Las directoras de festivales de cine reivindican en el Skyline Benidorm Film Festival su liderazgo como motor de cambio

abril 7, 2025
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Dentro de PRISMA, área de industria del Skyline Benidorm Film Festival, tuvo lugar el panel ‘Dirigir el cambio: el liderazgo en festivales de cine’. Un espacio surgido como respuesta a encuentros sectoriales que han contado, en los últimos tiempos, con participación exclusivamente masculina en representación de los festivales de cine y destinado a poner en valor el trabajo de muchas mujeres al frente de los mismos. Por Miguel Varela

Foto de familia del panel “Dirigir el cambio: el liderazgo en festivales de cine”, celebrado en Prisma, el área de industria de Skyline Benidorm Film Festival

En una entrevista concedida a Rubik por parte de Beatriz Hernández, directora de Skyline Benidorm Film Festival, explicaba que la iniciativa de organizar esta mesa redonda surgió al advertir que, en muchas charlas y foros sectoriales, se abordaba el futuro del los festivales sin contar con ninguna directora. En ocasiones se habla de “los directores de cine” y de “los directores de festivales” en masculino, ignorando una realidad muy distinta, que es que «existen muchísimas mujeres directoras de festivales de cine —actualmente, nos encontramos un total de 79 reunidas en un grupo de WhatsApp— que quedan fuera de estas conversaciones. Es fácil creer que no existen si cada vez que se habla de festivales solo se presenta a directores hombres”, señalaba Hernández.

Además de reivindicar este liderazgo femenino, Hernández subraya un problema recurrente: la atención mediática y el presupuesto suelen concentrarse en los certámenes clase A, a menudo dirigidos por hombres, mientras que los más pequeños o de mediano tamaño, muchos de ellos liderados por mujeres, reciben poca proyección y atención mediática. Esta disparidad, según ella, ha generado la falsa sensación de que solo los grandes festivales “importan”, cuando en realidad hay toda una red de festivales independientes que trabajan duro, se esfuerzan en la programación y apuestan por la pluralidad en sus actividades.

Durante el encuentro, Beatriz recalcó que el foco no estaba en “marginar” la labor de los directores hombres, sino en reconocer la existencia y el valor de muchos festivales que, a falta de grandes apoyos financieros, se sostienen por el empeño y la pasión de sus lideresas. Para ella, la clave reside en que las instituciones y la propia industria reconozcan de manera efectiva —y con recursos— las iniciativas femeninas en el panorama festivalero.

La directora de Skyline señalaba, asimismo, la importancia de contemplar que gran parte de los equipos técnicos y de producción de festivales están conformados en su mayoría por mujeres. Sin embargo, el salto a la dirección suele verse frenado por inercias tradicionales que perpetúan la figura de un director varón al frente. Según Hernández, esto explica por qué muchas mujeres terminan creando sus propios festivales, ya que, en los certámenes de mayor renombre, raramente se contempla la posibilidad de que asuman la máxima responsabilidad.

De izquierda a derecha: Beatriz Hernández, Carlos Madrid, Dora Martí, María Juárez y Helher Escribano.

“Dirigir el cambio: el liderazgo en festivales de cine”

Con esta reflexión de base, nace la mesa redonda “Dirigir el cambio: el liderazgo en festivales de cine”, una de las actividades más destacadas en la jornada inaugural de PRISMA. Moderada por Dora Martí, técnica de promoción del audiovisual del Institut Valencià de Cultura, el foro reunió a cuatro voces con experiencia diversa en la dirección de festivales: Helher Escribano (directora de Ibicine), María Juárez (directora de Directed By Women), Carlos Madrid (director de Cinemajove) y la propia Beatriz Hernández (directora del Skyline Benidorm Film Festival).

El objetivo principal: debatir cómo la industria de los festivales de cine en España puede y debe seguir evolucionando hacia un modelo más inclusivo, diverso y abierto a las mujeres que trabajan en la organización y liderazgo de estos eventos.

Dora Martí inauguró la conversación subrayando la falta de referentes femeninos en puestos de responsabilidad cultural. Aunque existan numerosas mujeres trabajando en la producción y programación, en los niveles superiores de toma de decisiones siguen predominando los hombres, algo que no solo dificulta la percepción de normalidad en la dirección femenina, sino que también reduce las oportunidades de crecimiento para las propias mujeres involucradas en los equipos.

Según Martí, «la motivación y la autoestima de las nuevas generaciones dependen en gran medida de observar a otras mujeres liderar«. Si no existen ejemplos visibles de directoras, las jóvenes profesionales podrían no atreverse a dar el paso y proponer proyectos propios o aspirar a la dirección de festivales ya establecidos.

El contexto económico y la invisibilidad de los festivales independientes

La mesa redonda abordó también la frágil situación de los eventos con presupuesto reducido, que a menudo se mantienen gracias al tesón de sus organizadoras. Beatriz Hernández, desde su experiencia al frente del Skyline, señaló la necesidad urgente de que las instituciones reconozcan el valor de estos certámenes no solo en cuanto a dimensión cultural, sino también como dinamizadores de la industria audiovisual en distintas regiones de España.

Mientras que los grandes festivales cuentan con campañas promocionales potentes y un amplio apoyo mediático, los de menor tamaño han de pelear por cada recurso, sosteniéndose en gran medida a través de la colaboración local y la ayuda de patrocinadores más pequeños. Y, aun así, muchos han conseguido una programación y una repercusión que no tienen nada que envidiar a los encuentros de mayor envergadura.

Fotografía del público asistente a la jornada

Programar con perspectiva de género

Otro aspecto esencial que se puso sobre la mesa fue la necesidad de incorporar la perspectiva de género en la programación de los festivales. María Juárez, directora de Directed By Women, remarcó la relevancia de la cuota de género a la hora de seleccionar las películas y actividades complementarias. «La incorporación de mujeres al frente de los procesos de selección en los últimos años, ha favorecido la inclusión de visiones diversas y propuestas emergentes», destacó.

Además, existe una relación evidente entre la dirección de un festival y el tipo de contenido que se elige programar. Como apuntó Juárez, «dar presencia a cortometrajes o largometrajes dirigidos por mujeres potencia el surgimiento de referentes, anima a otras creadoras y ayuda a compensar el tradicional desequilibrio en la exhibición de obras femeninas». Este mismo criterio puede extenderse a otras áreas del festival, desde las charlas y mesas redondas hasta los talleres formativos.

El liderazgo femenino como motor de cambio

Helher Escribano, responsable de Ibicine, enfatizó la urgencia de crear y «consolidar espacios donde se hable abiertamente de la labor que están haciendo las mujeres directoras de festivales», pues a menudo se desconoce el trabajo de certámenes más modestos que luchan cada año por sobrevivir. Su visión parte de la idea de que la progresiva presencia de mujeres en puestos de dirección ayuda a la industria a renovarse, a asumir nuevos enfoques y, en definitiva, a avanzar hacia la igualdad.

La incorporación de más mujeres liderando festivales, según Escribano, también está desafiando la forma en que se entiende la gestión cultural: “Al principio, era habitual que en reuniones de trabajo la gente se dirigiese automáticamente a un hombre. Pero cada vez es más común ver a una directora como figura principal. Ese pequeño acto ya rompe estereotipos e impulsa a que otras se atrevan a dar el salto.”

De izquierda a derecha: María Juárez y Helher Escribano

Perspectiva institucional y cuotas de género

Durante el debate, surgió el tema de cómo las subvenciones y las políticas culturales podrían fomentar el acceso de las mujeres a la dirección de grandes festivales. Aunque no existe un sistema generalizado de cuotas en este ámbito, algunos miembros de la mesa señalaron que, al igual que ha sucedido con la producción de cine realizada por mujeres, las ayudas podrían incorporar criterios relacionados con la paridad y el liderazgo femenino.

Beatriz Hernández opinaba que, si bien las cuotas no son siempre un factor diferencial, han demostrado su eficacia para incorporar a nuevas voces. En la práctica, decía, esto supone un impacto transformador a medio y largo plazo; no se verá de inmediato, pero permitirá que más mujeres encuentren apoyo institucional y así escalen a puestos de mando, algo que de otro modo seguiría siendo complicado en un sector muy arraigado a los mismos esquemas.

La reflexión de Carlos Madrid: evolución para todos

Carlos Madrid, director de Cinemajove, ofreció una perspectiva que busca la implicación también de los hombres en este proceso de cambio. A su juicio, la dirección femenina no excluye a los directores varones, sino que recalca la necesidad de compartir tareas, visiones y responsabilidades. Desde su punto de vista, el impulso femenino en la dirección de festivales no resta ni perjudica a los hombres, sino que abre la puerta a que cada persona –independientemente de su género– pueda aspirar a liderar con equidad.

Esa evolución, explicaba Madrid, «sólo será posible si todos los agentes del sector entienden que la continuidad en las direcciones de los festivales no puede convertirse en un inmovilismo permanente. El relevo o la alternancia, especialmente cuando ya existen candidatas capaces dentro de los equipos, es parte esencial para revitalizar la oferta cultural«, apuntó.

De izquierda a derecha: Beatriz Hernández, Carlos Madrid y Dora Martí

La fuerza del colectivo y la creación de redes

Uno de los datos más reveladores que surgieron en este encuentro fue el hecho de que existe un grupo de mensajería en el que ya están conectadas cerca de 80 mujeres al frente de distintos festivales de cine en España. Este directorio colaborativo tiene como principal objetivo darse a conocer, intercambiar información y, sobre todo, mostrarse como un bloque cohesionado ante la industria, las instituciones y el público.

La creación de redes es uno de los aspectos clave para afianzar la presencia femenina. Cuando las directoras se apoyan mutuamente, comparten experiencias de éxito y establecen alianzas, los retos estructurales se hacen más fáciles de superar. Según las ponentes, este tipo de foros y las subsecuentes colaboraciones ayudan a poner en valor la labor de cada festival, por modesto que parezca a simple vista.

Conclusiones y proyección de futuro

La mesa redonda ‘Dirigir el cambio: el liderazgo en festivales de cine’ dejó claro que existe una nueva generación de directoras de festivales decididas a dar un paso al frente. Se trata de mujeres que no solo quieren diversificar el tipo de cine que se proyecta, sino también alterar la composición de los equipos directivos y replantear las estructuras culturales.

Beatriz Hernández sintetizó las conclusiones del evento resaltando la necesidad de un compromiso real por parte de las instituciones para garantizar la visibilidad de los festivales más pequeños, a menudo dirigidos por mujeres, favorecer el relevo en aquellos festivales con equipos tradicionales, de modo que las profesionales que llevan años en puestos de programación o producción puedan ascender a la dirección y aplicar criterios claros y continuados que incentiven la paridad en la dirección artística y ejecutiva de los certámenes.

    Las intervenciones de las participantes dejaron ver que no se trata de quitar espacio a nadie, sino de compartirlo de forma más justa. El cambio que se impulsa promueve la colaboración y el entendimiento en favor de un sector más plural.

    La presencia femenina en la dirección de festivales de cine no es una “tendencia” puntual, sino un movimiento con raíces profundas, que nace de la necesidad de contar con referentes, de la convicción de que las mujeres están sobradamente preparadas y de la demanda de la sociedad por una representación más inclusiva.