color en el que se trabaja es uno de los errores habituales”.

A veces también puede haber algún error con la cámara “pero eso se ve relativamente rápido, porque normalmente, el material viaja para que al día siguiente lo estén viendo en montaje o que se vea donde estés haciendo el backup de seguridad o incluso que el propio DIT cuente con un Data Wrangler que puede ir chequeando esto”.

Otro error, o más bien desafío, sería no disponer de tiempo suficiente. Cada vez se produce más y se exige más pero eso no va acompañado de más tiempo. “Los tiempos son cada vez más cortos, sobre todo en series”, reconoce Gómez Montero. Las series sufren más porque “son rodajes más largos y además los procesos van cruzados”. Los tiempos son cada vez más apretados y “cada vez te exigen más rapidez”.

La parte buena de todo esto es que la profesionalidad en el sector se ha disparado y hay casi pleno empleo, “aunque se echa de menos gente con más experiencia”. “Las plataformas han traído una formación y una profesionalización brutales y cada vez somos más capaces de asimilar la producción en tiempos más breves”, afirma.