'Anora' (Universal Pictures)

#72SSIFF Crónica 5: ‘Querer’, ‘Escape’ y ‘Anora’

septiembre 29, 2024
por

La 72ª edición del Festival de San Sebastián llega a su fin con un palmarés para todos los gustos. Como era de esperar, Serra se lleva la Concha de Oro por un documental que, lejos de cerrarle ninguna puerta por su osadía de representar lo irrepresentable, recoge ya los primeros frutos en una gira de festivales que acaba de empezar. Por Belit Lago

‘Anora’ (Universal Pictures)

El jurado ha reconocido al elenco de The Last Showgirl (Gia Coppola) con el Premio Especial, así como a dos cineastas debutantes: Laura Carreira y Pedro Martín Calero se llevan la Concha de Plata a mejor dirección ex aequo por On Falling y El llanto.

Patricia López Arnaiz y Pierre Lottin reciben los galardones a mejor interpretación (protagonista y de reparto) por Los destellos (Pilar Palomero) y Cuando cae el otoño (François Ozon), cuyo guion también ha sido premiado, mientras Piao Songri triunfa en la categoría de fotografía por Bound in Heaven (Huo Xin).

No queríamos finalizar este dosier de crónicas dedicadas al Zinemaldia sin hablar de la serie que Alauda Ruiz de Azúa ha creado junto a Eduard Sola y Júlia de Paz, la última película de Rodrigo Cortés y la merecidísima Palma de Oro de la última edición de Cannes, cuyo director protagonizó una de las conversaciones programadas en Tabakalera.

‘Querer’, serie original de Movistar Plus+ (Foto: Nicolás de Assas)

Hace tan solo dos años que Ruiz de Azúa arrasaba con su ópera prima, Cinco lobitos, que se llevó varios premios en el Festival de Málaga, así como en los Goya, los Feroz y los Forqué. En 2023 estrenaba su segundo film en Netflix, Eres tú, que no tuvo la misma suerte que su debut. Con Querer vuelve a dirigir un proyecto propio, aunque compartido con Sola y de Paz, poniendo de nuevo el foco sobre un personaje femenino: Miren, interpretada con garra por la actriz vasca Nagore Aranburu (Patria).

La serie quiere visibilizar el consentimiento matrimonial, algo de lo que apenas hemos oído hablar en pantalla, sea en cine o televisión, donde suelen mostrarse otro tipo de agresiones sexuales. Miren denuncia a su marido por violación continuada aprovechando que él está de viaje por negocios. Mientras hace sus maletas, este llega al domicilio conyugal, generando un momento de tensión escalofriante, el primero de muchos.

De la mano de esta decisión va un consecuente cambio de vida: la protagonista pasará de tener varias propiedades y no necesitar trabajo a instalarse en el modesto piso de su madre y rogar por un puesto de reponedora. También la relación con sus hijos se verá afectada, quienes tendrán que decidir si creen a su madre por encima de todo o apoyan al padre, que no desfallece en sostener su inocencia.

Querer tiene la capacidad de transitar por el drama familiar, pasando por el thriller judicial y acariciando, también, el género: algunas secuencias producen verdadero terror. Esto se consigue gracias a unas interpretaciones formidables, que crecen a medida que avanzan los cuatro capítulos que conforman esta valiente producción, cuya crudeza y determinación la alzan como una de las mejores series de los últimos años.

Mario Casas protagoniza la última película de Rodrigo Cortés, compartiendo elenco con Anna Castillo y José Sacristán. El director de Buried (2010), que acaba de publicar Cuentos telúricos (Random House), se basa libremente en la novela homónima de Enrique Rubio para elaborar el guion de Escape, la historia de un hombre cuyo máximo deseo es entrar en prisión.

Dividido en siete capítulos con adjetivos como títulos, tales como “mudito”, “tímido” o “dormilón”, que podrían servir para describir al protagonista, el film, producido ni más ni menos que por el mismísimo Martin Scorsese, es una carrera a contrarreloj para literalmente escapar de la vida.

‘Escape’ (Beta Fiction)

N. no está pasando por un buen momento: la culpa y la aflicción por una pérdida reciente lo han trastornado hasta el punto de convertirlo en una persona asocial y sumamente complicada. Su hermana intenta lo imposible para recuperarlo, pero todos sus esfuerzos caen en saco roto. Para conseguir su objetivo, N. cometerá crímenes cada vez más graves, aunque el juez no se lo pondrá nada fácil, posicionándose siempre en contra de su anhelo de acabar en la cárcel.

Existe cierto paralelismo entre la aventura del protagonista con la odisea de Dante por los infiernos de la Divina Comedia: durante todo el metraje, N., que desearía no tener ningún nombre, va encontrándose con personajes extraños y de alguna manera resignificados, como el inepto psicólogo (Guillermo Toledo) o el cura violento (Josep Maria Pou). Una atrevida película que pasará por el Festival de Sitges unos días antes de su estreno en salas.

¡Y por fin pudimos ver la Palma de Oro! Era la segunda vez que Sean Baker presentaba película en la sección Perlak del certamen, donde se estrenó en 2021 con Red Rocket, que como Anora, también pasó por la Sección Oficial de Cannes.

‘Anora’ (Universal Pictures)

El director de The Florida Project (2017) es conocido por representar a las minorías: ya sean trabajadores sexuales, actores porno o simplemente marginados sociales. La protagonista de su último film es una chica de 23 años que se gana la vida bailando para babosos adinerados. Entre una marabunta de clientes poco agraciados aparece Ivan, un joven ruso que está dispuesto a pagar ingentes sumas de dinero a cambio de la compañía de Ani. Durante los días que comparten a cambio de transacciones económicas, ambos acaban enamorándose, recreando un relato romántico que saca alguna que otra sonrisilla tonta entre el público.

La contraposición entre los espacios diurnos y nocturnos muestran con dureza la realidad de las strippers: de noche todo son luces de neón, glamour y aparente disfrute, mientras la luz del día realza los estragos de la inevitable resaca. En una de las escenas más icónicas de la película, protagonizada por Ani y dos amigos del padre de Ivan, todo ocurre a una velocidad que da vértigo. Baker toma el control del espacio de una forma similar a como los hermanos Safdie rodaban los interiores en Diamantes en bruto (2019), una influencia que también podemos percibir en la construcción de los personajes masculinos: una especie de gánsteres modernos que no dejan espacio para el silencio o la quietud.

Con una trama maravillosamente hilada y una Mikey Madison espectacular en su papel de Ani, una joven segura de sí misma, poderosa y graciosísima, Baker consigue entretener al público mientras habla de los prejuicios hacia el trabajo sexual, la brecha social y las dificultades de triunfar en la vida si formas parte de la clase trabajadora.