SEMILLERU, el laboratorio de proyectos del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX), arrancó este lunes 17 de noviembre sus sesiones en su 63º edición. Un espacio que busca poder ayudar a las nuevas miradas emergentes en el panorama cinematográfico. En el Paraninfo de Laboral Ciudad de la Cultura, la primera sesión de este apartado del festival fue la presentación de los cinco proyectos seleccionados de la fase de desarrollo. Se dio así espacio a que los respectivos cineastas hablasen de sus proyectos, cada uno en sus distintas fases y niveles de desarrollo propios. Un espacio importante en definitiva para poder buscar financiación y apoyo con el que materializar sus obras. Por Iván Cerezo Cabeza

Roger Koza, crítico y programador cinematográfico, fue la voz que ayudó a sumergirnos en cada una de estas voluntades de creación.
El primero en ser presentado fue A tu manera, el proyecto de cortometraje de Paula Costa con el que salta a la escritura y a la dirección. En fase de desarrollo y producido por Aquí y Allí Films, la directora explicó el peculiar enfoque de su historia cimentada en la oposición entre realismos con el que se busca hacer dialogar a E.T., el extraterrestre (Steven Spielberg, 1982) con el cine de Kelly Reichardt.
Se trata de un cortometraje que apuesta por acercarse al espectador desde lo sensorial siendo este testigo cercano de los recuerdos de alguien. Y es que la historia que cuenta A tu manera es la relación que mantienen una abuela y su nieta en un pueblo de Extremadura. La anciana, que proviene de otro planeta y que posee poderes inútiles, está perdiendo la memoria y es entonces la niña la encargada de guardar todos esos recuerdos para la posterioridad.

Por su parte, Fame se trata de un proyecto de largometraje de no ficción con su guion en proceso de desarrollo y en busca de productora. Escrita y dirigida por Rodrigo Agüeria, Fame (que en asturiano significa hambre) propone un juego de palabras sobre el “hambre de fama” con el que se obsesionan los personajes de esta historia.
Lo profundo y lo superficial es algo que señalaron tanto creador como moderador, y es que Agüeria lo que propone es un relato coral sobre las mujeres de su familia y sobre la historia de cada una de ellas en relación con este concepto. Así, trasladar la experiencia femenina a la pantalla sobre los relatos de ensoñación de todo un mundo y conjunto de personalidades famosas (se cita a Kevin Costner) es el reto que se propone el cineasta asturiano en el que sería su debut.
Honestidad y sinceridad se tratan de las dos herramientas con las que Agüeria pretende mirar a sus personajes pues, como le confesó una de las personas seleccionadas, “tengo miedo de que se puedan reír de mí”. Consciente de la confianza depositada por cada una de ellas, todo el conjunto aspira a reflejar una subjetividad, un cosmos de memoria colectiva y de identidad que se dan en un pequeño pueblo de muy pocos habitantes.
El siguiente turno fue para Notas entre silencios (Of notes and silences), un proyecto de largometraje cuyo guion se encuentra en su segunda versión y cuenta con el apoyo de un 50% de financiación del ICAA. Estamos ante otra propuesta de no ficción que, en esta ocasión, cuenta con imágenes ya grabadas de un cortometraje que ahora se quiere expandir. Producida por Gaspar Broullón (OlloVivo), el proyecto de largo de Fon Cortizo (premiado en 2020 con el galardón Mejor película internacional en el FICX por su primer largometraje, 9 Fugas) nos sitúa frente al sonido como elemento absoluto. Una obra que el moderador definió como ambiciosa en su interés por pensar y reflexionar sobre el fenómeno de la escucha y el dilema de la recepción del sonido.

La estructura del filme está pensada como un “catálogo de posibilidades” en las distintas situaciones en las que el sonido y su falta cobran una gran importancia: un grupo de jazz, una bailarina con una pérdida progresiva de audición de un 60%, dos aficionados de radio que buscan interceptar el sonido del espacio y una mujer sorda que ayuda a otras personas sordas, entre otras historias.
El director manifestó su deseo de volcar mucho de la cultura sorda en el filme, planteándose además la accesibilidad en el cine como una herramienta expresiva más para narrar esta historia que se busca acercar.
El siguiente en presentar fue Guillermo Guerrero, el guionista de Videoclub 2001. Con dirección de Guillermo Polo (que también firma el libreto) y producción de la mano de Los Hermanos Polo Films, este proyecto de largometraje se basa en un corto previo del mismo nombre. Actualmente se encuentra en una fase de desarrollo avanzada en su quinta versión del guion y con el apoyo del ICAA en las Ayudas selectivas.
La premisa de un videoclub de barrio amenazado por su cierre sirve para disparar las historias de todos aquellos que transitan y que apelan por mantener este espacio empapado por el culto al cine. Uno que aquí se busca hacer personaje en el que el conocimiento y el encuentro son sus bases fundamentales. El cortometraje previo ocupa el primer acto, sirviendo este entonces de punto de partida para ir expandiendo el universo y desplegando las múltiples historias que se exploran.

Situada en el 2005 como punto de inflexión en la desaparición de estos espacios, Videoclub 2001 busca ser una película contra el algoritmo y a favor de una cultura esquizofrénica que ahora se rescata con la confianza en que las nuevas generaciones se fascinen por lo perdido.
El último de los proyectos en presentarse fue Préstame tus ojos de Natalia Grande acompañada de su productora, Andrea Mateu, de Aire de Cinema – Tambo Film. En palabras del crítico y programador se trata de “sacar los ojos del padre para ver si se puede ver con los propios de uno”. Planteada en tres líneas narrativas —una sobre el ciego, el padre, otra sobre la emancipación y otra en la que la ficción toma el papel—, Grande cuenta en primera persona sirviéndose del multiformato —desde 16mm hasta vídeo— casi como si se tratara de la idea de un intento por “mudar de piel”.

Todo un conjunto de imágenes que conjugan una obra conceptual en la que las referencias a cineastas como Chantal Akerman, Barbara Hammer o Agnès Varda están muy presentes. Todo nace de la inquietud de Grande que, tras emigrar a España y alejarse de la figura paterna, se da cuenta de que su mirada está condicionada por los ojos presentados de este, en lo que es una mirada sexista y heteronormativa.
Andrea Mateu contó que se trata de un proyecto que ha pasado por varios laboratorios y que una productora alemana estaría dispuesta a entrar en la fase de postproducción, pero están en busca de financiación para completar un presupuesto de 300.000€. Además, cuentan con fondos de E.E.U.U. y Perú.