Crítica ‘M3GAN 2.0’: Un caótico desfase

julio 5, 2025
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La esperada secuela de M3GAN, cuya potente campaña de marketing nos sorprendía a todos en 2022, llega a nuestros cines bajo un cambio radical de género: apenas queda nada de aquel terror robótico de la original, reconvertido en thriller tecnológico pasado de vueltas. Por Belit Lago

‘M3GAN 2.0’ (Universal Pictures)

La primera escena de M3GAN 2.0 expone en pocos minutos el tono de la propuesta: un robot descodificado cuyo objetivo es matar a todo aquel que se interponga en su camino (humano o no humano) parece ser la protagonista de esta nueva entrega.

Presentada como una curiosa mezcla entre Ballerina (Len Wiseman) —por la acumulación de hostias por minuto— y La acompañante (Drew Hancock) —por la autonomía de la máquina—, podríamos pensar que en las siguientes dos horas vamos a entretenernos, pero para algunas, muy a mi pesar, no ha sido el caso.

Gerard Johnstone vuelve a dirigir, y esta vez, también se atreve con la escritura de un guion esperpéntico. Akela Cooper, guionista de la original y quien ya había trabajado con James Wan en la emblemática Maligno (2021), desaparece en esta segunda parte para ser acreditada, únicamente, como creadora de la historia y sus personajes. Atomic Monster, compañía del también creador Wan, se encarga de la producción con el apoyo de Blumhouse Productions, empresa que, exceptuando unos pocos títulos, no ha acertado demasiado últimamente.

‘M3GAN 2.0’ (Universal Pictures)

Si en la estimable M3GAN la mezcla entre horror, comedia y drama familiar acababa funcionando como divertimento petardo, en M3GAN 2.0 se pierden todos estos alicientes y nos encontramos frente a una descabellada trama que da lugar a una suma de finales más excesivos que comprensibles. Una fiesta de la que te quieres ir mucho antes de que termine.

Amelia (Ivanna Sakhno), una robot asesina que nace del mismo programa que Megan, está dispuesta a arrasar con todo y todos con tal de llegar a su inventora, Gemma (Allison Williams), que decide revivir al androide después de destruirlo al final de la primera parte.

Con dudas pero sin tiempo para pensárselo dos veces, la opción de aliarse con la IA que casi la mata no parece tan descabellada cuando esta, recordemos, fue programada para proteger a su sobrina —ahora hija adoptiva— Cady (Violet McGraw).

‘M3GAN 2.0’ (Universal Pictures)

Con evidentes paralelismos con la trama de Terminator 2: El juicio final (James Cameron, 1991), donde el T-1000 correspondería a la máxima villana de la secuela y el T-800 a la “muñeca diabólica” del siglo XXI, que tanto nos divirtió con sus coreografías de instituto, M3GAN 2.0 fracasa en su voluntad de innovar en busca de otro tipo de público, quizás más amplio, al alejarse por completo del terror desenfadado de sus inicios. Craso error.

Lo que sí va a captar la atención del fan del género son los diversos guiños que ofrece la película a elementos icónicos de la historia del terror noventero: esa mano independiente que nos lleva directamente al personaje de Cosa de La familia Addams (Barry Sonnenfeld, 1991), o el claro homenaje a la icónica escena de Sadako saliendo de la televisión en The Ring (El círculo, Hideo Nakata, 1998), reproducida aquí por nuestra M3GAN, a la que ahora aceptamos con cierto agrado en comparación a su rival, ese sucedáneo de superheroína hipersexualizada que ha perdido su esencia artificial, quedando reconvertida en una máquina de matar de aspecto nada animatrónico (aunque se hayan utilizado estos mecanismos en la construcción del personaje).

Quizás podría funcionar para todos aquellos que no disfrutaron con la incomodidad del proceso de creación de la protagonista o los últimos (buenos) momentos de la primera parte. Y si no fuera por la violencia de algunas escenas de acción, también encaja como película familiar de aventuras: está calificada para mayores de 12 años, así que si tus hijos ya van al instituto, no descartes este plan supercomercial de fin de semana. Unas palomitas gigantes y a seguir.