La IA bajo la lupa: «La última palabra en las decisiones críticas debe seguir siendo siempre humana”

diciembre 30, 2024
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Analizamos de la mano de Roberto Sánchez y Germán Giner (LAUDE) en qué punto de desarrollo se encuentra la Inteligencia Artificial, los desafíos de su implementación, límites técnicos y morales y las enormes posibilidades que ofrece en materia de telecomunicaciones. Por Miguel Varela

Germán Giner (izquierda) y Roberto Sánchez (derecha) en las oficinas de LAUDE.

En esta entrevista, Germán Giner y Roberto Sánchez, de LAUDE, exploran cómo la inteligencia artificial está transformando las telecomunicaciones, la seguridad y la eficiencia en la atención al cliente. Con una ética firme y un enfoque en la sostenibilidad, LAUDE busca hacer de la IA una herramienta de apoyo, nunca un reemplazo de la intervención humana.

LAUDE es una empresa española con más de 25 años de experiencia en el sector de la tecnología y la inteligencia artificial. Aunque el nombre de LAUDE es reciente, su trayectoria se remonta a la fusión de varias consultoras y empresas especializadas en telecomunicaciones, inteligencia artificial, desarrollo de software y soluciones en la nube. Con un enfoque claro hacia la la innovación, LAUDE ha desarrollado soluciones aplicadas a sectores tan variados como telecomunicaciones, seguridad, marketing personalizado y el mantenimiento predictivo de redes, consolidándose como un referente en la implementación práctica de IA.

Durante esta entrevista, Germán Giner, técnico comercial, y Roberto Sánchez, CTO de la empresa, nos explican en profundidad cómo la inteligencia artificial se ha convertido en un pilar de la compañía, abordan temas de ética en el uso de la IA y reflexionan sobre el futuro de esta tecnología en nuestra vida cotidiana. También exploran cómo la IA puede transformar el sector de las telecomunicaciones, uno de sus campos de trabajo más destacados, y el compromiso de LAUDE con el uso responsable y sostenible de la tecnología.

Rubik: Para empezar, ¿podríais presentaros brevemente?

Germán Giner:
Claro, soy Germán Giner, KAM (Key Account Manager) para Operadores en LAUDE, donde me encargo de la relación con los clientes y de comunicar el valor de nuestras soluciones tecnológicas.

LAUDE es una empresa de origen español que apuesta por la tecnología punta, y mi labor es acercar nuestras innovaciones a las necesidades de cada cliente. La idea es encontrar cómo podemos aportar un valor tangible para cada organización y empresa que confía en nosotros.

Roberto Sánchez: Yo soy Roberto Sánchez, CTO y director técnico de la empresa. Coordino al equipo de desarrollo y superviso la implementación de nuestras soluciones tecnológicas. Como CTO, uno de mis objetivos es mantener a LAUDE en la vanguardia de la inteligencia artificial y asegurar que las soluciones que ofrecemos tengan una base sólida y un impacto real para nuestros clientes. Creo que uno de los mayores logros de nuestro equipo es haber construido un entorno de innovación que aprovecha el conocimiento y la experiencia de todos.

Rubik: ¿Cuál ha sido la trayectoria de LAUDE y en qué sectores desarrolla su trabajo?

Germán Giner:
LAUDE es una compañía 100% española y aunque bajo este nombre llevamos solo dos años, nuestra experiencia y trayectoria superan los 25 años. Surgimos de la fusión de varias consultoras y compañías que antes operaban de manera independiente, cada una especializada en un campo distinto: telecomunicaciones, soluciones cloud, desarrollo de software, análisis de datos, ciberseguridad, e inteligencia artificial”. Aunque en el pasado estos campos solían desarrollarse por separado, hoy están profundamente interconectados.

Un ejemplo de esto es cómo las redes de telecomunicaciones han pasado de ser sistemas físicos a virtualizarse y gestionarse en la nube, aprovechando tecnologías de IA para analizar datos y optimizar su rendimiento. Decidimos unir todas estas consultoras bajo una sola empresa, LAUDE, y esto nos ha permitido combinar el conocimiento de cada equipo en un entorno colaborativo, lo cual es clave para enfrentar los desafíos actuales en tecnología. Además, con nuestras oficinas en Madrid, Málaga, las Islas Canarias y Estocolmo, y con presencia en México y Brasil, tenemos una perspectiva verdaderamente global.

Rubik: ¿Podéis darme ejemplos concretos de cómo aplicáis la inteligencia artificial en vuestros proyectos?

Roberto Sánchez:
En LAUDE contamos con un laboratorio de inteligencia artificial, o AI Lab, donde desarrollamos aplicaciones y pruebas de concepto de IA. Este laboratorio es un espacio dedicado a la experimentación y el desarrollo de nuevas tecnologías. Investigamos constantemente para adaptar las últimas innovaciones en IA a las necesidades de nuestros clientes. Nos enfocamos en áreas como reconocimiento de imágenes, asistentes conversacionales, análisis predictivo y modelos generativos. En el laboratorio, también trabajamos en mejorar la eficiencia de los modelos, lo cual es clave cuando pensamos en implementar soluciones de IA de manera práctica.
Uno de nuestros desarrollos más destacados es un asistente virtual que permite a las empresas mejorar su atención al cliente. Este asistente tiene la capacidad de comprender el contexto de la conversación y responder de manera natural y precisa, lo cual optimiza la experiencia del usuario. Además, libera al personal de tareas repetitivas, permitiéndoles enfocarse en tareas de mayor valor productivo, lo que es fundamental para la satisfacción del cliente y la eficiencia interna. También estamos desarrollando capacidades de personalización en este asistente para adaptarse mejor a los contextos específicos de cada cliente.

Germán Giner: Otro proyecto significativo es una aplicación que desarrollamos para proteger a víctimas de violencia de género, en colaboración con operadores de telecomunicaciones y utilizando las capacidades de la red 5G. Esta aplicación ayuda a crear zonas seguras para las víctimas, generando alertas si detecta que un agresor está cerca. La IA predictiva anticipa posibles riesgos y situaciones de peligro, mientras que la IA generativa simula escenarios para poder actuar de manera preventiva. Es un ejemplo del impacto positivo que la tecnología puede tener en la sociedad. Este tipo de aplicación refleja nuestra intención de usar IA en beneficio de la seguridad y el bienestar de las personas, y estamos en conversaciones para implementarla en colaboración con diferentes organizaciones.

Rubik: Sin duda, es un uso muy valioso de la tecnología y un fiel reflejo de cómo ha evolucionado en estos últimos años. ¿En qué punto estamos exactamente… y hacia dónde se dirige su desarrollo?

Roberto Sánchez:
La evolución de la IA es increíblemente rápida. Solo hace unos pocos años, los sistemas de IA tenían capacidades muy limitadas y funcionaban en campos específicos. Hoy, en cambio, contamos con modelos multimodales que permiten una interacción mucho más rica y compleja: no solo puedes comunicarte mediante texto, sino también con voz, imágenes y documentos. Estos avances permiten a la IA simular respuestas humanas de manera más precisa y natural, lo cual expande sus aplicaciones en todos los sectores.

Pero este desarrollo también trae desafíos, especialmente en términos de sostenibilidad. La IA actual requiere mucha capacidad de cómputo y un gran consumo energético, algo que a largo plazo no es viable sin optimización. En LAUDE nos hemos enfocado en crear modelos específicos para cada tarea, optimizados para consumir menos recursos sin sacrificar su eficacia. Así, por ejemplo, un modelo diseñado solo para telecomunicaciones puede optimizar los recursos de red sin necesitar la potencia de un modelo que, además, generara imágenes o texto de gran complejidad.

Germán Giner: En este punto, creo que es importante recordar que la IA debe ser una herramienta de apoyo y no un sustituto de la toma de decisiones humanas. Por ejemplo, en educación, un profesor puede usar la IA para analizar exámenes o pruebas de manera preliminar, pero la decisión final sobre la nota debe seguir en manos del profesor, quien considerará factores como el esfuerzo del estudiante. La IA debe complementarnos, no reemplazarnos en las decisiones críticas. Y es fundamental entender que esta tecnología debe adaptarse a cada contexto social y cultural.

Rubik: En términos prácticos, ¿cómo está ayudando la IA en el sector de telecomunicaciones?

Roberto Sánchez:
La IA es una herramienta potentísima en telecomunicaciones. Los operadores pueden utilizarla en múltiples áreas, comenzando por la atención al cliente. Hemos desarrollado asistentes conversacionales avanzados para operadores que son capaces de adaptarse al contexto y responder de forma precisa y rápida. Esto mejora la experiencia del cliente y, al mismo tiempo, reduce la carga de trabajo del equipo de atención al cliente.

También hemos trabajado en soluciones de gestión documental. Las empresas de telecomunicaciones manejan cantidades enormes de documentación, y es fácil perder tiempo buscando información. Con la IA, los empleados pueden acceder rápidamente a los datos relevantes, resumidos y contextualizados, sin necesidad de buscar manualmente en bases de datos. Este tipo de eficiencia es crucial, especialmente en una industria tan competitiva.

Germán Giner: Otro aspecto clave es el mantenimiento predictivo de las redes. La red es el núcleo del servicio en telecomunicaciones, y cualquier interrupción puede afectar a miles de personas. Gracias a la IA, podemos analizar patrones históricos y anticipar problemas potenciales, lo que nos permite intervenir antes de que ocurran. En áreas turísticas, por ejemplo, podemos prever un aumento de la demanda en verano y ajustar la capacidad de la red en consecuencia. Esto se traduce en una mejor calidad del servicio y una gestión más eficiente de los recursos.

Además, este tipo de tecnología tiene aplicaciones en el análisis de redes para adaptar la infraestructura según las necesidades estacionales o eventos de alta demanda, lo cual ayuda a prevenir sobrecargas y posibles interrupciones.

Rubik: Entonces, además de optimizar, la IA permite una personalización avanzada y adaptada a la experiencia de cada cliente

Roberto Sánchez:
Efectivamente. En el ámbito del marketing, la IA permite personalizar los contenidos de manera casi individualizada. Esto abre la puerta a campañas de marketing que se adaptan a cada usuario en función de su perfil y preferencias. Imagina un operador que pueda enviar un video promocional personalizado a cada cliente, teniendo en cuenta su situación personal, su tipo de plan o sus intereses. Con IA, las marcas pueden conectar de forma más efectiva con cada persona, aumentando la fidelización y mejorando la experiencia del cliente.

Germán Giner: Y además, la IA ayuda a medir el impacto de las campañas en redes sociales y en otros medios. Gracias al análisis de datos, podemos evaluar qué contenido funciona mejor y ajustar futuras campañas en función de esta información. Es un proceso de mejora continua que nos permite mantener el contenido relevante y efectivo en todo momento.

Rubik: Hay una frase muy mítica que creo que es aplicable en este contexto: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Con todas estas capacidades que ofrece la herramienta, ¿cómo gestionáis la responsabilidad que implica el uso de IA?

Germán Giner:
La responsabilidad es fundamental en el uso de IA. Aunque sea una tecnología avanzada, la supervisión humana es esencial. En el caso de aplicaciones de IA en sectores sensibles, como la conducción autónoma, la responsabilidad última siempre debería recaer en el ser humano que supervisa la máquina. La IA puede facilitar decisiones y ayudar en el proceso, pero la toma de decisiones críticas debe mantenerse en manos humanas. Es como otras herramientas avanzadas que hemos desarrollado a lo largo de la historia: una pistola o un cuchillo, por ejemplo, no pueden ser responsables de un crimen; la responsabilidad reside en cómo el ser humano utiliza esas herramientas.

Roberto Sánchez: Exactamente. La IA tiene un gran potencial, pero debe usarse de manera ética y con un propósito claro. Si no somos responsables, corremos el riesgo de generar problemas en lugar de resolverlos. Nosotros en LAUDE nos esforzamos por que nuestras soluciones sean seguras y éticas, siempre pensando en el bienestar del usuario final. En definitiva, la IA es una herramienta poderosa que debe ser usada con conciencia y responsabilidad.

Rubik: Para cerrar ¿Cuáles son los próximos proyectos de LAUDE en relación a la IA?

Germán Giner:
Estamos trabajando en soluciones muy interesantes de mantenimiento predictivo, elaborando modelos que puedan anticiparse a los errores en las redes, y optimización de redes 5G. También estamos desarrollando soluciones para el sector de la salud y colaborando con el sector público en áreas clave. Uno de nuestros objetivos es que las soluciones de IA sean accesibles y útiles para un abanico amplio de sectores.

Roberto Sánchez: Además, en LAUDE estamos enfocados en proyectos de investigación para desarrollar una IA ética y sostenible. Creemos que es esencial trabajar en una IA que no solo sea avanzada, sino que también respete principios de sostenibilidad y ética. Queremos contribuir a que la industria tecnológica evolucione de manera que beneficie tanto a empresas como a personas.