Walter Tiepelmann, coordinador del WIP de MAFIZ Málaga

Walter Tiepelmann: “WIP Málaga hace un trabajo casi artesanal de búsqueda de invitados para los proyectos”

febrero 28, 2024
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Dividido en un apartado de España y de Iberoamérica, el Work-in-Progress del Festival de Málaga es uno de los grandes atractivos de su área de industria MAFIZ. Rubik ha entrevistado a su coordinador, Walter Tiepelmann, para conocer más sobre esta sección. Por Carlos Aguilar Sambricio

Walter Tiepelmann, coordinador del WIP de MAFIZ Málaga

Rubik: En este 2024, ¿hay alguna novedad en esta sección de MAFIZ?

Walter Tiepelmann: Este año hemos abierto una sección nueva, que es la invitación a un Work in Progress latinoamericano a presentar cuatro films, con cortes de quince minutos, frente a los invitados y acreditados de Mafiz.

Con un formato de Showcase, este año FICVIÑA (Chile) es el invitado para conectar en Málaga la diversidad de  plataformas de industria en etapa de Work in Progress que hay en Iberoamérica.

Rubik: Cada vez surgen más eventos de desarrollo y work-in-progress. ¿Qué crees que es lo que tiene el WIP de Málaga que lo hace especial?

W.T.: Por un lado, el trabajo con mentores y asesores, previo a la semana presencial en MAFIZ, aporta un espacio de reflexión, que pensamos necesario en este tipo de eventos. Pero también hay una fuerte apuesta en la semana de presencialidad por generar comunidad, redes y conexiones entre los profesionales y autores de España y Latinoamérica.

También hay una característica que lo distingue de otros espacios, al menos en España, y es que se proyectan los cortes completos, y esa posibilidad de visionar la totalidad de la propuesta es una característica importante.

Rubik: Supongo que la combinación de un apartado de proyectos españoles y latinoamericanos es una de las claves y de lo más atractivo para la industria.

W.T.: Si, es un Work in Progress y a la vez son dos, WIP España y WIP Iberoamérica. En ese sentido, a la hora de programar, tomar Latinoamérica como una sola región, un único espacio, permite liberarse de las cuotas de representación por países, tan común en la programación de wips.

Pero también, las dos secciones forman un todo, que dialoga e intercambia experiencias y problemáticas en torno a los diferentes modos de hacer cine, tanto en lo artístico como en la producción.

Rubik: Qué destacarías de los proyectos seleccionados este año?

W.T.: En esta edición hemos puesto bastante empeño en impulsar películas en primer corte, o cortes intermedios, así como también en dar una presencia importante a las óperas primas. Sin enfatizar en el género, si es documental o ficción, si es autoral o industrial, son futuros filmes que nos hablan del tiempo presente, del mundo contemporáneo aunque para ello algunas elijan desplazarse hacia el pasado.

Tenemos dos filmes hechos por completo con archivos, varios proyectos que trabajan la perfomance teatral o la danza desde el cine, así como también varios filmes que plantean lo identitario como necesidad de construir un punto de vista desde los orígenes.

Rubik: ¿Quiénes son los mentores de este año y qué pueden aportar?

W.T.: Alejandra Almirón (Argentina) y Marine Des Contes (Francia) como montadoras y realizadoras, le aportan, cada una desde su mirada personal, un sentido de revisión, reescritura o relectura de las narrativas planteadas por los proyectos.

También Roger Koza, desde su rol de crítico de cine y programador, les plantea la construcción de una posible ruta crítica de festivales, acorde a la sensibilidad, el tamaño y la forma de los filmes participantes.

Rubik: El éxito de un WIP depende mucho de la calidad de los profesionales que participan en las reuniones y sesiones de pitching. Este año, ¿a qué empresas y entidades podrán llegar los proyectos? ¿Cómo trabajáis ese aspecto?

W.T.: En este aspecto, cada año se hace una búsqueda de los invitados más adecuados para los proyectos que han sido seleccionados; es una trabajo casi artesanal, de imaginar qué profesionales de Europa y Latinoamérica son los más adecuados para esta selección de futuros filmes, quiénes pueden aportar algo en concreto desde la coproducción, la distribución o la programación en festivales que sirvan de plataforma de lanzamiento de estos filmes.

Este año tenemos representantes de Festivales como Locarno, POFF, Rotterdam, DocLisboa, empresas como Yagán, Chemistry, Aracne, Habanero, La Corriente del Golfo o WeltFilms que pensamos tiene la vocación de involucrarse en la finalización de los proyectos; de nada sirve tener sólo las diez empresas más renombradas del sector, si no existe esa vocación.

Rubik: Como argentino, ¿cómo estás viviendo la situación política allí y cómo está en riesgo la financiación del INCAA?

W.T.: Es una gran pena ver cómo desmantelan una industria fuerte, sólida, con profesionales y artistas diversos, sólo por prejuicios, casi con maldad. No hay un motivo concreto ni real para hacer lo que están queriendo hacer; la Ley de Cine prevé que el INCAA es un instituto autárquico, que se financia con el propio dinero que el cine genera.

Se comenzó con un discurso populista, como decir que el dinero del cine podría ir a hospitales o pensiones, algo imposible, por la naturaleza de la Ley y su financiamiento. Se ataca el cine, el teatro, la industria musical, simplemente para mantener la discusión pública en un estado de distracción, mientras se atacan perversamente temas más complejos, como la salud pública, la educación pública, o la industria en general, el trabajo calificado.

Imagen de la anterior edición del WIP

Muchas productoras se están instalando o moviendo a Uruguay, España, México o Chile, y en ese sentido es interesante ver cómo funciona efectivamente una comunidad cinematográfica iberoamericana, porque lo que ahora toca en Argentina, lo hemos visto en Brasil y lamentablemente lo veremos en otros países en el futuro. Es una corriente global de extrema derecha que no se quedará quieta. Pero confío también en que el cine argentino unido podrá sobrellevar este momento difícil, apelando a la creatividad y a la resiliencia.

Rubik: Al margen de Argentina, ¿cómo ves la situación del cine latinoamericano en estos momentos? Porque desde WIP se puede tener una buena imagen de cómo se encuentra su salud cinematográfica…

W.T.: Claro, en este sentido, si bien se trata de un recorte subjetivo, se puede hacer una lectura de la salud de las diferentes cinematografías y las políticas públicas que se implementan en cada país y región; se ve la fuerza sostenida en el tiempo del cine chileno, se nota que tras varios años de estar en suspenso se despliega la fortaleza del cine brasileño a través de la puesta en marcha nuevamente del ANCINE, se presentan cinematografías emergentes, como el caso de Paraguay con la creación reciente del INAP como motor de un cine pequeño pero decidido, se ve también la diversidad del cine español, o la retirada del cine argentino, con los últimos estertores de filmes que probablemente sean los últimos producidos con un sistema que aparece amenazado.

Varios cineastas han declinado su participación, debido a la imposibilidad de financiar sus viajes y ante la incertidumbre del desmantelamiento del INCAA.