En esta entrevista para Rubik, repasamos de la mano de Alfonso ‘Fosco’ Blanco, CEO de Portocabo y presidente del Clúster Audiovisual Galego, asuntos clave para el sector como la coproducción, la propiedad intelectual, las ayudas a las series o cuáles son los géneros más demandados en la actualidad por la audiencia. Por Miguel Varela
Rubik: Empecemos con un repaso a vuestro trabajo en la productora, ¿cómo ha sido este último año para Portocabo y en qué proyectos habéis trabajado?
F. B.: Ha sido un año muy intenso y productivo para nosotros. En Portocabo cerramos la tercera temporada de Rapa, una serie que en conjunto ha tenido una gran acogida y que, sin duda, nos ha ayudado a consolidarnos en el mercado español y ganar reconocimiento a nivel internacional. Pero además de Rapa, hemos estado trabajando en un proyecto que nos hacía mucha ilusión y en el que llevamos varios años trabajando: la coproducción de Weiss y Morales, coproducción en colaboración con varias productoras y televisiones públicas europeas. Esta serie representa un hito para nosotros, es una coproducción muy orgánica, algo muy distinto a lo que habíamos hecho antes, ya que ha necesitado de implicar talento de distintos países desde la misma fase de guion. La rodamos en Canarias junto a un equipo alemán y confiamos en que tendrá buena acogida, no solo por su historia, sino porque simboliza el tipo de proyectos multiculturales en los que creemos y que, además, puede abrirnos nuevas puertas en Europa.
Rubik: La coproducción europea suena como una vía sólida para financiar series. Sin embargo, en España parece que sigue siendo más común en cine que en televisión. ¿Crees que este modelo puede ir creciendo en los próximos años?
F. B.: Absolutamente. Nosotros siempre hemos tenido una inclinación por las coproducciones, aunque enfrentamos algunas limitaciones específicas en televisión. La diferencia con otros países de Europa es significativa: mientras que en países como Francia, Alemania o incluso Italia existen subvenciones importantes para las series de ficción, en España no las tenemos. El Ministerio de Cultura, a día de hoy, apoya financieramente al cine, pero no a las series y eso es un gran obstáculo cuando queremos sacar adelante proyectos ambiciosos en este formato. En Portocabo apostamos por la coproducción europea precisamente porque, aunque implica un gran esfuerzo de preparación y coordinación, es una vía que nos permite hacer series que no solo tienen calidad, sino también una gran proyección. Si tuviéramos en España ese respaldo a la televisión, similar al de otros países europeos, estoy seguro de que podríamos alcanzar un nivel de competitividad mucho mayor. Nos ayudaría a dar un impulso importante al sector y, sobre todo, nos permitiría aprovechar mejor el talento que tenemos aquí.
Rubik: Además del respaldo financiero, crucial para hacer producciones de calidad y llegar a más mercados. ¿Qué otras ventajas ves en la coproducción internacional?
F. B.: Además del apoyo financiero, la coproducción trae consigo otras ventajas significativas. En Portocabo valoramos especialmente la oportunidad de enriquecer las producciones con equipos y perspectivas internacionales. En el caso de Weiss y Morales, por ejemplo, trabajar con guionistas alemanes junto a nuestro equipo español nos permitió crear una serie con un enfoque realmente multicultural y equilibrado. La colaboración entre países no solo amplía el alcance de la serie, sino que también ayuda a reducir los costes, ya que cada país contribuye con una parte de la financiación y aporta recursos específicos, lo que permite una optimización económica muy competitiva. Además, la coproducción ofrece la posibilidad de llevar la serie a audiencias internacionales desde el primer momento. Las series coproducidas suelen tener una distribución más amplia y simultánea, lo cual les da un valor añadido en términos de visibilidad y éxito global.
Rubik: Parece que se va agotando el modelo en el que una plataforma encargaba a una productora un service puro para hacer una serie y retenía toda la IP. Ahora las OTT también están abiertas a coproducir y compartir la propiedad intelectual.
F. B.: Es cierto. Cuando las plataformas empezaron a llegar a España, la tendencia era producir originals y quedarse con todos los derechos de explotación. Todo el contenido se pensaba como exclusivo para una sola plataforma y en un único formato, lo cual limitaba mucho las posibilidades de distribución. Pero ese modelo ha evolucionado y ahora vemos una mayor flexibilidad. Hoy en día no sólo se producen series exclusivas para una plataforma; cada vez hay más casos de coproducción en los que se comparten los derechos de propiedad intelectual y se distribuyen en distintas ventanas. Esto permite que una serie pueda estrenarse en varios países al mismo tiempo, como hicimos con Hierro, que aunque fue lanzada en Movistar, también tuvo un gran estreno en Francia y Alemania. Esa distribución multipaís fortalece el éxito de la serie y refuerza su imagen como un producto europeo. Es algo que ayuda enormemente a la visibilidad y al alcance de los proyectos, porque evita que queden relegados a un solo mercado.
Rubik: ¿Crees que esta tendencia de coproducción y cesión de derechos es algo que se mantendrá?
F. B.: Sin duda. Creo que la cesión de derechos es algo que se va a consolidar, porque permite un modelo más sostenible tanto para los productores como para las plataformas. El auge de los originals fue una especie de anomalía en el mercado: todos querían exclusividad total, lo cual elevaba los costes y limitaba la vida útil del contenido. Ahora se está volviendo a un sistema más equilibrado y lógico, en el que algunas series se reservan como exclusivas y otras se comparten. Esto permite que los contenidos tengan una vida más larga y puedan distribuirse en varios territorios, y es algo que beneficia tanto a los creadores como a las plataformas, ya que les permite diversificar sus catálogos y llegar a más públicos sin incurrir en costes desproporcionados.
Rubik: En términos de rentabilidad económica, ¿qué ventajas ofrece compartir derechos de propiedad intelectual en coproducción?
F. B.: Todo son ventajas. Cuando compartes la propiedad intelectual, los ingresos se distribuyen pero también los costes, y eso permite a ambas partes maximizar el retorno. Además, el productor tiene un incentivo adicional para promover y promocionar la serie y explorar nuevos mercados, porque tiene una participación en las ganancias. Esa colaboración ayuda a darle vida a los proyectos en más mercados, algo crucial para productoras como Portocabo.
Rubik: En cuanto a géneros, ¿qué crees que está en tendencia tanto en España como en Europa?
F. B.: El thriller sigue siendo el género más fuerte a nivel mundial, y en España no es la excepción. Nos gusta explorar el crimen, la investigación, el drama… Estos temas son universales, y su atractivo es duradero. Pero también estamos viendo cómo el drama histórico vuelve a estar en demanda. Hubo un momento en que las series históricas se hicieron mucho y luego perdieron un poco de interés, pero ahora parece que el mercado vuelve a demandar ese tipo de contenido. Y algo reciente en estos años es el aumento en la demanda de comedia; puede que la pandemia haya influido en este cambio, haciendo que la gente busque contenidos más ligeros. Incluso algunos thrillers ahora adoptan un tono más distendido, mezclando el suspense con el humor.
Rubik: La risa es universal. Y aún así, no se suelen hacer muchas coproducciones internacionales de comedia, ¿Quizá porque el humor funciona mejor cuando es más local?
F. B.: Sí, el humor puede ser una barrera en la coproducción. En Portocabo lo hemos discutido mucho, porque realmente vemos que la comedia se apoya en contextos locales y en temas que resuenan específicamente en un público determinado. Lo que hace reír en un país no necesariamente funciona en otro. Aquí en España, Santiago Segura ha tenido mucho éxito con sus comedias, pero es probable que ese estilo de humor no funcionara de la misma manera en otros mercados. Sin embargo, creemos que existe un tipo de comedia más universal, basada en temas que todos entendemos y que trascienden lo local. Poco a poco, creo que vamos avanzando hacia un tipo de comedia más exportable, pero sí es cierto que para que funcione en el mercado internacional tiene que superar ciertos localismos y enfocarse en temas universales, que lleguen tanto a espectadores de aquí como de fuera.
Rubik: ¿Cómo percibes el impacto de la inteligencia artificial en el futuro próximo de la industria audiovisual?
F. B.: La inteligencia artificial está empezando a jugar un papel en procesos creativos como los storyboards, ayudando a los equipos a visualizar ideas y escenas de forma rápida. Pero es importante que esté regulada. No creo que vaya a sustituir la creatividad humana, especialmente en algo tan delicado como escribir guiones o desarrollar ideas. La IA es una herramienta valiosa, y si se maneja bien, puede ayudar a agilizar ciertas partes del proceso sin quitarle el protagonismo a los creativos.
Rubik: Para terminar, ¿qué proyectos tiene Portocabo en el horizonte?
F. B.: Estamos trabajando en varios proyectos interesantes. Weiss y Morales es uno de los más ambiciosos, y esperamos que abra puertas para futuras coproducciones. También estamos desarrollando una serie de época y preparando el lanzamiento de un documental. Nuestra línea sigue siendo crear contenido con vocación internacional, y, afortunadamente, nos está yendo bien. Algunos de los proyectos todavía no puedo anunciarlos, pero esperamos que en 2025 podamos estrenar dos o tres series, algo que para nosotros como productora es un gran paso. Estamos bien posicionados en el mercado español y europeo, y nuestra idea es seguir produciendo series que puedan viajar bien por diferentes mercados.