El veterano certamen onubense celebra su quincuagésimo aniversario con algunas novedades, pero manteniéndose fiel a su seña de identidad: aunar calidad y calidez. RUBIK ha estado presente en esta edición tan especial y, entre otras cosas, hemos hablado con su director, Manuel H. Martín. Por Álvaro Gómez Illarramendi
La 50ª edición del Festival de Huelva concluyó el pasado fin de semana con el triunfo de las brasileñas Retrato de um certo Oriente, dirigida por Marcelo Gomes y ganadora el Colón de Oro (con esta victoria, Brasil iguala a Chile como segunda nacionalidad con mayor número de distinciones, solo por detrás de Argentina), y Manas de Marianna Brennand, que además del Colón de Plata Premio Especial del Jurado, logró el Premio del Público y varios premios paralelos.
También gozaron de reconocimiento en el palmarés oficial la dirección de Antonella Sudasassi en Memorias de un cuerpo que arde y las interpretaciones de Luisa Huertas en No nos moverán, Manuel Raposo en La bachata de Biónico y Ricardo Teodoro en Baby.
Puedes conocer todo el palmarés en este artículo nuestro.
La diversidad de títulos y estilos da buena cuenta de la calidad que ha presidido la selección de esta edición tan especial del festival, que ha celebrado su aniversario exhibiendo sus grandes notas definitorias: cercanía y apertura al público, calidez y amabilidad.
Cercanía y apertura al público, claves
Estas virtudes, junto con otras muchas que han jalonado el recorrido del certamen desde su fundación por José Luis Ruiz (a quien José Coronado ha dedicado su Premio Ciudad de Huelva), pudieron apreciarse en el documental de Remedios Malvárez sobre la historia del festival, Medio siglo de Cine, cuya proyección en la maravillosa gala de inauguración nos instó a mirar al pasado para, de alguna manera, conjurar los miedos y dificultades (sin ir más lejos, la alerta naranja por DANA que estuvo vigente los días previos a la inauguración, complicando su montaje) y mirar al futuro con optimismo e ilusión.
Las virtudes y atractivos de este festival son también transparentes para cualquier visitante que, como nosotros, se acerque por primera vez a esta ciudad cuyo mejor embajador es el propio certamen.
La alfombra roja que se extiende a lo largo de su Gran Vía es el primer indicio de la simbiosis natural que se produce entre esta acogedora y alegre ciudad, aún desconocida para muchos, y un festival que trasciende la mera programación cinematográfica para simbolizar, con su alcance iberoamericano, la unión con otros pueblos y sensibilidades, un rasgo histórico del alma onubense.
La Casa Colón y el Gran Teatro, epicentros del festival
En este sentido, la icónica Casa Colón, palacio de congresos y sede del festival, ha presenciado durante los 8 días del certamen el enriquecedor encuentro e intercambio de ideas entre cineastas, intérpretes y cinéfilos de ambos lados del Atlántico. No es de extrañar que en este mismo lugar surgiera el germen del programa Ibermedia y que se desarrollen actualmente las interesantísimas actividades de formación (el programa Jóvenes Comunicadores Cinéfilos ha cumplido su tercera edición) y de industria, con la colaboración de la Dirección General de Cine de República Dominicana, la Academia de Cine de Andalucía, la Asociación de Escritoras y Escritores Cinematográficos y AISGE.
Por su parte, el monumental Gran Teatro de Huelva acogió la proyección de los cortometrajes y largometrajes a competición, así como la concesión de los Premios Luz, que este año fueron a parar a la actriz y directora Paz Vega (que presentó su estremecedora ópera prima Rita en la nueva sección Acento), la actriz María León y el actor de origen cubano Rubén Cortada.
La concentración de los eventos principales en el Teatro, donde raro es que el aforo no se llene al menos hasta los 2/3, contribuye a crear una atmósfera muy especial en las cercanías de la vibrante Plaza de las Monjas, y distingue a este festival de otros certámenes que acusan la dispersión y sobre-abundancia de sedes y eventos.
Nuevas secciones y secciones de siempre
Cabe destacar este año el éxito de la nueva sección Acento, una selección de producciones españolas que han pasado previamente por otros festivales, desde la Concha de oro de Albert Serra, Tardes de soledad, a la brillante ópera prima de Sandra Romero, Por donde pasa el silencio, o la flamante ganadora del nuevo galardón, concedido por el público onubense, a la Mejor Dirección Española: ¿Es el enemigo?, La película de Gila de Alexis Morante.
Una sección que siempre ha sido parte del festival, y que lo caracteriza por su compromiso con la educación, es la de Primera Pantalla, que ha reunido 7 producciones aptas para todas las edades y cuya proyección en las citadas sedes del festival y en otros cines y espacios de toda la provincia va acompañada de una guía didáctica que facilita la profundización temática y cinematográfica.
Por si fuera poco, además de las citas estrictamente cinematográficas, el festival ha reforzado su conexión con la ciudadanía organizando diversas actividades paralelas, como conciertos, flashmobs o recorridos por la ciudad. Las entradas para la Gala de Inauguración y de Clausura también estuvieron disponibles para el público.
“Hay que trabajar entre lo autoral y lo industrial”
Esta vocación popular del festival es la primera característica que el director del certamen, Manuel H. Martín, subrayó en su encuentro con RUBIK.
No en vano, cada festival debe tener su modelo y el de Huelva es desarrollarse “apegado a la ciudad, sintiendo su pulso”, lo que supone también prescindir de aquellos elementos que no encajen con su dimensión o resulten redundantes, como el foro de coproducción que existía en el pasado.
Son ya 9 años los que este reputado cineasta y escritor onubense lleva al mando del festival, y aunque incide en su conciencia de “estar de paso”, no son pocos los logros que pueden atribuirse a su gestión: sin ir más lejos, el presupuesto de ejecución ha alcanzado en 2024 el millón de euros, un 22% más que en la pasada edición y el más alto de las últimas décadas.
El número de inscripciones de películas también se ha incrementado (concretamente, un 15%), superando las 1.600 producciones, lo que también se ha traducido en un aumento del 33% en los títulos proyectados, que han sido 147, de las cuales, por cierto, la mitad han sido realizados por mujeres directoras.
Más allá de las cifras, Martín explica que una de las claves de la buena salud del festival es “no haberse dejado nunca de celebrar, incluso en pandemia” y admite que dirigir un festival supone “hacer malabares entre la gestión y la creatividad”, abogando por “una combinación de lo autoral y lo industrial” que logre atraer al público y siga marcando el futuro del festival.
América Almodóvar: “Mi proyecto de Historias de autobús surge de la necesidad de contar esta historia”
RUBIK también tuvo ocasión de hablar con América Almodóvar, productora de origen dominicano y afincada en Barcelona, que participaba con su proyecto en fase de preproducción Historias de autobús, historias de guagua, que trabaja en la Residencia de cine de Extremadura y que recibió asesoramiento de expertos en el marco del certamen.
La película abordará la peculiar naturaleza, potencialmente incómoda e incluso peligrosa, de las relaciones que se entablan a bordo de un autobús, el transporte más empleado por los migrantes y donde se suceden los acontecimientos más insospechados.
Partiendo de su experiencia personal (en 2023, América contabilizó más de 34 viajes en bus de largo recorrido, lo que equivale a 132 horas en un espacio tan limitado), el proyecto incluye el futuro llamamiento en redes sociales a compartir historias experimentadas en el autobús y la futura traducción de ese proceso en un compendio de varios relatos, probablemente seis, que reflejen las experiencias de migrantes españoles en República Dominicana y de migrantes dominicanos en España. La idea es buscar dos directores, uno o una por cada uno de los países, que se encarguen de las historias que transcurran en el país del que no son oriundos.
El Festival de Huelva, una cita ineludible
Son muchos los festivales cinematográficos que se suceden durante el otoño en la geografía española. Sin embargo, el Festival de Huelva destaca por la cuidada selección de películas y por dar prioridad al disfrute cinéfilo y cultural del público.
El cine latinoamericano no para de darnos sorpresas y alegrías: Huelva es uno de los primeros y mejores lugares para descubrirlas.