La película más madura de Dani de la Orden, Casa en flames, es una producción de 3 millones de presupuesto realizada por Playtime, Sábado Películas, Atresmedia Cine y la italiana Eliofilm. Hablamos con el productor Toni Carrizosa, cofundador de Sábado Películas junto a Kike Maíllo y Ana Eiras, para hablar de esta película que además del reconocimiento de la Academia ha tenido un enorme reconocimiento del público, recaudando más de 3 millones de euros. Por Carlos Aguilar Sambricio

Con 8 nominaciones, Casa en flames llega a la gala de los Goya con poderío y con el refuerzo de haberse hecho con tres Premios Gaudí: Mejor Guion Original, Mejor Actriz y Mejor Actor Secundario. El film está escrito por Eduard Sola pero nace de una idea de Dani de la Orden, cineasta con el que Toni Carrizosa trabaja habitualmente.
Rubik: Has trabajado en varias películas, e incluso una serie, con Dani de la Orden. ¿Qué destacarías de trabajar con él?
Toni Carrizosa: Muchísimas cosas. Es un director con muchísimo talento, superdotado para la creación cinematográfica y ya de muy joven destacaba mucho. Yo le conocí porque había sido alumno mío en la ESCAC, aunque nos llevemos pocos años.
Yo estaba trabajando en El Terrat y teníamos que hacer unas piezas para una gala de los Premios Gaudí. Las hizo él y funcionaron muy bien, tenían mucho nivel. Aunque era el momento de hacer su segundo corto, quería hacer una película de capítulos como Paris, je t’aime. Así surgió Barcelona, nit d’estiu (2013) y ahí empezamos una relación.
Yo me entiendo muy bien con él, primero porque creo que tiene mucho talento, pero segundo porque es un tío al que le gusta mucho trabajar en equipo y escuchar. No es un director de los de ‘esta es mi visión y todo el mundo se tiene que acoplar a ella’.
Es muy abierto, escucha a las personas que le rodean. No solo a mí, sino al montador Alberto Gutiérrez, al guionista Edu Sola, a los actores y al equipo en general. Tiene algo con lo que yo conecto muchísimo y es que, en el fondo, él hace películas muy para el público.
En el caso de Casa en flames la película estuvo muy clara desde el principio y fuimos a rodar prácticamente la primera versión de guion y ya el primer corte del montaje ya funcionaba muy bien, por lo que fue muy rodada y no costó nada de hacer. Pero en otras hemos hecho test screenings y hemos escuchado mucho la opinión de la gente porque tenemos muy claro que hacemos películas para el público y en eso coincido mucho con él.
Rubik: Pero este proyecto se aleja del tipo de comedias o romances que él suele hacer, ¿no crees?
T.C.: Yo creo que sí. Es un paso, no sé si adelante, pero un paso hacia otro género. Es una película más madura, más adulta, con más capas. Todos los personajes tienen su trama, sus aristas y su complejidad. Ahí está parte de la riqueza de la película.

Sin ser para nada la historia de su familia, es muy personal en el sentido de que habla de un mundo que él conoce muy bien. No es de encargo ni un remake, como ha hecho otras veces. Al final, es un cineasta que yo creo que controla bastantes más géneros que la comedia o la comedia romántica. Él lo ha dicho en muchas entrevistas, y estoy convencido que es cierto, que hace comedia o comedia romántica porque es lo que puede hacer pero que querría hacer Transformers, John Wick, Nadie o El mito de Bourne. Y lo haría de puta madre, estoy convencido. Hacer eso en España es muy difícil pero lo queremos intentar.
Rubik: Al final, los pocos proyectos que hay de ese estilo se ofrecen a Calparsoro o alguien así que tiene una trayectoria en ese género. Es difícil romper el encasillamiento.
T.C.: Claro, él empezó con la comedia romántica por una cuestión presupuestaria. Como lo hizo bien y luego dirigió El mejor verano de mi vida, que fue un gran éxito, le ofrecieron más y más proyectos así.
Como a él le encanta rodar, lo hacía, pero ahora está madurando y es mucho más selectivo. Ha dicho no a un montón de proyectos, te lo aseguro, porque estoy con él codo con codo y recibe muchos proyectos. Pero ahora va a empezar a seleccionar más lo que hace porque ya no tiene esa necesidad de hacer cualquier cosa que le pongan delante.
Rubik: Aparte de Playtime y vosotros me llama la atención la presencia italiana de Eliofilm. ¿Cómo es que entran ellos? Porque he visto también que hay apoyo del Ministerio de Cultura italiano…
T.C.: Todo empezó porque uno de los personajes es italiano. Al principio iba a tener más peso pero luego ha quedado más recortado. Entonces, ahí surgió la posibilidad de hacer una coproducción. Es un género que en Italia funciona bastante bien y, de hecho, han adquirido los derechos para hacer el remake en Italia.
Rubik: ¿Fue complicada la financiación? Explícanos el proceso de que fueran entrando Atresmedia, TV3, Netflix, ICEC e ICAA.
T.C.: La verdad es que la financiación fue muy sencilla, vino todo bastante rodado. De hecho, teníamos el dinero para hacer la película casi dos años antes de rodar, porque enseguida entró TV3 apostando fuerte; nos dieron la ayuda más alta en una convocatoria del ICEC; Netflix también apostó por la película rápido. Fue muy fácil.

El tema es que Dani, después de rodar 42 segundos, decidió que tenía que parar. Estrenó dos películas el mismo viernes, porque el día de ese estreno también se lanzó El test, que también la dirigía. Y realmente petó. Tuvo una especie de burnout y decidió que no iba a dirigir nada en un año. Entre que decidió parar y que teníamos el compromiso de hacer la serie A muerte (que se estrena ahora en Apple pero que rodaron antes), el rodaje se retrasó casi dos años. Atresmedia fue el último en sumarse, poco antes de empezar a rodar.
Rubik: El reparto es uno de los puntos fuertes del film. Todos están muy bien pero quizás llama la atención Emma Vilarasau, que quizás no es tan conocida para mucha gente.
T.C.: Claro, Emma Vilarasau en Cataluña es una institución. Durante muchos años ha sido la protagonista de los dos culebrones top de TV3, siendo durante más de una década lo más visto en Cataluña. Luego, dejó el audiovisual y en teatro lleva 15 años siendo de las actrices más importantes. En Cataluña es súper conocida, pero casi exclusivamente solo había trabajado en Cataluña y es una gran desconocida fuera.
Espero que muchos directores y productores la descubran porque es maravillosa. De hecho, ya le están llegando propuestas, por lo que nos cuenta. Son de estas segundas oportunidades que te da la vida. A ella le iba súper bien en teatro pero muchas veces en las entrevistas le preguntan si había sido una decisión y ella explica que no, que si la hubieran llamado para hacer una buena película, la hubiera hecho.
Rubik: Y cómo surgió la idea de que volviera al cine. ¿Era algo que quería Dani de la Orden, hubo casting?
T.C.: Dani hizo entrevistas, no casting propiamente dicho. Después de la primera entrevista que tuvieron juntos y hablaron del guion y del personaje, Dani vio claro que era ella.

Rubik: La mayor parte de la película se sitúa en una casa en Cadaqués pero sin embargo, la casa está en Canet de Mar, ¿no? ¿Cómo fue el proceso de elegir las localizaciones?
T.C.: La Costa Brava tiene muchos pueblos muy bonitos, pero puede ser que Cadaqués sea como la joya de la corona, un lugar paradisíaco que está en el imaginario de lo que es la Costa Brava. Lo que ocurre es que Cadaqués está bastante lejos de Barcelona, a más de dos horas en coche. Rodar en Cadaqués suponía que el equipo entero se tenía que quedar allí a dormir porque no puedes hacer que la gente viaje cuatro o cinco horas en coche cada día entre ir y volver.
El coste era enorme pero, aún así, estábamos dispuestos a hacerlo porque la casa era lo más importante. Encontramos una casa que nos gustaba mucho pero fue muy difícil.
Empezamos a localizar ocho meses antes del rodaje y vimos un montón de casas de todo tipo.
A unas pocas semanas de rodar, elegimos en Cadaqués una casa que había pertenecido al marchante de arte de Dalí. Una casa espectacular. Se llegaron a hacer localizaciones técnicas pensando ya en rodar pero al final, por logística, se descartó. Dani no acababa de encontrar la manera de colocar las acciones en esa casa. Era muy bonita desde fuera, el dibujo que pintaba sobre la costa era el que estábamos buscando, una casita sola que recuerda a una masía con el techo a dos aguas, pero el interior era un poco laberíntico, bastante estrecho e incómodo para trabajar.
Con Nuria Guardia, la directora de arte, y con Laura Pedro, supervisora de VFX en El Ranchito, nos sugirieron que, si realmente como casa para rodar nos funcionaba más la de Coderch en Canet de Mar pero no el lugar, podíamos colocar la casa en postproducción donde queremos. La aislamos, porque esa casa en realidad forma parte de una urbanización, y la colocamos donde nos hubiera gustado que estuviera, en una de las de las calas de las costas de Cadaqués. Fue la mejor solución porque, además, de rebote, Canet está dentro del límite por el cual la gente podía ir y volver cada día a casa, lo cual es un ahorro de pasta y de tiempo muy importante.
Rubik: ¿Cómo fue el rodaje? ¿Hubo imprevistos?
T.C.: Siempre hay imprevistos, cosas que cambiamos e incluso algunas cosas que repetimos. Pero nada muy grave. Por ejemplo, nuestra intención con la secuencia en paracaídas era haberla rodado en real. O sea, los saltos se hicieron realmente y todo se grabó. Lo que pasa es que era muy difícil sacar los primeros planos de ella y ya no te digo hablando, que eso es imposible. Pero es que directamente el cámara no atinaba a poder mantenerse con un primer plano de ella, salvo un segundo y medio pero necesitábamos más tiempo. Además, ella no se tiraba con Enric Auquer, sino con un profesor que se parecía físicamente y era un doble. No solamente tenías que buscar el primer plano de Macarena García, sino que no se le viera a él.

Entonces, de ahí rascamos todos los planos abiertos y los generales, que están estupendos. Para los primeros planos, estuvimos mirando maneras de hacerlo. No encontramos ningún túnel del viento en España capaz de levantar a dos personas. Nos pusimos a ver todos los making of posibles sobre gente tirándose en paracaídas para saber cómo lo habían hecho. Copiamos a Le llaman Bodhi, es decir, suspendimos con un cable a Macarena y Enric, y les grabamos en contrapicado con el cielo de fondo y unos ventiladores gigantes y movimiento de cámara todo el rato. Así lo falseamos.
Rubik: ¿Y la escena del barco?
T.C.: Dani de la Orden es un experto en adaptarse a las circunstancias en minutos. El guion se cambió el rodaje. La primera escena cuando ellos llegan a la playa hay una mala mar tremenda pero no estaba previsto que hiciera ese vendaval y se improvisó. El día siguiente en la película en realidad fueron dos semanas más tarde. Cuando se rueda lo del barco el mar está estupendo pero había que justificarlo por guion con la frase de Alberto San Juan de que es un lobo de mar porque ya sabía que iba a hacer bueno.
Rubik: El incendio, ¿cuánto es fuego real y VFX?
T.C.: Fue un pollo considerable, estuvimos tres meses mirando opciones de construir la maqueta de la casa y prenderle fuego. Hasta que, al final, hicimos caso a alguien muy sensato, que fue Lluís Rivera de In Extremis. Resulta que es muy caro hacer una maqueta de una casa, porque tenía que ser una escala bastante grande, una maqueta de tres metros, porque si no, el tamaño de las llamas no concuerda. Al final, Rivera llegó a la conclusión de que era más barato hacer la casa realmente otra vez, porque conseguir materiales parecidos a tamaño real, solamente debes ir a un almacén de obra y lo consigues. Pero hacerlo a escala es mucho más laborioso.

Al final acabamos construyendo una estructura del mismo tamaño que la casa real y prendiéndole fuego. De esa maqueta, Laura Pedro sacó las llamas y las colocó sobre la casa real. Cuando rodamos en la casa real, no había fuego, solo había luz para simular la incidencia de las llamas sobre los personajes y los pinos de alrededor. Fue una combinación de físico y digital, que en general es lo que mejor funciona.
Rubik: En postproducción de imagen trabajasteis con Cube Post. Es un nuevo estudio pero con mucha gente que proviene de Deluxe. ¿Cómo fue?
T.C.: Súper bien. A David Cárceles, Laura Sánchez, Quique Cañadas y todo el equipo los conocemos desde hace 20 años. Estaban todos en Deluxe y son los mejores. En Cataluña son los mejores, para mí, con todo el respeto para los demás. Son los que han hecho las películas de Bayona y todas las grandes películas que se hacen en Barcelona.
Es una garantía. Estoy muy feliz de que se hayan abierto Cube porque todo lo que hago, lo tengo allí.
Rubik: La película fue un gran éxito en taquilla con3 millones de euros. Un gran logro para una película que, a priori, no es muy comercial.
T.C.: Totalmente de acuerdo. Nuestras expectativas realistas, por lo que nos decían los expertos, eran en torno a los 300.000 euros de taquilla. Realmente, no es ninguna locura. Si tú miras las películas en versión original en catalán de los últimos 10 años y, exceptuando Alcarràs, que fue un evento extraordinario que se sale de la norma, 300.000 euros es un exitazo. Es muy difícil que una película en catalán supere esa cifra.
Yo siempre fui más optimista y yo contaba que haríamos el doble. Mis proyecciones eran que haríamos entre 500.000 y 600.000 euros porque para mí el techo era Saben aquell, que hizo 900.000. Yo decía ‘ahí no vamos a llegar porque Eugenio es un personaje conocido en toda España’. En cambio, nuestra película era súper catalana con una prota que sólo conocen en Catalunya. Nuestra referencia era más bien Tres días con la familia, que produje también, y que también era de una familia en la Costa Brava. Tuvo su prestigio, ganó Goya y fue muy bien, pero hizo 300.000 euros, que estaba muy bien.

Pero hubo un fenómeno el año anterior que a mí me generaba mucha esperanza, que fue El maestro que prometió el mar, que es una película que me ayudó muchísimo a decidir cuál era la estrategia. Tuve muy claro que todos los huevos los iba a poner en la cesta del público senior, mayor de 50 años y catalán. Luego abrimos la campaña porque la película fue bien, tuvimos dinero y le dimos un repunte al final y abrir la película a Madrid y a intentar expandirla.
Pero durante las cinco primeras semanas, el 95% de los recursos que teníamos de promo los metimos en Cataluña y sobre todo enfocado a público senior. Creo que esto es algo que funcionó súper bien en El maestro que prometió el mar. El público de cine que va al cine ha cambiado, pero el público senior es gente que no tiene prisa ni esa fiebre de ir el fin de semana de estreno a ver la última novedad. No funciona así. Es un público que va más a goteo. Si los comentarios son buenos, la película aguanta. Los martes senior han sido nuestros mejores días, hacíamos más dinero que los días de fin de semana. El martes de la semana ocho hacíamos más dinero que el viernes que estrenamos la película.
Entonces, yo sí que me esperaba este comportamiento pero me lo esperaba con estas cifras. Luego, cuando hicimos la estrategia, estuvimos muchísimo rato dándole vueltas a la fecha de lanzamiento. Si nos íbamos a septiembre, octubre o noviembre, que era la que nos recomendaban y teóricamente son los mejores porque más cerca de los premios, todo está muy masificado. Yo pensaba ‘nos van a comer porque viene Almodóvar, Iciar Bollaín, Paula Ortiz…’ Tampoco queríamos estar cerca de El 47 porque íbamos a un público parecido. Nos alejarnos de todo eso y la situamos entre entre el post Málaga, que fue cuando se estrenó Segundo premio o La casa y el post San Sebastián, nos quedaba el verano.
Suele pensarse que el verano es muy malo pero venía años leyendo a mucha gente que en verano no hay buenas pelis y luego, de repente, hay un montón para el público adulto. Nosotros estrenamos con Del revés 2 y Gru 4 pero es que vamos a un público tan diferente que da igual. La persona a la que nosotros nos dirigimos no va a ir a ver Del revés 2.
En julio y agosto no tuvimos una competencia muy fuerte y eso permitió que la película se mantuviera. A partir de septiembre llegó toda la marabunta y ya se acabó pero pudimos estar casi tres meses en bastantes cines.
Rubik: La distribución fue con VerCine, que no suele tener taquillazos. Para ellos también ha sido un gran logro. ¿Cómo fue la colaboración?
T.C.: Sí, de hecho, cuando llevábamos unas ocho semanas, me llamó Nacho Puebla y me dijo ‘que sepas que hoy, oficialmente, Casa en flames es la película más taquillera que hemos distribuido en nuestra historia’. Lo que quisimos hacer es recuperar el espíritu de Barcelona, nit d’estiu y Barcelona, nit d’hivern, que fueron unas películas que nosotros controlamos y llevamos. Le dedicamos el mismo tiempo a la promo y el lanzamiento que a la producción. En ese caso la autodistribución fue por necesidad, porque en Filmin se estrenaba casi simultáneamente y ninguna distribuidora quería eso.

Entonces, lo que hicimos fue contratar los servicios de un distribuidor, que fue Nacho Puebla, que nos echó una mano porque además conocía a Dani de la Orden desde pequeño. Fue muy bien y nos gustó la experiencia.
A mí me gusta especialmente toda la parte de promoción y lanzamiento y queríamos recuperar aquello y tener el control de toda la campaña y cómo íbamos a comunicar y a distribuir, que sabíamos que iba a ser algo a largo plazo. La campaña empezó dos meses antes del estreno y aún la estamos haciendo, no hemos parado.
Las distribuidoras hacen un trabajo maravilloso, pero tienen muchas películas y si tienes la suerte de que tienen un mes para dedicarse a tu película, es maravilloso. Pero no es un reproche, pero a veces ocurre que estrenan tu película un viernes, pero en tres semanas estrenan otra que, además, es súper importante para ellos porque les ha costado mucho dinero y que lo mismo va a los Oscars. Aunque te traten con todo el cariño del mundo y cuiden tu película, dentro de unas semanas tienen otra. Nosotros no teníamos otra.
Rubik: ¿Qué razones hay para que el cine en catalán haya tenido tanto éxito con El 47 y con Casa en flames?
T.C.: Yo creo que es una suma de factores. Por un lado, creo sinceramente que las dos películas están muy bien y, al final, el público no es idiota. Cuando hay una buena película, la recomienda. Las dos van al público senior y, contando con un punto dramático, tienen un punto feel-good movie. Las dos tienen un cast maravilloso que está súper bien y una historia bien contada y que a la gente le gusta. Creo que, al final, nos hemos retroalimentado los unos a los otros
A veces hay como oleadas en el cine y unos arrastran a otros. Hace unos pocos años lo único que parecía que funcionaban eran los remakes de comedias familiares. Este año ha habido bastantes pinchazos que tenían la fórmula.
Rubik: Otro gran éxito es conseguir 8 nominaciones a los Goya, incluyendo Mejor Película, en un año con tantos títulos importantes, además.
T.C.: Así como te puedo argumentar y tengo una explicación más o menos lógica a por qué ha funcionado en los cines, sinceramente, en los Goya pensaba que quizás conseguiríamos una nominación para Emma Vilarasau y poco más. Me alegro muchísimo que no sea así porque me quito un mal fario que tenía yo respecto a los premios. Nosotros, sobre todo, hemos hecho comedia y comedia romántica, y parece que los festivales y las academias castigan muchísimo cualquier película que tenga un atisbo de comedia. La ven como frívola o como menor. Lo dramático y lo intenso es lo que tiene que ser a la hora de premiar.

Entonces, no tenía muchas expectativas en cuanto a nominaciones. Me alegro muchísimo porque lo que demuestra es que el cine es bastante ecléctico. Que una película que no se hizo nunca pensando en los premios, tenga este reconocimiento, pues es una alegría.
Recuerdo en los primeros montajes de la película, en relación al chiste de ‘pero qué soy, ¿el hijo de Bárcenas?’, que le dije a Dani ‘si dejamos este chiste, no nos van a nominar a una mierda’. Y Dani decía ‘ya, pero mola tanto que la gente se ríe en la sala’. Y lo dejamos porque a la gente le iba a gustar y no teníamos ninguna expectativa de premios.
Rubik: Haciendo algunos ajustes, la película podría convertirse fácilmente en obra de teatro. ¿Veis esa posibilidad?
T.C.: Esa puerta está abierta y se está explorando ahora mismo. Nos lo han propuesto y estamos haciendo una primera valoración.
Rubik: Acabáis de estrenar en Apple la serie A muerte. De cara al futuro, llama la atención Ruido, ópera prima de Ingride Santos, que además es un original de Filmin.
T.C.: Ruido es un peliculón, estoy muy contento. Creo que está de puta madre. Lo que he visto premontado, a mí me chifla. Si la tuviera que definir sería una especie de Barrio de Fernando León de Aranoa, solo que 25 años después. El barrio ya no son tres chavales blanquitos, sino que es mucho más mestizo y lo vamos a ver a a través de los ojos de una chica de origen malinés, musulmana, que quiere triunfar en el mundo del freestyle, en el rap. Es una historia de superación súper bonita y la prota está de puta madre. Ahora mismo está por encima de lo que podíamos esperar.
Tenemos pendiente de estreno una miniserie para Netflix que tenemos en postproducción. Se titula Dos tumbas y la ha dirigido Kike Maíllo. Es un thriller con Kiti Mánver de prota, además de Álvaro Morte y Hovik. También tenemos dos películas para rodar y una sitcom pero no te puedo decir más aún.